Lo que sucede en Oaxaca raya en el absurdo absoluto, nada qué ver con necesidades sociales y estado de derecho, y todo que ver con los grupos golpistas que desde que llegó el gobierno del Presidente Peña Nieto han intentado repetidamente su caída. Desde este espacio se ha señalado una y otra vez las intenciones golpistas de los anarquistas sureños (tan amigos de López Obrador). Al principio este periodista fui criticado por decirlo, sin embargo la terca realidad me ha concedido la razón una y otra vez.
La máscara utilizada por los ‘maistros’ de la CNTE es lo de menos, pueden acomodarse muchas. Son simples vándalos, anarquistas alérgicos al trabajo y a toda responsabilidad. Lo suyo es el desmadre, la destrucción, el robo, el saqueo, el despojo del otro, del que trabaja, el deseo insaciable de los bienes ajenos (que envidian, y como no les gusta trabajar se los allegan por la vía violenta). Eso son los integrantes de la CNTE y socios. Decir que hay guerrilla entre ellos es ofender a los guerrilleros de verdad.
Sus escasas neuronas ¡quizá por eso son tan amigos del Peje!, les exhiben tal cual, sin retoque. El pasado miércoles (22 de junio) acudieron a una reunión con el secretario de gobernación, en tanto que afuera del edificio sus gorilas ondeaban banderas rojas con la hoz y el martillo. ¿No se han dado cuenta siquiera que el Muro de Berlín cayó en 1989? ¿Desconocen estos alérgicos a la educación, no se diga a la actualización de conocimientos, que la URSS ya no existe desde 1991?
Pero, que van a saber de guerrillas estos parásitos sociales, y es que para haya guerrilla tienen que darse una serie de factores que hayan sido hechos propios por un grupo de sólida ideología. Dispuesto a enfrentarse al estado y sus cuerpos armados. ¡No es el caso, los maistros y socios, son chillones y carentes de toda hombría! Roban, saquean, secuestran, incluso asesinan y hieren con armas, para luego correr como plañideras ante la prensa y los derechos humanos y quejarse como quinceañeras ofendidas o desairadas.
Sería bueno que le preguntaran a los pocos ex guerrilleros de la Liga Comunista 23 de septiembre que quedan con vida, cómo les hubiera ido con el gobierno si hubiesen hecho las mismas cosas que ellos han hecho en Oaxaca (Guerrero, Michoacán y Chiapas). Esos guerrilleros eran hombres en el estricto sentido de la palabra, y les asistiera o no la razón, estuvieron dispuestos a pagar el precio de sus ideas. No a chillar ante el menor peligro.
Con los de la CNTE y socios no hay ideas. Hay la simple ambición de hacerse del presupuesto como botín y como para ello hay que hacerse del poder, esa es su verdadera lucha. Absurdo que algunos ingenuos apoyan, como también lo hacen los que odian al PRI por costumbre, por acomodo, o por interés.
En el caso de la mayoría de los medios de comunicación se puede decir que han caído en una irresponsabilidad espeluznante, cambiando la verdad y la objetividad, por la parcialidad y la deformación de los hechos.Por querer lucir como “progres” desde la comodidad de la televisión o las páginas del diario, incendian con sus comentarios falaces y torcidos el país (haciendo de los culpables víctimas y de las víctimas culpables). El asunto de los vándalos ayotzinapos asesinados en Iguala les concedió tablas. Le hallaron el modo a un gobierno que teme hacer valer la ley y busca inútilmente quedar bien con la prensa y la opinión pública.
De hecho los mejores aliados de la CNTE y socios anarquistas han sido como ya se dijo, los medios, que en lugar de narrar y describir las atrocidades y delitos de estos criminales, se han dedicado a servirles de caja de resonancia, de voceros oficiosos, de anunciar lo que van a hacer y lo que ya han hecho. Televisión, periódicos y radio no recogen en absoluto el malestar de la población ―excepto unos cuántos verdaderamente profesionales―, de los padres de familia cuyos hijos están sin clases, de los dueños de comercios asaltados y quemados, de los dueños y choferes de trailers y camiones con mercancías quemados y robados (esta semana en Nochixtlán, Oaxaca, quemaron dos camiones con 8 mil pollos vivos enjaulados ¿y las huestes de los que defienden a un perro o un gato dónde están?), de los restauranteros y hoteleros que han visto como el turismo ha huido en desbandada de los estados sureños. A nadie de ellos entrevistan ni le piden su opinión, solo a los destructores.
Las pocas o las malas lecturas de lo sucedido en 1968 en la ciudad de México, quizá son causa de que gobierno y prensa no cumplan con sus deberes. Los primeros porque no quieren pasar por “represores” y los segundos para que no se les diga “prensa vendida”. Es obvio que no conocen tiempo y circunstancias. Lo que está sucediendo en Oaxaca y otras partes del sur nada tiene que ver con el ’68. En este momento lo único que observa el ciudadano que trabaja y sostiene de pie este país (y lo irrita de sobremanera), son grupos de delincuentes que se auto nombran “luchadores sociales” a los que el gobierno no se atreve a tocar, aun cuando tienen años cometiendo miles de delitos, todos impunes.
En lugar de detener y procesar a tanto delincuente destructor y vividor(viven del trabajo de todos los mexicanos), un gobierno laxo e inseguro les acomoda mesas de trabajo, de diálogo ¿cuándo pondrán mesas de diálogo para medianas, pequeñas y micro empresas que no hallan la puerta para sostener las fuentes de trabajo, que luchan a diario para sobrevivir, para pagar impuestos, cuotas del IMSS, INFONAVIT, etcétera, para defenderles de laudos injustos y abusivos emitidos por Juntas de Conciliación que han perdido el rumbo y sentido de justicia? Esas son las verdaderas injusticias sociales de las que nadie habla ni defiende.
Crear y sostener fuentes de trabajo en este momento es un trabajo heroico en México, sin embargo se menosprecia y desampara a quien lo hace; en cambio al que recibe su quincena sin trabajar, que se dedica a destruir, robar, secuestrar, asesinar, incluso a jugar al “guerrillero”, que se dice maestro (y cobra como tal) pero que no lo es y se niega a capacitar y actualizarse (como sucede en todo empleo) no se le toca. Haga lo que haga la impunidad es total. ¡Basta de farsas, ni son maestros, ni son luchadores sociales, ni son guerrilleros; son simples golpistas que están haciendo un daño terrible al país sin que nadie les estorbe! (y al gobierno hundiéndolo en el fango de la historia negativa). ¿Se hará algo o se les continuará soportando?
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
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