Opinión
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Ni en sus momentos de mayor confusión ante la realidad que le oprimía y desconcertaba, lo que sucede en México jamás hubiera pasado por la cabeza de Franz Kafka. Uno de sus biógrafos dice que Kafka fue capaz de plasmar el escenario europeo del siglo XX que tantos autores posteriores a él reconocieron.

i en sus momentos de mayor confusión ante la realidad que le oprimía y desconcertaba, lo que sucede en México jamás hubiera pasado por la cabeza de Franz Kafka. Uno de sus biógrafos dice que Kafka fue capaz de plasmar el escenario europeo del siglo XX que tantos autores posteriores a él reconocieron.

CNTE

       ¿Habría de imaginar el de Praga que en un país de América vecino del coloso, del engreído Imperio de los tiempos modernos, el país llamado México sería capaz de superar con creces sus peores pesadillas surrealistas? Por supuesto que no, es demasiado para una mente normal, solo nuestros políticos y engendros creados por ellos son capaces de superar una mente como la de Kafka, lo cual es mucho decir.

Quién podría imaginar que en el México del siglo XXI, con un gobierno que combate con todas sus fuerzas, equipos bélicos y cuerpos oficiales (Ejército, Marina y todas las policías) mediante una guerra contra la delincuencia “organizada” que ha costado más de 100 mil muertes y miles de millones de pesos (además de los costos sociales derivados de esta guerra): una simple turba de parásitos sociales que se dicen “maistros” los tiene debajo de sus escritorios ¿o qué sucede realmente que los ciudadanos desconocemos?

Sí, porque hasta hora todo indica que la CNTE no aglutina en realidad trabajadores de la educación, sino anarquistas alérgicos al trabajo, al orden obviamente, y por supuesto a la educación. Un educador ama la educación y estos vándalos la única materia que dominan es la de la violencia.

¿Qué instrucción podrá compartir a los niños un energúmeno miembro de esta caterva? En el artículo de la semana anterior les nombraba “pseudo guerrilla”, pero analizando mejor las cosas todo indica que son guerrilla oficial, y dígame usted si no ¡son intocables! Han tomado la ciudad de México sin disparar un solo tiro, con simples resorteras (con las que por cierto pueden matar a un policía o de menos sacarle un ojo), palos, tubos y demás armas de estos gorilas a sueldo; sueldo que (¡infartate Kafka!) sale de los bolsillos de todos los mexicanos y que estos haraganes cobran puntual y cómodamente en cualquier cajero automático.

¡Así cualquiera es guerrillero! Cuando su servidor era joven, varios de mis amigos por cuestiones ideológicas o circunstanciales, sobre todo por la primera, se vieron envueltos en movimientos guerrilleros. Casi todos pasaron años en la cárcel y otros tantos tienen décadas de haber muerto. El país tenía como ahora reglas y quienes no las querían o deseaban modificarlas a la fuerza conocían los riesgos. Ahora no. La ley es letra muerta.

Para la CNTE las cosas son absolutamente distintas. Abandonan la fuente de trabajo y no son despedidos y el patrón que es el estado no se atreve a reclamar al holgazán faltista. Cobran sin trabajar y todavía reclaman “bonos” como premio a su “lucha”, asaltan y sitian una enorme ciudad y no hay autoridad que se atreva a tocarlos. Utilizan tácticas de guerrilla urbana para dañar al comercio, inmovilizar el tráfico, la productividad y las instituciones públicas, secuestrar al Congreso (solo que los diputados salieron en estampida), bueno, dos veces han detenido el funcionamiento del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México y la impunidad ha sido total, absoluta.

El gobierno hasta ahora ha resultado como los falsos profetas que fustigara Isaías “perros mudos” (56:10). ¿Para qué sirven miles de policías bien uniformados y equipados si cualquier individuo de la turba puede llegar y retarlos, ofenderlos, escupirlos, lanzarles orines, piedras o gas de encendedor, bueno, hasta bombas molotov y los pobres hombres aguantar todo? O no les circula la sangre o los han castrado emocionalmente, pues la dignidad de un hombre no puede llegar a tal punto y menos cuando es por encima de la ley y del honor.

Periodistas como Ricardo Alemán y Sergio Sarmiento han denunciado cotidianamente con valentía y objetividad de dónde salen los recursos para sostener esta “guerrilla” parasitaria con tintes oficiales, que dicha sea la verdad, a la mayoría de los mexicanos nos tienen hartos Un país de izquierda, de derecha, de centro, de ideología mixta, se construye y sostiene trabajando, no con grillas ni con parásitos que hablan de lucha cuando ellos parecen no tener ninguna (y el gobierno menos, de lo contrario ya hubiera impuesto el imperio de la ley).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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