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En esencia la petición de perdón pedida por López Obrador a España de que pida perdón por la conquista (petición apoyada por Claudia Sheinbaum), es un distractor para que no se toquen los gravísimos problemas nacionales que el tirano no desea que se traten en los medios, ya que su ególatra, y porque no decirlo, repugnante figura (política) pierda su falso oropel.

Su supuesta terminación de sexenio, cosa que está por verse, pues deja a la presidenta electa maniatada, sometida con una camisa de fuerza y un libreto a manera de opera bufa para que se guie al pie de la letra, los que no permiten, aunque se quisiera, considerar que dejará realmente de mandar en el país. Un mando que evidentemente no tiene nada que ver con un presidente democrático y visionario, sino con un cacique enloquecido, trepado en un imaginario altar patrio cuya figura central es él, y únicamente él. Claudia sólo es parte del escenario.

Aclarado lo anterior, pasemos a otro asunto por demás bochornoso, falso y ofensivo. Pretender que para tener como invitado a la asunción de la vice presidenta Claudia, España pida perdón de lo sucedido durante la conquista a principios del siglo XVI, es realmente otro síntoma la locura del tabasqueño. El problema es que la cortesana sucesora también alaba las finísimas vestiduras del monarca de Macuspana, cuando en realidad el hombre camina totalmente desnudo.

Procurando la brevedad histórica, se habrá de señalar, Y RECORDAR a López Obrador y demás integrantes de la banda de la 4-T (la familia de Claudia Sheinbaum llegó a México apenas en 1946, por lo que con frecuencia dice disparates históricos) ―que indebidamente se ostenta como gobierno― el principio divino, de que: “el que esté limpio de culpa (pecado) que tire la primera piedra” (Juan 8:7) ¿Podremos los mexicanos señalar algo de nuestros hermanos españoles?, que lo son, la mitad de nuestra sangre es española ¿o no somos una nación de mestizos?

Bien, pasemos a los hechos. Cuando el criollo, es decir, el hijo de españoles nacido en México, llamado Miguel Hidalgo y Costilla (con la educación de Marx Arriaga es de considerar que todas estas cosas ya no se enseñan, o lo hacen de manera deformada) inicia por estas fechas la guerra de Independencia, la paciencia y humildad de los indígenas le conmovía, un genuino amor cristiano (era teólogo) le lleva al extremo de iniciar una gesta armada que culminaría en la Independencia de la Nueva España (hoy México).

La cuestión, por cierto, ligada estrechamente con el tema de hoy, es que los pacientes y humildes indígenas que le movieron a iniciar la lucha, apenas tuvieron armas y sintieron fuerza, dejaron salir a su verdadero ser, de manera que doce días después, al luchar y tomar la ciudad de Guanajuato (la segunda en importancia en el país por aquellos años), se convierten en verdaderos monstruos, asesinando sin piedad alguna a la población española: hombres, mujeres, niños y ancianos, nadie escapaba a la horda de asesinos y ladrones, que, de ‘besar la mano al tata Miguel’, se transformaron en bestias sedientas de sangre y rapiña.

Una especie de Dr. Jekyll (el personaje de Robert L. Stevenson), que luego de beber la pócima, se convertía en el sádico criminal Mr. Hyde, pues, apenas caminaron unos cuántos kilómetros del pueblo de Dolores (habiendo bebido la pócima independentista ofrecida por el cura de la Parroquia) y se convirtieron en una horda de criminales despiadados sin escrúpulos ni piedad alguna.

De hecho, un tema que poco se comenta al respecto, es que, a causa de la violencia y crímenes de los indígenas que integraban sus tropas, Don Miguel Hidalgo de horroriza ante la conducta de sus hasta poco, fieles y humildes parroquianos, entrando en una severa depresión (que iría aumentando en la medida que las matanzas de españoles realizadas por los indígenas se iban sumando).

Luego de Guanajuato, se dirigen a Valladolid (hoy Morelia), llegando los primeros contingentes de aquel extraño ejército (compuesto por 60 mil hombres) el 15 de octubre. Don Miguel llega el 17 y entra de manera triunfal, el asunto es que las tropas, integradas en su mayoría por indígenas resentidos, de cristianos sólo de nombre (así como los de MORENA, resentidos y demócratas nomás de nombre), pronto se entregan a la rapiña y asesinato de la población española, lo que acrecienta la depresión de Hidalgo, inventando como pretexto “que los españoles habían envenado el aguardiente”, por lo que Allende tiene que intervenir con un cañonazo y tomando un vaso de aguardiente para detener la matanza y saqueo (y mostrar la mentira).

Asunto que a final de cuentas hace que Hidalgo, días después, y luego de ganar la batalla en el Monte de las Cruces (30/Oct/2024), detenga sus tropas y no tome la ciudad de México; aun cuando ya estaba en las goteras (para evitar la matanza de españoles).

Matanzas que sin embargo no pararon. Una tras otra sucedieron en el trayecto. Baste decir que aquí, en nuestra ciudad, en Guadalajara, a principios de diciembre 1810, habiendo ya tomado la plazala tropa cuatroteísta, perdón, independentista, la plebe enloquecida de sangre degüella y asesina a 700 españoles. Un hombre conocido como “Marroquín” se encarga de dirigir la masacre contra los españoles.

De manera que el que cobra todavía como presidente (pero que nunca se ha comportado como tal) no tiene cara alguna en pedir perdón al gobierno de España ni a su monarca ¿o sí? Y por si sirviera de algo a esta troupe de improvisados e ignorantes, las Sagradas Escrituras, que son en esencia (y pureza) la manera como Dios habla a la humanidad buscando su salvación, su reconciliación para con El, justo en sus páginas nos advierte que cada quien es responsable de sus acciones “No se dirá más. Los padres comieron las uvas agrias y los dientes de los hijos tienen la dentera, sino que cada cual morirá por su propia maldad” (Jeremías 31:29-20).

     Mientras el Creador en su justicia hace a cada uno responsable de sus acciones, este tirano enloquecido, que sólo se ha dedicado a destruir y dañar a su prójimo y al país durante su miserable vida, quiere, en su delirio, que los españoles pidan perdón por sucesos de hace cinco siglos. De remate ¡En verdad, de remate!

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

 

Email: mahergo1950@gmail.com

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