La política social de López Obrador y continuada por Claudia Sheinbaum se basa fundamentalmente en dar dinero, lo cual, suena romántico y generoso. No lo es. Se trata de una política populista y perversa que tarde o temprano traerá para los mexicanos un alto precio a pagar, mucho más allá de lo económico.
El tabasqueño quiso pasar como un “Chucho el roto” o “Robin Hood” a la mexicana. Claro, para un hombre que nunca ha trabajado en nada, que no sabe producir y solo sabe destruir, su aparente generosidad le auto colocó en un pedestal, sin embargo, la realidad no es así.
El dinero no se da como la maleza, hay que producirlo, ganarlo y después, de existir, repartir una parte con los más necesitados (pero no discrecionalmente o como borracho despilfarrador en la cantina). En el último año de su terrible desgobierno, López Obrador pidió prestados DOS BILLONES DE PESOS (es decir, DOS MILLONES DE MILLONES) para poder cumplirle a las masas cada vez mayores de mexicanos que reciben “ayuda” de un gobierno derrochador e irresponsable” que no meditó en momento alguno de lo que pensaba hacer y lo que podía suceder en el futuro.
Las ayudas gubernamentales a los más pobres y a los pobres de los pobres, ya estaban implementadas desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, sólo que en los sexenios anteriores el programa se llamaba de otro modo y la ayuda se entregaba una vez realizado el respectivo estudio socioeconómico. ¡No como se hace ahora en la ‘Cuarta Transformación’!, donde se regala dinero indiscriminadamente, tenga necesidad económica o no el beneficiario.
Semejante política dilapidadora traerá sobre México —de hecho, ya está ocurriendo— una serie de consecuencias negativas que nos pueden llevar incluso hasta la violencia. Regalar dinero a quien realmente no lo requiere o que puede ganarlo mediante el trabajo honesto y productivo, produce pereza y perezosos. Un lastre para el país y para los que trabajan (alguien tiene que trabajar para que se pueda regalar ese dinero).
Y entre más personas reciban esa ayuda la productividad del país disminuye, ya que el nivel cultural y educativo de los mexicanos va en descenso y no se preguntan —ni tampoco los interesa— de dónde sale ese dinero. Los gobiernos no pueden, mejor dicho, no deben emitir billetes que no estén sostenidos en el trabajo y esfuerzo nacional. En otras palabras: el dinero que regala el gobierno no lo produce él: viene de los impuestos que pagan los micro, pequeño, mediano y grandes negocios, y dadas las condiciones actuales, en las que un pésimo gobierno y una fauna criminal cada vez mayor y más nociva, oprimen a los mexicanos, ya no hay manera de continuar con ese despilfarro de dinero regalado.
Las ayudas a los verdaderamente pobres deben continuar, pero antes, realizar un estudio socioeconómico nacional con todos los que actualmente reciben ese dinero, y dejar de hacerlo con los que no tienen necesidad de recibirlo, o con personas y familias cuyas condiciones les permiten trabajar y obtener dinero por medio de su trabajo. Fomentar la pereza, además de ser negativo y dañino, es muchas veces aliciente y fomento a la delincuencia.
México está a punto de bajar dos puntos en el tablero del PIB de las economías mundiales (del 13 bajará al 15, El Universal, 28/Oct/2024), como efecto directo de su productividad en declive. Ningún país puede salir adelante regalando dinero y dejando de trabajar o bajando el ritmo de trabajo. Hasta en las Sagradas Escrituras se señala: “EL QUE NO TRABAJA QUE NO COMA” y, si hay algo que sobra en México, es empleo. Lo que falta son manos para ocupar esos empleos.
La mente distorsionada de Andrés Manuel López Obrador; un psicópata que nunca debió ocupar la presidencia de México, es ajena al trabajo. Su odio contra los que trabajan, producen y tienen, es causa y efecto del susodicho programa. Regalar dinero indiscriminadamente no acaba con la pobreza, al contrario: a corto y mediano plazo produce más. En corto tempo crea una mentalidad ajena al trabajo, proclive a exigir, a creer que los demás tienen la obligación de darle dinero, y en este punto es donde comienza el verdadero peligro.
Las fieras del campo por lo general le tienen miedo al ser humano, pero cuando el hambre extrema les orilla a matar seres humanos se “ceba”, se convierte en un peligro para las comunidades y pueblos. Así también puede suceder con las dádivas indiscriminadas de dineros públicos. En muy corto tiempo ya no habrá fideicomisos, ni recortes presupuestarios de otros rubros para ganar la simpatía de los votantes mediante las dádivas de dinero.
A lo pronto Claudia Sheinbaum podrá pedir dinero prestado para comprar la simpatía de esa masa que MORENA tiene cautiva mediante el pago de su favor electoral, lo cual no puede continuar por mucho tiempo. Los dineros públicos escasean y el dinero prestado produce altos intereses y, por consecuencia, inflación y malos servicios a la población (en salud, seguridad, educación, infraestructura, desastres, etcétera).
El actual gobierno debe pensar y actuar con rapidez al respecto. La opción más sensata es dejar las ayudas económicas sólo para quien en verdad las necesite. Al que ya tiene una pensión (por decir algo, superior a los 12 o 15 mil pesos) dejar de dar ese recurso; a los jóvenes no dar dinero, sino pagar sus estudios y en casos, bien comprobados, dar ayuda a los de buenas calificaciones y reconocimiento de las escuelas o universidades ya constituidas.
Quitar las dizque ‘universidades’ del bienestar y/o Benito Juárez —o como se llamen— pues solo duplican las funciones educativas, restringiendo los recursos a las universidades de verdad y ofreciendo una educación por demás cuestionable. México es como una familia y los ingresos nacionales ya no dan para sostener tanto ocioso y tanto parásito social.
Porque de seguir las cosas como están, en el momento que se acabe el dinero y el gobierno ya no se los dé, a la manera de fieras cebadas, las masas acostumbradas al dinero fácil, a cobrar en el cajero sin hacer nada, se lanzarán como fieras a las calles a exigir derechos que no tienen y jamás debieron de existir.
¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!
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