Mientras que el Presidente Enrique Peña Nieto mantiene el rumbo del país con brazo firme en medio de varias tormentas, las peores fabricadas artificialmente por grupos criminales, sus aliados en el mundo político, maistros, y chamacos airados contra la vida (que quieren desquitarse con el que sea); en Jalisco el gobernador, con minúscula, el Congreso local y gran parte de la clase gobernante, ni sudan ni se abochornan ante la situación del país.
El ciudadano reflexivo y pensante observa que los tres poderes en Jalisco parecen vivir en la “isla de la fantasía”, ajenos a la situación nacional como local. El Estado agobiado con severas crisis en distintas áreas, y los funcionarios enfocados en las próximas elecciones y el reparto presupuestal; baste señalar que hasta el mes de octubre los homicidios en Jalisco durante este año sumaban ya 1,197 (datos del SESNSP). Parados en un polvorín son incapaces de olfatear el peligro. Hace apenas un mes un simple grupo de vendedores ambulantes en San Juan de Dios dio muestras de la inutilidad de las policías y la capacidad de vandalismo de los revoltosos.
Pero no, basta declarar al día siguiente su desacuerdo, mandar algunos tuiter (o como se escriba) y levantar la ceja en señal de disgusto. Total, al pueblo todo se le olvida ¿en verdad? Si el actual gobernador llegó al poder es precisamente porque el pueblo que le eligió se hartó (esa es la palabra) de tanta corrupción, incapacidad y menosprecio. Si piensa que es simpático no lo es. Si cree que por capacidad, su pobre gestión al frente del Ejecutivo lo desmiente. Como dijera Colosio en su famoso discurso: “Veo un México con hambre y sed de justicia. Un México de gente agraviada por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla… afligidos por la arrogancia de las oficinas gubernamentales. Veo a ciudadanos angustiados por la falta de seguridad…” (6/Mar/1994).
¿Cómo digerir que un simple despacho de particulares tenga doblegado al Congreso local por un cobro a todas luces producto de un fraude maquinado en complicidad con ex legisladores? Y no cualquier cobro ¡100 millones de pesos! ¿De cuándo acá un particular pone de rodillas a uno de los tres poderes? ¿Quién le dio poder a un simple juez (integrante de un poder distinto) para amenazar con correr y sabe cuántas cosas más a los diputados y ellos aterrorizados debajo de sus curules? ¡Qué vergüenza, en verdad qué vergüenza!, individuos con tan bajo perfil y dignidad no pueden de manera alguna ser representantes del pueblo.
El documento fundatorio para la acción del particular promovida por el dizque despacho “López-Castro” está viciado de origen ¿Cómo justificar la contratación de un particular para no pagar el Congreso de Jalisco sus cuotas a Hacienda ni al IMSS o lograr rebajas? ¿Es lícito contratar a un despacho en el que se asegura está metido el polémico exdiputado Alfredo Arguelles, claro, con la venia de todos los demás diputados y partidos?, ¿No hubo un solo legislador capaz y civilizado que se apersonara ante esas dependencias? ¿Es entendible que los medios en lugar de hacer su trabajo de denuncia y voz social, presionen para que el Congreso pague lo que a todas luces es un mega fraude contra el erario?
El cinismo ha llegado a tal grado que ya querían pagar con el edificio de Juárez y Corona (el que era de Banamex) y que se compró por la legislatura anterior sin necesitarlo. Si la demanda es la manera tramposa para hacerse del edificio, sin duda que acrecienta la sospecha de un fraude maquinado hace tiempo.
Quienes creemos y fuimos educados en la visión republicana (Facultad de Derecho de la U. de G., por el Maestro Arturo Ramos Romero) no podemos admitir que el poder que debe velar por los intereses de los ciudadanos, se haya convertido en simple botín de partidos en el que el más ambicioso y cínico es el ganador. Un poder que en 1994 funcionaba con poco más de un centenar de empleados y para el año 2014 tiene alrededor de 1300, convirtiéndose en simple agencia de colocaciones de amigos y favoritos(as).
El contralor Alonso Godoy es otro caso emblemático del caos legal que azota Jalisco, del pantano de inmundicia y corrupción que asfixia a la sociedad; en tanto que sus gobernantes viven en sus torres de marfil ajenos al dolor e indignación social. No es posible que el contralor luego de tantas denuncias públicas y escándalos a causa de acomodar las cuentas públicas sobre pedido, permanezca en el cargo. El Presidente Peña Nieto no puede (ni debe) hacerlo todo. Los gobiernos de los Estados están obligados a cumplir con su parte en el pacto federalista.
Y mientras todos estos escándalos e irregularidades suceden, el gobernador de Jalisco solícito les ofrece un abono de $14 millones a la banda “López Castro” (Milenio, 21/nov/2014) ¿Justicia expedita a los bribones y negada a la mayoría? Es obvio que evade sus responsabilidades. Se limita y pone feliz con reuniones de “risoterapia”, con el programa “salvando vidas” (detener conductores ebrios), mientras que las muertes violentas mantienen bajo silencioso terror a los jaliscienses sin que nadie detenga tanta sangre.
El gobierno en sus tres niveles y en los tres poderes, así como la prensa, deben estar a la altura de las circunstancias actuales. No es tiempo ni hay cabida para tibiezas ni improvisaciones (ni para ganar lectores o audiencia a costa de la paz social). El actual clima de problemas y calamidades públicas requiere de las mejores soluciones y los mejores hombres. Tuvimos demasiados años de frivolidad y derroches como para que los actuales ni siquiera se enteren de la situación que guarda el País y el Estado.
A propósito ¿Cuándo sabremos los ciudadanos de resultados en la PGJE de los $74,000’000,000 (setenta y cuatro mil millones de pesos) gastados de manera discrecional por Emilio González Márquez y de los $7,573 millones que le fincó la Contraloría por irregularidades? Los mexicanos denotan cansancio ante tanta corrupción e impunidad; no se diga ver al poder legislativo de rodillas ante un particular. Urge el retorno a la legalidad, al estado de derecho ¿O usted qué considera estimado lector?
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
Correos recibidos: de mi amigo Marcos Shemaría Z., de Uriel Santana S., Mario Alberto R. Haza R., Hilda Udinsky y Javier Angeles. Al encapuchado cibernético que me escribió para tundirme de ofensas, tenga el valor de poner su nombre y charlar civilizadamente (ABS no me dice nada), si es incapaz de hacerlo, absténgase, en este país abunda el primitivismo (¿serán alumnos de los maistros de la CNTE?).
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