Estamos ante uno de los episodios históricos más repulsivos, condenables e inesperados de la historia de México. La familia, institución milenaria de la que venimos todos los mexicanos (y todos los seres humanos), de un tiempo a la fecha se encuentra bajo el ataque feroz del gobierno, de un gran sector de la prensa, de ONG’S locales y extranjeras, pero sobre todo, de una minoría cuyos “derechos” han sido tomados como pretexto para desatar esta guerra despiadada y absurda. Socialmente suicida.
Todos provenimos de un padre y una madre, no hay de otra. Ni marcianos ni venusinos han dado muestra de existir ni de venir a mezclarse con los terrícolas. Se entiende que hay algunos casos de hijos procreados fuera de matrimonio, aun así, el padre y la madre han sido el factor decisivo y necesario para su existencia.
Que haya individuos que anden irresponsablemente engendrando hijos es condenable, aunque en muchos casos también la mujer debe saber cuándo detenerse en sus pasiones (de lo contrario se hablaría de una violación). Tener hijos no es un asunto intrascendente, es de tal manera trascendente, que para protegerles y dedicarse en amor para ellos que se formó la institución del matrimonio y con ello la familia cobró fortaleza y seguridad en todos los órdenes, convirtiéndose en la base de toda sociedad.
Lamentablemente el odio de algunos grupos minoritarios contra la familia, pero de gran amistad con la mayoría de los medios de comunicación (televisión, prensa, radio, e internet) se ha convertido en una guerra no declarada pero con batallas continuas en las que tanto la familia, como los padres y la fe están siendo atacados sin respeto ni tregua.
La parcialidad y apoyo de los medios (a favor de homosexuales y una serie de grupos extraños que hasta hace poco no existían) ha sido de tal desvergüenza y descaro, que en todo foro y entrevista no disimulan su favor y solidaridad con ellos. Incluso la mayoría de periodistas y columnistas les apoyan para luego irse con todo contra la familia ¿Acaso estos comunicadores y periodistas no tuvieron un papá y una mamá como todos? ¿O su experiencia de familia fue tan terrible que le están apostando a que desaparezca la institución? Me adelanto al asunto. Los días de la humanidad estarían contados. Hasta ahora ningún hombre puede embarazarse ni parir muchachos. Conste.
El domingo 11 de septiembre los diarios publicaron las marchas a favor de la familia por toda la República. Las fotos daban testimonio de cientos y decenas de miles de ciudadanos que salieron a marchar de manera libre, respetuosa y pacífica (como lo marca la Constitución) a lo largo y ancho del país; sin embargo los periódicos no pudieron esconder sus afectos y parcialidad. En lugar de ejercer el oficio con la objetividad obligada, con el respeto al ciudadano pacífico: intercalaron fotos de cuatro o cinco individuos que con una pancarta arcoíris se oponían a la expresión de decenas de miles.
Se quejan de que ya nadie quiere comprar sus periódicos y no piensan que con su agresividad y menosprecio a sus verdaderos lectores ellos mismos están matando sus empresas y cancelando las suscripciones. Un padre de familia decide que es lo que se lee en su casa, no deben olvidarlo.
Igual le ha sucedido al gobierno. Invitan a Los Pinos a estos grupos minoritarios, que como ciudadanos valen lo mismo que cualquier otro, pero pasaron por alto que nadie debe entrar a Los Pinos ni a Palacio Nacional por sus gustos y desviaciones sexuales; sino por el simple hecho de ser ciudadano mexicano y comportarse con el decoro debido; de lo contrario los días de la República también estarían contados. Leer la historia del Imperio romano puede ilustrar a quien piense en contrario.
El Presidente Peña Nieto se mantuvo firme en su gobierno, aun cuando los golpistas de la CNTE y las huestes del Peje en todo momento han querido tumbarlo, porque había respetado la fe y la familia. En el momento que prefirió romper con las mayorías para buscar el apoyo de una minoría que aunque apoyada por los medios, perdió el apoyo de las bases (como dicen los políticos) pues no dejan de ser una minoría, gritona y agresiva, pero una minoría, y las próximas elecciones darán cuenta exacta de su gran error.
Estamos en el llamado mes de la Patria y sería impensable que Hidalgo, Morelos, Allende, Guerrero, incluso otros hombres de épocas posteriores como Guadalupe Victoria, Gómez Farías, Benito Juárez, Melchor Ocampo, Villa, Zapata, Obregón, Elías Calles, etcétera, etcétera, permitirían guerra alguna contra la única institución que hace posible y viable la vida nacional: ¡La familia! ¿O usted que opina, estimado lector?.
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
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