La euforia que los medios nos quieren endilgar con la visita del Papa argentino a México, además de blasfema –al colocar al visitante en un lugar que solo le corresponde a Dios- maquilla sin éxito una realidad social que aparenta marchar bien, pero que la cochina realidad (la verdadera) se empecina en mostrarnos lo contrario.
No siendo el deseo de lastimar la fe de nadie, al contrario, de edificar, se ha de entender que el Papa no es lo que la mayoría de los católicos creen que es; su ministerio debe entenderse más como una responsabilidad delante de Dios y de los hombres, que como un cargo para recibir honores que el propio Jesús de Nazaret rechazó abiertamente. Su labor debe ser magisterial y de vigilancia celosa de la sana doctrina; no de político ni de filósofo matizado de religión.
Teniendo el papado su origen en el siglo IV con Inocencio I, y entendiendo que el apóstol Pedro no fue jamás Papa, de hecho él era el apóstol de los judíos (como Pablo el de los gentiles o cristianos): judíos y cristianos tenemos que aceptar que nuestra fe está fundamentada en las Sagradas Escrituras, que en ellas hay un mensaje eterno, inmutable y trascendente en el que debemos basar nuestras creencias y cosmovisión. Así de sencillo.
¿Qué han hecho sin embargo los mensajeros? Además de llevar mal y de malas el mensaje, lo han deformado. Peor todavía, caído en conductas que si Jeremías, Isaías, Ezequiel o cualquiera de los profetas apareciera, téngalo por seguro que repetirían ―incluso con mayor fuerza― su prédica contra la corrupción clerical.
¿Con qué cara pueden acusar al gobierno de corrupción, de venir a México a hablar de violencia, de trata de personas, de escándalos sexuales, de discriminación, de amor por el dinero?
¿Ya olvidaron que en el mensaje del Salvador dice textualmente: “¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mat 7:5). Más de mil años de corrupción y escándalos en la curia romana, de papados al mejor postor, de crímenes pasionales, de una Inquisición criminal y ambiciosa de los bienes ajenos, de pactar Concordatos con los peores gobiernos de la historia, de Bancos en el Vaticano para lavar dinero producto del crimen mafioso, no parecen incomodar para ver los pecados de otros.
La vida espiritual y el daño cometido contra miles de niños durante siglos clama contra el cielo en espera de justicia. Una justicia que jamás tarda como algunos consideran pues el reloj de Dios siempre se encuentra a tiempo, de manera que en el tiempo preciso sus justos juicios vendrán. Lo crean o no.
Shimón, conocido por la cristiandad como Pedro, y repito, nunca fue Papa, ya lo advirtió de manera profética: “Porque es tiempo que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al Evangelio de Dios? (1ª Pedro 4:17).
Resulta verdaderamente increíble que el próximo visitante ―que dicho sea de paso es el primer Papa latinoamericano, pues tuvo Europa que apostatar de la fe para que un tercermundista tuviera oportunidad―, pidiera en la televisión que por favor “le dejaran estar a solas con la virgen de Guadalupe”. Si lo hubiera dicho algún cura de rancho, ignorante de las Escrituras y perezoso de su estudio, sin justificarlo se consideraría. Pero en un Papa no, basta recordarle el segundo mandamiento (Exodo 20:4-6). En lo personal limpio estoy de la sangre de tantos inocentes que por el engaño están siendo enviados a un sincretismo contrario y condenado por Dios en su mensaje divino de las Escrituras. Quizá en lo personal sea tenido por algunos por atrevido y hereje. Conozco la realidad. Temor a los cargos y desconocimiento del mensaje esto producen.
En resumen: el mensaje de Dios es santo, hermoso, esperanzador para aquí y para el mañana eterno, no caduca, no debe ser modificado pues no requiere de cambios, transforma al hombre pecador para gradualmente y mediante la obra del Espíritu Santo convertirle en una nueva criatura. Nacimiento espiritual que no tiene nada que ver con el fanatismo ni el sincretismo. Sino en el amor a Dios que se refleja gradualmente hacia el prójimo.
BICHIR: ¡MEJOR QUE LA CONSTITUCIÓN Y LOS CONSTITUYENTES!
La arrogancia entre los artistas mexicanos no tiene límites, consideran estos diositos de barro y oropel que cuanta cosa dicen o hacen, no importa que sea un rebuzno o un ilícito, merece el aplauso y aprobación social. ¡Ilusos! El actor Demian Bichir, amante en desuso de Kate del Castillo declaró esta semana: “Lo único que puedo decir es que conozco a Kate y a toda la familia Del Castillo y es una familia no sólo honorable, sino muy querida por todos nosotros. Estoy seguro que Kate va a ser exonerada” (Mural, 5/Feb/2016).
Claro, tan honorable que se reúne con el criminal más buscado del mundo, prófugo incluso, que comete cuando menos nueve delitos del orden federal, pero puede estar tranquila. Por encima de la Constitución y el criterio de los Constituyentes de 1917 (no se diga de los Congresos, PGR y demás Instituciones públicas) se encuentra su excelencia Demian Bichir y el cariño que le tiene ¡Faltaba más!
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
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