Opinión
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La ineficacia de Fiscalía de Jalisco no es nueva ni desconocida. De ser una institución que en los años 60, 70 y 80 trabajara de forma aceptable, e incluso con eficacia plausible en determinadas etapas, llegaron los gobiernos del cambio, que dicho sea de paso, desconocían los hilos del poder y los soltaron, permitiendo que las instituciones públicas (incluida la Procuraduría o fiscalía) comenzaran a caminar a la deriva y con ello abrir puertas a la acechante corrupción, que siempre ha existido, pero que es deber del estado y de los litigantes (sí, también de los litigantes) mantenerla y someterla hasta donde sea posible.

     Hoy en día la procuración de justicia es prácticamente inexistente, letra muerta.Una institución que se ha ahogado en el pantano de la corrupción, la incapacidad, la ineficacia y la impunidad, con la complicidad abierta y cínica de ciertos despachos jurídicos que han hecho de esta su feudo, su coto personal de caza.Ningún abogado o ciudadano agraviado tiene voz ni valor en la Fiscalía si carece del aval de estos bufetes malamente llamados jurídicos, pues se trata finalmente de simples traficantes de la ley.De mercenarios de la justicia que a un pueblo largamente agraviado y dolido se le niega.

     En el siglo posmodernista se hace alarde de los avances tecnológicos, de las computadoras, teléfonos portátiles y tantos aparatos más a disposición del ser humano, y la procuración (e impartición de justicia), peor que en la época de las cavernas en que la ley del más fuerte era la que se imponía. Hoy es la ley del que tiene más dinero y abogados conocidos en la Fiscalía.

     Parece mentira que apenas hace unas décadas la justicia estaba al alcance de cualquier ciudadano. De cualquiera. Hoy no es así. Presentar una denuncia, con todo y los avances tecnológicos puede resultar un calvario y días enteros (que pueden convertirse en semanas, meses y años) de perder el tiempo. Largas colas, incapacidad burocrática, métodos arcaicos, CERO INVESTIGACIÓN, y nulo apoyo de la ley y el estado concluyen en la mayoría de los casos en el archivo, sin resultados, con el resentimiento del ciudadano que se topó con un gobierno duro, sordo e indolente a sus justos reclamos y agravios.

     Urge en calidad de ya la capacitación de Agentes del Ministerio Público, actuarios y demás personal de la Fiscalía, de su compromiso estricto con la legalidad y la procuración de justicia. De reclutar al doble o triple de policías investigadores y capacitarlos, no para guaruras de políticos (que no nos sirven de gran cosa) sino para detener a quienes delincan y comenzar a inhibir las hordas de asesinos, ladrones, fraudeadores, extorsionadores y demás fauna criminal.

     De instruirles y pagarles bien a los fiscales (M.P.) para que su compromiso sea únicamente con el ciudadano agraviado y con la procuración de justicia dentro de los marcos de la ley. De leerles bien la cartilla y no permitir más la corrupción en la Institución. México se está hundiendo y necesitamos entre todos comenzar a sacar el agua del barco nacional. Es tarea de todos, DE TODOS.

EL COLMO DE LA CORRUPCIÓN Y MALDAD

 

     En estos días este periodista se enteró de un caso en particular de corrupción francamente nauseabundo. Se trata de una denuncia de hechos reciente QUE NUNCA SE PRESENTÓ, y que un despacho, de esos que se creen dueños de la Fiscalía, haciendo huizachadas, trácalas, marranadas (dijera Fox) o lo que sea, hizo uso de una Averiguación Previa (que no le corresponde) presentada en su momento y radicada en una Agencia de Tlajomulco por otra causa y personas (en el año 2016); pero que en este momento se pretende usar, no como Carpeta de Investigación (pues es reciente), sino enfundada en una Averiguación que no le corresponde.

     Por si no fuera suficiente semejante ilícito, se están utilizando documentos sustraídos ilícitamente (robados, pues) de la bodega de una empresa a la que se metieron durante la noche mediante un boquete en la pared (como consta en una denuncia del año 2017). En el colmo de este caso de aberrante corrupción se pretende un peritaje de Ciencias Forenses—sin permitir a la persona que falsamente se acusa, presentarse a aclarar lo necesario y exhibir documentalmente ante la autoridad semejante acto delictivo pretendido en su contra—, señalando de paso que no puede haber mayor corrupción que utilizar las instituciones públicas para delinquir (al falso amparo de la ley).

     El actual Fiscal (Procurador), el Lic. Gerardo Octavio Solís Gómez, además de conocer a fondo la institución, es obvio que encontró otra muy distinta a la que dejó cuando estuvo bajo su cargo. Es sabido que es un hombre sensible, que incluso gobernó el Estado de Jalisco de manera interina lo que le permitió entender la problemática social desde una perspectiva más amplia y comprometida. Se espera por tanto que la procuración de justicia mejore en buena medida bajo su tutela y se implementen medidas y acciones que reviertan el estado de cosas.

      Que las investigaciones ya no sean tan burocráticas y más efectivas, que no desalienten al denunciante por cansancio, malos tratos o indiferencia, pues si en la calle es objeto de todo tipo de vejaciones y peligros ¿Su gobierno le vejará también?Que se investiguen y erradiquen ese tipo de practicas marrulleras y huizacheras, impropias de quien dice detentar un título de abogado, e inadmisibles en un funcionario encargado de la procuración de justicia. No más utilizar averiguaciones archivadas y encimarles asuntos nuevos a manera de extorsión o arma falsa de justicia.

       Hoy más que nunca la sentencia divina plasmada en las Sagradas Escrituras clama por vigencia y espacio en el sistema penal mexicano: “Porque yo Yahwéh soy amante del derecho, aborrecedor del latrocinio” (Isaías 61:8).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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