Opinión
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México había padecido a malos presidentes, por cierto, no pocos. Pero como el actual ninguno. La personalidad de López Obrador es única en los anales de nuestra historia, en él se juntaron casi todos los vicios morales y espirituales. Vaya, sin siquiera el otro López (Santa Anna) resultó tan nocivo.

     Habíamos tenido derrochadores, como Echeverría y López Portillo, los que en sus sueños de grandeza —como sucede con AMLO— lograron, sin embargo, hacer obras que quedaron para beneficio de todos los mexicanos. Los perdió el poder, ciertamente, pero no eran tontos ni incapaces. En su delirio de grandeza y ebriedad de tanto poder dejaron de pisar el suelo y se quedaron en el olimpo que se formaron en su ensoberbecida mente.

       Ya no escuchaban a las mentes capaces y sensatas que estaban cerca de ellos. Para desgracia nuestra, al lado del tabasqueño nunca hubo ni hay mentes capaces y sensatas. Sus complejos, traumas y soberbia nunca le han permitido codearse ni hacer equipo con personas inteligentes y creativas, si acaso, bucaneros y vividores.

     En otras palabras, la ley de grupo se impuso: corruptos, ladrones, marchistas, manifestantes de oficio, políticos expulsados o tránsfugas de todos los partidos y demás, encontraron el “López Obrador” a su líder, al macho alfa que guiara la manada depredadora, que, dicho sea de paso, ya casi aniquila con el futuro de México (si antes no se le quita del poder).

      Muchos consideramos que jamás llegaría al poder. Su personalidad violenta, anárquica, enemiga del trabajo, el orden y la ley eran y han sido tan obvios que se pensó que todos la veían. No fue así. El mexicano apático a la cosa pública le llevó al poder, por supuesto, guiado por bandas (algunas del narcotráfico como se ha estado revelando estos días en los medios nacionales e internacionales).

     “¡Gobernar no tiene ciencia!”, dijo atrevidamente al inicio de su mandato, sin que sus fanáticos seguidores analizaran las palabras de este orate que no tiene la menor idea realmente de lo que significa gobernar un país como México. Con tantas y tan alta responsabilidad para un hombre tan ignorante, engreído, quien de paso odia el estado de derecho y la vida republicana, su incapacidad para llevar las riendas del País son tan evidentes que cualquier mente consciente de la realidad le produce escalofrío ver a este irresponsable al frente de la Nación.

     Desde el primer día que asumió el poder miente. En su discurso frente a la Alameda en la ciudad de México (al ganar las elecciones) pronunció un discurso impecable, el cual nada de los dijo ese día ha cumplido, reflejando que alguien con sus ideas en orden se lo escribió.

     El, en cambio, todos, pero absolutamente todos los días miente. A los católicos y evangélicos les dijo que era creyente, sin embargo, su fervor se extinguió el 1º de diciembre de 2018, al salir de Palacio Nacional y arrodillarse en el templete ante brujos y hechiceros para que le hicieran limpias y ritos paganos. ¡Señal negativa que marcaría el rumbo de este enviado de las tinieblas!

     Desde entonces a la fecha ha hecho de la mentira su herramienta favorita para salir (aparentemente) airoso de todo cuestionamiento. En su mente torcida y perversa NUNCA ACEPTA SUS YERROS, INCAPACIDAD, DEFICIENCIAS Y MALAS ACCIONES, siempre culpa a otros, él es la víctima de todos. El sufridito de los demás que no reconocen su falsa grandeza y hechos que saltan a la vista. Hechos que por supuesto solo existen en su mente perturbada y fantasiosa que le aporta “otros datos”.

      No traeré a colación por esta vez la enorme lista de mentiras de obras que no ha hecho y de las que se jacta. Lista que día con día aumenta, como también aumenta la deuda de México y el sufrimiento de los mexicanos; que, si millones todavía no lo ven, es precisamente porque este embaucador compulsivo les mantiene en el engaño. Pero como reza el título del presente artículo, PODRÁ MENTIR, PERO NO POR SIEMPRE.

      Todas las mañanas, sin excepción, este hombre sin escrúpulos ni límites morales se levanta de madrugada a mentir (y destruir algo en el país), a calumniar y ofender a todo aquel que le señale sus mentiras, excesos y derroches, ni qué decir de su total incapacidad para gobernar (entregando en manos de las bandas criminales casi todo el territorio nacional).

     Mintió al decir que el NAIM estaba lleno de corrupción, utilizando su falacia para cancelar una obra tan brillante como necesaria. Mintió al llegar la pandemia diciendo que no era nada, que se abrazaran, que salieran a la calle, que era como una ‘gripita’, es más, les aconsejó a sus ingenuos seguidores que se compraran ciertas estampitas con rezo mágico y con eso. Para desgracia de más de 800,000 mexicanos que murieron por coronavirus las mentiras del dizque presidente no les funcionaron.

     Aseguró a sus seguidores que crearía un servicio de salud como el de Dinamarca, y lo único que hizo fue casi destruir el que se tenía, dejar de darle mantenimiento. Destruyó el sistema de compra y distribución nacional de medicinas, dejando a decenas de millones de mexicanos enfermos, sin medicinas, y sin un acceso adecuado a la salud.

     Mintió construyendo un aeropuerto (que solo remodeló) y que hoy es un elefante blanco en el que se tiraron cientos de miles de millones de pesos. Mintió construyendo una refinería que no sirve para nada y que ha costado una verdadera fortuna (alrededor de medio billón de pesos) sin que refine un litro de gasolina.

     Mintió con un tren maya que solo es un capricho de su mente engreída y torcida, el cual inició su construcción sin ningún estudio de factibilidad, excepto, la soberbia del inquilino (usurpador) de Palacio Nacional. Ha mentido en todos los aspectos y necesidades de la vida pública nacional: educación, salud, seguridad, ciencia, tecnología, campo, recursos hidrológicos. Ni siquiera se ruboriza este mitómano encallecido por la maldad de sus pensamientos y acciones. Sin embargo, se puede decir y anticipar, que pude mentir, pero no por siempre. El juicio de la ley tarde o temprano le llamará a cuentas.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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El fracaso del actual gobierno es absoluto y de daños a muy largo plazo. Y aunque era previsible que la novatez de López Obrador así como de la mayoría su gente se mostraran en sus acciones; casi nadie consideró que su incapacidad para gobernar fuera total. Se esperaba un mínimo de capacidad y responsabilidad. No la hubo.

     Un régimen dictatorial con una sola voz de mando ha sido la constante. No ha habido gabinete ni responsabilidades para nadie. Todo queda en la silla presidencial en la que un hombre limitado engreído, rencoroso, violento y resentido toma todas las decisiones, por lo que los secretarios pasaron a ser simples chalanes a las órdenes anárquicas, ególatras y despilfarradoras de su patrón. Un hombre perturbado que confunde la presidencia con la propiedad del país (al que considera ‘suyo’ con todo y sus habitantes).

      Con semejante desvarío era obvio que nos sumiéramos en el caos, que si no ha sido mayor es por la misericordia divina, la cual, se ha manifestado en el deseo de decenas de millones de mexicanos de buscar y vivir en paz. Situación que les ha dejado a merced de las incontables bandas de asesinos y malhechores que ante los «abrazos y no balazos» de su amigo y benefactor han encontrado en la impunidad el caldo de cultivo que les ha permitido crecer como células malignas por todo el cuerpo social. En otras palabras: por toda la República Mexicana.

    A las bandas criminales no les importa en absoluto la vida de los mexicanos, ni mucho menos la gobernabilidad. Para ellos hay suficiente ‘gente’ para robar, extorsionar, despojar y asesinar, y el gobierno son ellos. Punto. Para los criminales el gobierno mexicano en sus tres niveles se ha convertido en una bola de cobardes, gran parte de ellos, a su servicio. Es del dominio público que en la medida que el inútil gobierno se ha cruzado de brazos ante ellos permitiéndoles hacer cuanto les plazca; en la misma medida le han perdido el miedo humillando a soldados e incluso matarlos (no se diga a policías estatales y municipales) grabando escenas antaño impensables que ridiculizan al gobierno de AMLO y horrorizan a los ciudadanos al ver que solo se tiene un gobierno para cobrar impuestos. Nada más.

     Y aunque se repite en este espacio: el siempre creciente número de ASESINADOS, al viernes 26 de enero van 177,723 lo que significa un horror; una carnicería despiadada de ciudadanos que no le importan en absoluto al hombre que vive en Palacio Nacional (que es propiedad de todos los mexicanos; no su casa particular). Asesinatos que en un 98 por ciento permanecen impunes, lo que alienta a la fauna de bestias disfrazadas de seres humanos a continuar con este aquelarre, que, al final, tendrá no sólo que ser detenido por quien gane las elecciones, sino consignar a tanto irresponsable que no hizo nada por hacer valer la ley. Y, por supuesto, meter a las bandas de asesinos a la cárcel o al cementerio (si se oponen al retorno al estado de derecho).

     Aunque a la cifra de asesinados habrá que aumentarle cuando menos otros 50 mil de los DESAPARECIDOS que hasta el presente son alrededor de 125,000. Desaparecidos que son personas, que son esposos, padres, hijos, nietos, hermanos, todos llorados, todos ausentes del hogar, con camas vacías, diálogos y proyectos truncados, con vidas dañadas en muchos sentidos que no le importan un comino ni al que cobra como presidente ni a las bandas (cada vez más parecidas a los terroristas de Hamás).

     Ante la impunidad ofrecida desde el gobierno, los malhechores se han diversificado e incluso algunos que antes no lo eran, se han sumado a sus ilícitos, inventando y aumentando la oferta delincuencial al grado que los códigos quedaron obsoletos y los (casi inútiles) legisladores han quedado muy atrás en la tipificación de los mismos. El internet, la telefonía móvil y la Banca electrónica les han abierto un sin fin de oportunidades a los malhechores, que además de sumir a la población, aún más, en la angustia y pérdida de sus patrimonios; la autoridad ha resultado inútil, rebasada  (concediendo malos tratos en las Fiscalías a quienes debieran cuidar y conceder justicia expedita).

     Espacio nos falta para hablar de los SECUESTROS, cáncer que lejos de disminuir en el presente sexenio se ha multiplicado trayendo dolor, traumas y pérdidas en muchos sentidos a las víctimas y sus familias; aunque para López Obrador y la señora que tiene al frente de Seguridad solo sean datos, Peor todavía, rasurados y maquillados.

     Por si faltara algo a este cuadro de horror social, los chacales que se visten de personas y se ostentan como “carteles”, como si tal cosa no fuera su vergüenza pública: violan mujeres y niños, a muchas de ellas luego las asesinan y tiran (como si fueran papeles) y a otras las esclavizan en la prostitución, destruyendo sus vidas en todos los sentidos y dejando a sus familias en un dolor que no se extingue.

    ¿Qué decir de las EXTORSIONES?: en las que comerciantes, empresarios, campesinos, profesionistas, taqueros, taxistas, transportistas y cuanta persona trabaja honestamente, son ahora despojados de sus ingresos, y de negarse a hacerlo simplemente son asesinados. Peor: los criminales se convierten en dueños y los dueños en empleados, al grado de poner precio a los productos provocando una inflación en los alimentos que el gobierno oculta con sus “otros datos”.

      Al sentir el apoyo poco simulado del gobierno, los criminales han ido DESPOJANDO a miles de mexicanos de sus tierras, huertas negocios, casas, edificios, dinero, vehículos, etcétera, sin que el gobierno intervenga para nada, creciendo cada día los territorios dominados por los hampones ¿Esto es parte de la estrategia de la 4-T o es su incapacidad la que lo ha propiciado?

     Hoy decenas de millones de mexicanos están sufriendo mucho sin que al gobierno le importe nada ni resuelva nada. Miles de desplazados y despojados que teniendo tierras y patrimonio, ahora son parias vagando porque no hubo gobierno que les protegiera. Madres que escarban en la tierra tratando de encontrar al hijo de su vientre que le fue arrebatado a la fuerza por los criminales. Madres, esposas, hijos, que lloran a sus padres (o madres) policías asesinados por las bandas criminales…   Un gobierno que ha mostrado total indiferencia y cero empatía por el pueblo mexicano; gobierno, que, sin duda deberá ser enjuiciado por tanto crimen cometido sin que haya cumplido con nada ante tanta y semejante responsabilidad.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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Su naturaleza anarquista y depredadora no le dejará jamás. El arbusto espinoso siempre producirá espinas, así López Obrador, por más que pronuncie la palabra democracia jamás luchará por ella y mucho menos la protegerá (siendo como es un enemigo natural de ella).

     La semana que termina, en un acto propio de los Hitler, Mussolini, Castro, Kadafi y Hussein, el que cobra como ‘presidente’ pero que actúa como dictador— con descaro absoluto, AMLO declaró que enviará al Congreso una iniciativa para desaparecer los llamados órganos autónomos. Entiéndase: INAI, CRE, CNH, CoFeCe, CNDH, IFeTel, y otros más.

     El fondo de su intención es acabar con los equilibrios en el poder público, pues el tabasqueño no soporta que nadie lo fiscalice ni le obligue a rendir cuentas. No se es dictador en vano. No soportan que nadie les diga nada, ni les impida sus berrinches o acciones descabelladas. En sus mentes trastornadas y corazones malvados se creen con derecho de vidas y bienes (nacionales y de las personas).

      Pero como todo lo que hace este mentiroso incurable, pretende (estúpidamente) disfrazar sus intenciones, alegando razones que un niño puede echar abajo si se cuenta con la información. De hecho, se ha de señalar que sus argumentos no pueden ser más pueriles y absurdos. Con el cinismo que le caracteriza, declaró desde su púlpito castro-chavista que la desaparición es para “compensar a los trabajadores afectados por el saqueo neoliberal”.

     A su perorata pazguata e insoportable, le agregó más veneno envuelto en macro mentiras: “Necesitamos esos recursos para compensar a los trabajadores que fueron dañados por la reforma neoliberal de Zedillo, que… cuando se jubilan reciben la mitad de su sueldo, como ayudamos a todos los damnificados del saqueo neoliberal” (mañanera del 19/Ene/2024).

     La intención es buena. Lo malo y condenable es envolver su mentira y deseos, jugando con algo que no puede cumplir, que sólo es un pretexto para deshacerse de todo equilibrio, con todo aquello que limite su soberbia y poder absoluto. Y él lo sabe perfectamente, lo cual lo hace más culpable al agregar las tres agravantes a su infamia dictatorial. Sabe perfectamente que no hay recursos nacionales (no préstamos) para cubrir ese deseo.

      El tabasqueño sabe perfectamente que el dinero de los órganos autónomos que desea desaparecer no alcanza para cubrir el dinero faltante de las pensiones (como él argumenta falsamente para engañar a los trabajadores). Para darnos una idea de todo esto, el presupuesto total de dichos órganos para este año (2024) de $5,857 millones de pesos. Nada, prácticamente nada para el beneficio que representan a los mexicanos, y que, de desaparecer, dejaría a López y sus huestes corruptas sin freno alguno. Sin cuentas qué rendir y sin voces ni documentos que les exhiban públicamente

     Eso por un lado, por otro, esa cantidad no serviría gran cosa para cubrir la otra mitad de las pensiones que asegura López Obrador pagaría. Pero, ¿cómo podemos esperar que este hombre limitado de neuronas y sobrado de hormonas y chifladuras pueda hacer cuentas de semejante calado? Imposible…

     De hecho, él mismo exhibió su torpeza; su incompatibilidad con el mundo de los números, pues luego dijo —según él, para quedar bien con los trabajadores de dichos órganos autónomos— “que no serían despedidos, que serían acomodados en otras dependencias”. En verdad, se necesita estar mal de la cabeza o carecer de raciocinio para decir tantas tonterías.

      Su argumento inicial era, que, con el dinero de esos órganos, se iba a pagar la otra mitad de las pensiones. Sin embargo, y a la manera de la “chimontrufia”, al rato sale con que a los trabajadores no los van a despedir, sino a colocar en otras dependencias.

     La cuestión es que todo trabajador lo hace para que le paguen un salario. Y si los cambia a una dependencia pública van a continuar cobrando. Por tanto, la desaparición de los órganos autónomos no serviría económicamente para nada, puesto que la plantilla laboral se mantendría. En otro lado, pero pagándoles, con lo que la pretendida desaparición de los órganos autónomos queda claro que no serviría para nada, que sólo es un pretexto.

     ¡En fin, todo, absolutamente todo es una farsa! Un teatro absurdo en el que el tirano intenta maquillar sus intenciones corruptas para hacerse totalmente del poder, destruyendo y deshaciéndose de todo aquello que le estorba, viniendo a la memoria las palabras de Lord. Acton: “El poder corrompe, y el poder absoluto corrompe absolutamente” ¿Esa farsa opresora queremos los mexicanos para nosotros y nuestros hijos? ¡Jamás!

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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Muchos mexicanos quisiéramos hablar de otras cosas y temas. De dar espacio a López Obrador para que nos demuestre que no todo es mentira, engaño, corrupción y destrucción. Lamentablemente no se puede. El mismo se encarga de dinamitar los puentes del beneficio de la duda, así como del respeto.

     Un día sí y otro también deja que su larga lengua y mente trastornada le exhiban como lo que es: un mitómano incorregible. Un hombre que jamás debió contender por la presidencia de México, en la que si bien hemos visto (y padecido) una galería de personajes dañinos y corruptos, para desgracia nuestra el tabasqueño ha resultado el peor de todos.

     Solo los fanáticos que le siguen (que parecen trastornados, ajenos a todo raciocinio que tenga que ver con su persona y desgobierno) o los desinformados, pueden hablar todavía a su favor; corriendo el riesgo de que en muy poco tiempo los pesados anaqueles y archivos de los derroches, corrupción, endeudamiento, destrucción de Instituciones, y la mucha sangre derramada a causa de su amistad, complicidad o desatención a sus deberes para aplicar la ley a la enorme fauna delincuencial que azota al país de costa a costa y frontera a frontera, les caigan encima.

     El pasado jueves (11/Ene/2024) en un arrebato de locura y charlatanería, que los tiene con frecuencia este hombre incapaz e irresponsable, se atrevió a declarar públicamente: “…que sólo le falta cumplir dos de los 100 compromisos que hizo en 2018”.

     Se requiere obviamente que una persona esté enferma de la mente para atreverse a tanto, a tanta mentira, cinismo y desvergüenza. El país en caos, dominado por los violentos derramadores de sangre y apropiantes impunes del trabajo ajeno, con una inseguridad jamás vista en un siglo, endeudado el país por varias generaciones y a punto del colapso total (de no pararle el alto a este demente e irresponsable), y aparece con su cara cínica a decir que prácticamente ya cumplió con lo prometido. Que de las promesas hechas al iniciar su (dizque) gobierno ya cumplió con 98.

     En verdad que no tiene vergüenza. Nunca la ha tenido. Su cinismo es proverbial, pasará a la historia, pero no como él piensa en su delirio, sino como un irresponsable, atrevido y destructor; como un embustero cargado de odios y resentimientos contra todo y contra todos; pero sobre todo contra las personas que trabajan y viven correctamente, sometidas al imperio de la ley.

    Si empezamos con la salud, los 800,000 muertos de la pandemia, de los cuales cuando menos la mitad pudieron evitarse si hubiesen recibido la atención médica adecuada. Pero no, todo se hizo a caprichos de su persona (con la complicidad y abyección de los titulares del sector salud). A lo que debe agregarse los miles de niños muertos por falta de medicinas contra el cáncer que su gobierno (de la 4-T) no les proveyó.

     Como también los miles de muertos de otras enfermedades que por no ser atendidos en el momento que se debía o no darles los tratamientos médicos que se requerían, también murieron (pues en un acto absoluto de irresponsabilidad canceló el sistema de compra de medicinas para el sector salud público, que dicho sea de paso llevó muchos años para afinar y lograrse). Como también canceló la compra de equipos médicos necesarios y la reparación y mantenimiento oportunos de los que ya se tenían, prolongando los tratamientos y citas que en miles de casos resultaron en muerte de los pacientes (que no aparecen en las estadísticas como causa de la desatención).

     Se comprometió a NO aumentar la deuda pública y tan solo para este año ya pidió prestados $1 billón 900 mil millones de dólares (más los otros préstamos con los que ha endeudado al país). Dijo que no habría más gasolinazos, que el litro de gasolina costaría $10.00 pesos y actualmente vale un promedio de $15.00 pesos el litro, es decir, el 150 por ciento más caro de lo que prometió.

     Pero, sobre todo, se comprometió a que en seis meses acabaría con la inseguridad. Lleva ya cinco años su mal gobierno y la cifra de asesinados supera los 225,000 (sumando los 175,000 contabilizados más otros 50,000 también asesinados pero que cuentan entre los ‘desaparecidos’ para que no les aumenten las cifras).

      En mala hora este embustero logró engañar a tantos votantes. Lamentablemente este caradura ha llegado a tal grado de cinismo que es capaz de engañar con una cara que envuelve fácilmente a quien no le conoce o está enterado de sus hechos. Ante semejante desgracia nacional es urgente que todos los sectores, sin importar la preferencia política o religiosa, se unan y se ponga un alto a este depredador. A este hombre enfermo de la mente y del corazón que solamente ha traído destrucción, desunión, así como ocasionado y permitido muerte, muchas muertes (más de un millón de ellas) para que sea destituido del cargo a manera de ya.

 

SENTIDO PÉSAME

 

     El jueves 11 de los corrientes, el Dr. Sergio García Ramírez, hombre y ciudadano de bien, jurista ejemplar, Maestro emérito de la UNAM, ex Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ex Procurador General de la República y articulista veterano en los medios, falleció. A su familia le envío mi más sentido pésame; el país requiere de más ciudadanos de bien como este mexicano.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

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