Dentro de los países civilizados, si es que todavía no nos han removido como tal, es imposible que sujetos de la calaña de Félix Salgado Macedonio hayan llegado al Senado de la República. Es como si Al Capone lo hubiera sido en su país en otros tiempos, y es que, en una democracia —en la que por consecuencia impera el estado de derecho— un individuo con semejante historial jamás hubiera pisado un pie en dicho recinto, mucho menos llegado a semejante honor. Antaño reservado para los mejores y más preparados.
Eso fue en el siglo pasado, en el actual y a partir de la presidencia del blofero e impreparado Vicente Fox, el Senado ha sido profanado por toda clase de bucaneros, charlatanes, vándalos, corruptos, incapaces, chiflados, mariguanos y demás. Así que la presencia de Salgado Macedonio solo corroboró el grado de putrefacción política que padece el país, pero que amenaza ya con carácter de desahucio.
¿O cómo se puede interpretar? que este delincuente profesional, señor de los escándalos y la inmoralidad, enemigo absoluto de las instituciones públicas se haya atrevido a contender por la gubernatura del Estado de Guerrero. Lo que es peor e inadmisible ¡apoyado totalmente por el presidente López Obrador.
De nadie es un secreto que este individuo además de estar denunciado por violador y de tener fama publica con tal deshonra, posee un historial negro que le impide de manera absoluta aspirar siquiera (no contender) por la gubernatura de Guerrero.
Periodistas especializados en temas de violencia criminal lo han señalado con ligas en el narcotráfico. Héctor de Mauleón, quien ha sido amenazado en muerte en el actual sexenio por causa de su trabajo, le señala de manera directa como el funcionario que abrió las puertas de par en par al crimen organizado en Acapulco, trayendo con ello la decadencia del puerto y la huida del turismo extranjero a ese sitio. Y es que en ese momento, enero de 2006, Félix Salgado Macedonio era el presidente municipal de la ciudad.
El otrora Acapulco del turismo clase mundial, se acabó durante su gestión municipal para dar paso a terribles balaceras y masacres a la vista de todos, a decapitaciones y una violencia jamás vista, pues como escribiera De Mauleón: “…A partir de entonces, y como nunca antes, el puerto se convirtió en escenario mayor de violencia. Cadáveres con tiro de gracia, encobijados, calcinados; balaceras y tiroteos a plena luz del día pasaron a formar parte de la vida del puerto”.
En un revelador y estremecedor artículo el referido periodista continúa relatando: “…Acapulco comenzó a crecer como un municipio violento. La violencia llegó a tal punto que en poco tiempo el puerto se convirtió en la tercera ciudad más violenta del mundo y la prensa internacional lo consideró ‘la capital del asesinato’. En cadena fueron quebrando bares, discos, restaurantes, antros, mientras La Barbie se paseaba con un convoy de camionetas blindadas y controlaba hasta el último gramo de coca que se vendía en las calles. Durante aquel período en el que la violencia se desbordó, y el narco lo infiltró todo, gobernaba el puerto el entonces perredista Félix Salgado Macedonio, alcalde de Acapulco entre 2005 y 2008” (En Tercera Persona, El Universal 6/Ene/2021).
Brincando al presente y tomando en cuenta sus antecedentes e historial, el asunto de fondo radica no en su postulación a la gubernatura de Guerrero, sino en que le haya postulado el presidente y su partido a sabiendas de quién es y cómo es. A no ser que se trate de una toma del país por bandas de delincuentes.
Y es que desde que el INE negó la candidatura a este hombre de negro historial, no ha habido día en que no arremeta contra el Instituto Nacional Electoral, de hecho al saberse electoralmente desahuciado, en una actitud abiertamente delincuencial acampó con sus huestes de violentos afuera del INE, lugar que le sirviera de foro, teatro, cantina, cocina, dormitorio, letrina y demás. Y mientras el TRIFE resolvía su impugnación a la resolución que le negara la candidatura, afuera del propio Instituto Electoral amenazó de muerte a su titular como señalaron diarios y noticieros: “Salgado Macedonio da por muerto a Lorenzo Córdova consejero presidente del INE” llegando al grado de colocar un ataúd con una corona de muerto y expresar que “Lorenzo estaba muerto” (El Universal, 12/Abril/2021).
Por si no le fuera suficiente su amenaza (que es un delito tipificado penalmente) advirtió que si los consejeros del INE no reivindican su candidatura, los buscará y divulgará el domicilio personal del consejero presidente, Lorenzo Córdova, a quien también llamó “cabroncito”. Librado de sus escasos frenos morales, si es que los tiene o algún día los tuvo, y cobijado por sus compinches (no necesariamente seguidores) dejó salir a la bestia que vive dentro de él y como simple extorsionador amenazó a los siete consejeros electorales que le negaron la participación:
—“Si no se reivindican, se los digo de una vez, los vamos a hallar a los siete, los vamos a buscar y vamos a ir a ver a Córdova, ¿no le gustaría al pueblo de México saber dónde vive Lorenzo Córdova?, ¿si les gustaría saber? ¿Cómo está su casita, de lámina negra que cuando llueve se gotea y moja su cuerpo, cabroncito… que no le rasquen los huevos al toro porque nos va a encontrar?”
En un estado de derecho es inadmisible semejante conducta delictiva, vulgar, simiesca, pues como advirtiera el rey de Esparta al tirano Jerjes rey de Persia: “Los griegos son libres, pero no en todo: tienen un amo, la ley, que temen aun más que el temor que inspiras a tus sujetos”. Igual sucede con los mexicanos.
Lamentablemente López Obrador a la manera de Jerjes no ha respondido como presidente, sino como jefe de partido y amigo del vándalo guerrerense, intentando entre ambos dinamitar la democracia mexicana que tantos años, dinero, sufrimiento y desencantos nos ha costado. No lo podemos admitir. La ley es dura pero es la ley.
Félix Salgado la violó y las autoridades electorales simplemente le aplicaron lo que ésta dice: “ART 229.- inciso 3. Si un precandidato incumple la obligación de entregar su informe de ingresos y gastos de precampaña dentro del plazo antes establecido y hubiese obtenido la mayoría de votos en la consulta interna o en la asamblea respectiva, no podrá ser registrado legalmente como candidato”.
En síntesis: resulta imposible que una persona sana moral, política, e intelectualmente, pudiera admitir y mucho menos promover la candidatura a Guerreo de Salgado Macedonio, quien entre otras cosas confesó de sí mismo:
—“Yo tengo más negativos que positivos. Yo sé que no estoy compitiendo para cardenal, ni tampoco para santo. Cuando me dicen: oye, hay que fortalecer aquí porque andas muy bajo, la fama es mala, muy mala, mujeriego, parrandero, jugador, borracho; todos los vicios de Gabino Barreda y de Simón Blanco me los juntaron. Yo así soy, soy incorregible, soy impredecible, soy incalumniable, todo lo que dicen de mi es cierto”.
Como reza el axioma jurídico: “¡A confesión de parte relevo de pruebas!”¿Cómo admitir siquiera como pre candidato a un individuo con semejante perfil e historial? Además de lo señalado aquí y visto en estos días, son conocidos sus continuos escándalos y borracheras —además de las acusaciones de multi violador— ¿Por qué López Obrador le ha apoyado ciega y férreamente a pesar de saber quién es?, ¿Qué se proponen, qué traen entre manos, qué tratos tienen con grupos fuera de la ley que desconocemos los mexicanos? La realidad es que Félix Salgado Macedonio es un delincuente que pide cárcel a gritos, sus delitos en campaña son muchos ¿cuántos serán los de su pasado?
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
Email: mahergo1950@gmail.com