DESOÍDOS, CALUMNIADOS, EMPOBRECIDOS Y AMENAZADOS
El trato concedido por el Gobierno de Jalisco a los camioneros francamente es condenable desde cualquier punto de vista. Habiendo tenido bajo su cuidado y administración por muchos años el transporte público de la zona metropolitana, y habiendo fracasado con un déficit multimillonario que le obligara a pasar ese servicio a los particulares, ahora pretende exigir a ese castigado sector de sus gobernados lo que no pudo sostener ni resolver en su tiempo.
Se supone y esperaba que nadie mejor que el gobierno estatal entendiera la grave crisis que atraviesa el gremio camionero a causa del alza terrible del diésel, de las llantas, costo de las unidades, sueldos de los choferes, etcétera, pero, sobre todo, por lo barato del pasaje que se viene arrastrando desde el sexenio anterior; desequilibrio que les impide siquiera sacar los costos, provocando que de unos años a la fecha no solo pierdan, sino que se hayan descapitalizado. Cosa que parece no importar en absoluto a las autoridades.
La amnesia del gobernador, del jefe de tránsito (vialidad), del Sistecozome y demás funcionarios de lo que padeció el estado con las multimillonarias pérdidas cuando manejaban el transporte público, además de no creíble, denota una falta de sensibilidad social muy marcada. Los dueños de los camiones, la mayoría posee de una a tres unidades, también son ciudadanos, también deben ser escuchados y atendidos, pues en el contrato social todas las voces, sobre todo las que producen y sostienen la sociedad deben ser cuidadas. ¿O acaso los derechos humanos son exclusivos para delincuentes?
Y es que, hace unos días ante las enormes pérdidas que les han llevado a la quiebra a muchos de ellos; a la imposibilidad de pagar la mensualidad de sus costosas unidades; pero sobre todo, ante la necesidad de llevar el pan a su casa (también las familias de los camioneros comen, visten, calzan, etcétera), organizaron una manifestación pública ad-hoc a su trabajo: ¡Paro de servicio de transporte!
¡Ahhhh…. no lo hubieran hecho! Gobierno y algunos medios, que paleros (por decirlo de manera suave) o ignorantes, mejor dicho, incapaces de distinguir una injusticia social y capaces de acusar y denigrar sin conocimiento; se desgarraron las vestiduras al más puro estilo farisaico acusando a los camioneros de los peores calificativos. De monstruos sociales enemigos del pueblo ¿En verdad las cosas son así?
Urge que gobierno y los medios que le hacen el “caldo gordo” cambien de actitud, que reflexionen, y en un acto de justicia se sienten a entender el problema atendiendo a este sector por demás golpeado y buscar soluciones prácticas y justas. Ni son “pulpos” ni son delincuentes. Son ciudadanos que en su momento se atrevieron a invertir, quizá incluso los ahorros de toda una vida, en un servicio que el gobierno fue incapaz de ofrecer.
El miércoles 14/Mar/2018 el jefe de Tránsito (Vialidad) habló ante los medios que les sirven de caja de resonancia para amenazar públicamente con costosas multas e incluso con la cancelación de la concesión a todos aquellos que participaron en el paro. Ya encarrerado, amenazó también con utilizar la Secretaría del Trabajo para “proteger a los choferes” de sus patrones. ¿Qué no sabe el funcionario que los choferes ganan más que los maestros?
En momentos muchos ciudadanos se preguntan si el actual gobierno de Jalisco (así como sucedió con varios de sus antecesores) entienden de verdad su enorme responsabilidad social.
Una reflexión: los choferes, no los camioneros, se ven inmiscuidos en un accidente y el propietario de la unidad es el que sale siempre perjudicado. Las multas están siempre a la orden del día y por el menor pretexto. Y si un camionero tiene la desgracia de que su unidad vaya a parar a los depósitos del IJAS, en la mayoría de los casos cuando la vaya a recoger la encontrará desvalijada (robo de la computadora, la mayoría vale más de $30 mil pesos y hay otras de autobuses nuevos que superan los $100 mil pesos, además de que les roban infinidad de partes, incluso hasta los tableros, sin que la autoridad, que se supone es la guardiana de las unidades, se quiera hacer responsable de semejantes latrocinios y despojos.
Como se ve, no hay pulpos ni monstruos al estilo de Guillermo del Toro, hay un problema social, y grave, que el gobierno se ha negado a reconocer (y resolver con justicia) convirtiendo a los camioneros en victimarios y “enemigos” sociales, cuando quizá sea el revés. En su desvarío y ausencia de sensibilidad, como ya se mencionó, el pasado viernes el gobierno estatal anunció en los medios haber iniciado 500 procedimientos administrativos para sancionar a 13 rutas (Milenio 16/Mar/2018).
¿Así o más represor? Si tomamos en cuenta la violencia y la situación política local, así como el nivel y actuación de la mayoría de los funcionarios de primer nivel que integran el gobierno de Jalisco; el resultado me recuerda la reflexión que hiciera el brillante político e intelectual galo, Francois de Chateaubriand: “¡De qué poco dependen los imperios! Una real ordenanza y seis ministros sin genio o sin virtud bastan para hacer del país más tranquilo y floreciente el más turbulento y desgraciado” (Memorias, IV tomo, pág. 1854). Cualquier parecido con lo que pasa en Jalisco, es pura y mera coincidencia. ¿O usted qué considera estimado lector?.
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
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