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Aunque se quisiera ser generoso; sobre todo con la nueva presidenta municipal, las autoridades tapatías, o no saben realmente como se encuentra Guadalajara o son un equipo más de pseudo políticos ambiciosos que ni a mediocres llegan. La presidenta Verónica Delgadillo deberá entender que no ganó el cargo por su simpatía o carisma. Lo cierto es que decenas de miles de tapatíos votaron por ella para no dividir los votos y no permitir con ello que llegara el candidato de MORENA.

     La munícipe tapatía debe reflexionar que decenas de millones de mexicanos estamos en contra de la banda de mafiosos de MORENA que nos están llevando a una dictadura al estilo Cuba y Venezuela, lo que nos llevó a las urnas a ejercer nuestro derecho como ciudadanos por una opción más democrática, sostenida y fundamentada en el estado de derecho, así como una mejora real de nuestra ciudad en todos los sentidos (y no solo con mentiras como lo hizo AMLO y continúa su alfil Sheinbaum).

     Guadalajara no se mide por MC, PRI, PAN, MORENA o cualquiera de sus satélites. Guadalajara nació y se sostiene en la cultura propia de los tapatíos, en su particular cosmovisión. Si piensa que a la mayoría de nosotros nos interesa ir a comer picones con chocolate, escuchar mariachi o ver un festival de luces (a costo millonario) está absolutamente equivocada. Eso le gusta solamente a un pequeño sector, a los gorrones, al populacho.

     Los tapatíos de origen queremos ver nuestra ciudad limpia, como la vimos y tuvimos por siglos. No estaría bonita en muchos lugares y barrios, pero sí limpia. Ahora es una ciudad descuidada, mugrosa, maloliente en el centro (poblado de parias, locos y vándalos), en San Juan de Dios y muchos otros barrios. Ni qué decir de insegura, grafiteada, sucia por todos los rumbos, incluso en las principales avenidas como López Mateos, Vallarta, o Juárez, por mencionar algunas. La mugre, el deterioro y el horrendo graffiti son el ornato de la capital de Jalisco. Cierto, no se ensució en la administración que Verónica Delgadillo encabeza, pero su responsabilidad, es detener la decadencia y revertir la tendencia mugrosa y populachera en la que la han convertido.

     En los años ’60, 70 y ’80 pasar o sentarse en una banca del Parque de la Revolución, para luego ir a tomar una nieve al Dairy Queen o el Polo Norte, unos churros a La Bombilla (por la tarde/noche) era una de tantas de nuestras tradiciones. Hoy basta pasar un sábado para ver en qué miseria visual han convertido esa plaza diseñada por el Arq. Barragán. En un horrendo y sucio tianguis que bien pudieron colocar en otro espacio público más adecuado. ¡No allí! La entrada a la Línea 2 del Metro Tapatío parece el ingreso a una cueva de rufianes drogados.

    Quien esto escribe nació en el barrio de San Juan de Dios hace 75 años (a media cuadra de la Plazuela del Hospicio). Me tocó ser testigo de la demolición del antiguo mercado y la construcción del actual (que tenía un piso menos y contaba con un amplio estacionamiento en la parte superior, lo que le convirtió no sólo en un sitio de compras, sino incluso turístico. Décadas después algún gobernante populista para quedar bien con los locatarios y grupos pseudo políticos desapareció el estacionamiento y le construyó un nuevo piso dedicado totalmente al contrabando de mercancías, desviando totalmente el sentido del mercado y atrayendo otro tipo de personas y, valga decirlo, de mafiosos. Los tapatíos, los que nacimos aquí dejamos de visitar en su mayoría el mercado, se convirtió en un sitio feo y peligroso.

      Los viejos, sobre todo los que vivíamos en ese barrio. Vimos y disfrutamos la transformación moderna y dignificadora de toda la zona. A las camioneras (todas las que iban a Los Altos de Jalisco estaban en San Juan de Dios) las enviaron a la nueva central. La angosta calle de Javier Mina se convirtió en una hermosa y amplia avenida de concreto durante el gobierno del Presidente Adolfo Ruiz Cortines y el gobernador Agustín Yáñez. Y para no exponer a los compradores del nuevo mercado (construido por el Arq. Alejandro Zohn) se construyeron dos amplios puentes para que cruzaran la avenida sin peligro alguno, así como amplios andadores que convertirían a la zona en otra zona comercial tan importante como el centro mismo de la ciudad.

    Las calles de todo Guadalajara se mantenían limpias, colonias y barrios veían todas las mañanas a mujeres (y algunos hombres) salir con la escoba a realizar su tarea ciudadana. Sí, porque una ciudad limpia no es la que recoge más basura, sino la que menos tira. Habrá de recordarse también que después de las 10:00 a.m. los inspectores de aseo de la ciudad hacían sus recorridos, y casa, o negocio sin barrer y trapear la banqueta, se hacía objeto de una multa (casi simbólica $10.00 pesos). La cuestión de fondo es que pocas multas se levantaban. Los tapatíos éramos (y continuamos siendo) limpios. No nos oponemos de manera alguna a la migración de otros lados, a lo que sí nos oponemos es que traigan costumbres ajenas a las nuestras. Y la mugre, del orden que sea, la rechazamos.

     Como se puede apreciar, al periodista le ganó lo tapatío. Por primera vez en cuarenta años de oficio he tocado el tema. Me indigna ver nuestra ciudad tan sucia, tan grafiteada, tan violenta, tan degenerada en no pocos sentidos. Mi deseocomo sin duda el de cientos de miles de habitantes de Guadalajara (aunque no sean tapatíos), es que la presidenta Verónica Delgadillo rompa esa inercia populista y mediocre y se dedique a gobernar, a mejorar la vida y entorno de los habitantes de esta ciudad capital que le tocó gobernar, incluyendo en su agenda, a esa plaga de vándalos anarquistas que tienen aterrorizada y nerviosa a la sociedad. Me refiero a LOS MOTOCICLISTAS, que además de no respetar ley ni reglamento alguno, de invadir carriles, conducir a exceso de velocidad (en short y chanclas), son también el vehículo utilizado por la mayoría de los asesinos y delincuentes. Así que, Verónica Delgadillo, por este año 2025 nada qué celebrar en Guadalajara. Sorpréndanos favorablemente para el siguiente.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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Así le hicieron los chavistas/maduristas en Venezuela. Incapaces de gobernar y administrar con eficiencia y honradez los bienes públicos; como facinerosos consumados, que lo son, se abalanzaron sobre los dineros y bienes de su país sumiéndole en corto tiempo en la miseria.

     Lamentablemente en México las huestes de López Obrador y Sheinbaum están siguiendo el mismo patrón delictivo de conducta, lanzándose sobre los dineros y bienes de la nación sin pudor alguno y a la vista de todos. Excepto, claro está, a la masa ciega y adoctrinada que como en su momento siguieran a Hitler y su banda de asesinos.

.     El solo hecho de poner al frente de PEMEX a Octavio Romero Oropeza (2018), un agrónomo que no tenía la menor idea de cómo se extrae el petróleo y se refina para convertirle en gasolina, y mucho menos para dirigir una empresa de semejante tamaño y responsabilidades cuya única carta de presentación es ser amigo e incondicional de López obrador: ya adelantaba deficiencias y quebranto para la estatal. Así fue, un nombramiento a manera de título de libro: «Crónica de un fracaso anunciado». La vieja sentencia de ‘zapatero a tus zapatos’ mantiene su vigencia.

     Las estupideces de este ignorante de los asuntos relacionados con la extracción, refinación, venta y distribución de los hidrocarburos nacionales, sino se pueden enumerar a causa de ser cotidianas, abundantes y graves la mayoría de ellas (a causa de su atrevimiento en aceptar semejante responsabilidad), por otra parte, SÍ SE PUEDEN CUANTIFICAR Y CALIFICAR, será, pues, suficiente con señalar que durante su terrible gestión PEMEX perdió nada menos que 1.2 BILLONES DE PESOS (El Financiero, 23/Sep/2024).

     No hubo dinero para atención médica necesaria durante la pandemia, no hubo dinero para las medicinas contra el cáncer infantil, para las vacunas, como tampoco lo hubo para pagar policías municipales en un país dominado por las bandas delincuenciales. Pero sí lo hubo para que este ignorante en la materia derrochara semejante cantidad en corrupción y lo que su jefe Andrés Manuel López Obrador le ordenara. Pemex se fue a la quiebra.

      La anterior no es una mera frase periodística. No, de ninguna manera. Es una descripción genuina y exacta de cómo entregó este inútil a Pemex, la cual dejó y está como LA EMPRESA PETROLERA MÁS ENDEUDADA DEL MUNDO. Y no solo eso. También es una, sino es que la más improductiva de todas, gracias a que el sindicato petrolero (STPRM) es en la realidad el segundo dueño de la paraestatal. El primero es el gobierno, y al pueblo, al que le han dado siempre atole con el dedo diciéndole ‘que es suya’, sólo le tocan las deudas ¡Ver para creer semejante cinismo y tan poca reflexión colectiva!

     Baste señalar entonces que el agrónomo Romero Oropeza creció a tal punto la deuda de PEMEX, que sus activos son ahora superados con un 50% más de sus pasivos. Es decir: por cada peso de su patrimonio debe $1.50 ¿así o más claro. A principio del sexenio del tabasqueño se dijo en este espacio que lo mejor sería entregar PEMEX a los acreedores y librarnos los mexicanos de ese barril sin fondo. Pero como sucedió en todo el obradorato, no escuchaban a nadie; excepto la voz del cacique de Macuspana.

      La cuestión de fondo y que es necesarísimo aclarar, como debe ser en toda democracia y gobierno republicano, es traer al agrónomo Octavio Romero Oropeza a que rinda cuentas de su terrible administración en PEMEX, pues, téngalo por seguro que en base a los hechos (y presunciones legales) este hombre debió ser llevado ante un juez aun antes de terminar su gestión. El hundimiento de la paraestatal y la conversión descarada de deudas propias a deuda pública, así como el manejo discrecional que se hizo de los billones manejados durante su responsabilidad, obligan forzosamente a la entrega de cuentas (incluidos los derroches de la Refinería Dos Bocas). Nada de que porque es ‘amigo y paisano’ del dictador es intocable.

      Ahora bien, ¿cómo espera la presidenta Sheinbaum que se confíe en ella, aunque sea un poco, si en lugar de llamar a cuentas a este bribón irresponsable, derrochador y corrupto, le premia nombrándolo Director general del INFONAVIT? ¿En verdad así son todos en la 4-T? ¿Es requisito ser limitado de neuronas, corrupto e irresponsable para ser nombrado en tan altas responsabilidades?

     Apenas acaba de llegar este sujeto al INFONAVIT y ya pretende echar mano a los recursos circulantes del dinero de los trabajadores que suman la cantidad de 350 MIL MILLONES DE PESOS. Nombrar a este pillo para dirigir y administrar la construcción de viviendas para los trabajadores, es semejante a poner de cantinero, en un bar de Las Vegas, a un alcohólico crudo e irredento.

      ¿Dónde están los sindicatos que no se oyen, los patrones, los supuestos líderes sociales, los medios críticos? Antes que corroborar al agrónomo en el cargo, antes, y de manera obligada, debe rendir cuentas de su terrible y derrochadora administración en PEMEX. ¡Basta ya de tanto ladrón e irresponsable, aquí es donde se necesitan las auditorías y la rendición de cuentas de cara al pueblo de México!

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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Basta ya de querernos ver la cara de tontos a los mexicanos, de abusar del poder y desatender del todo sus responsabilidades. ¡Sí, usted, Sra. Claudia Sheinbaum Pardo, a usted se dirigen estas palabras! Si no le gusta todo lo que está sucediendo en el país, no hubiera aceptado ser candidata a la presidencia de México ¿O no sabía de los retos y las enormes responsabilidades a las que se tenía que enfrentar?

      De resultar lo anterior, su separación del cargo debe ser de inmediata. Me viene a la memoria Amadeo de Saboya, quien el renunciar al trono español (11/Febrero/1873), expresa con decencia y responsabilidad para con sus gobernados, su imposibilidad para continuar en el cargo:

 

«Entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible atinar cual es la verdadera, y más imposible todavía hallar el remedio para tamaños males. Lo he buscado ávidamente dentro de la ley, y no lo he hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla»

 

México no puede soportar otro sexenio como el del psicópata de Macuspana; su maldad destructiva, su conducta falaz e hipócrita, sus ambiciones desmedidas, su corrupción, irresponsabilidad e incapacidad manifiesta para gobernar, así como su complicidad y tolerancia con las bandas delincuenciales tienen al país al borde del caos, exponiéndonos a una intervención extranjera, una guerra civil o ambas cosas. No estamos en condiciones, y mucho menos queremos repetir otro. Tardará cuando menos tres décadas en reponer los daños causados por este malvado irresponsable.

El caso del Estado de Sinaloa, cuya capital es el foco de atención, aunque el problema es en casi todo el territorio estatal, está decidiendo de alguna forma, no sólo la permanencia del dizque ‘gobernador’ Rocha Moya; sino de la presidenta Claudia Sheinbaum. Porque de no atender a manera de ya con sabiduría y toda la fuerza del estado a Sinaloa, empezando con Culiacán, su gobierno sería contado como fallido, y ella, de sobra en el cargo.

Durante más de cuatro meses las bandas de asesinos que dominan esa ciudad y ese Estado, han hecho cuanto han querido (con la complacencia del gobierno en los tres niveles), sumiendo a la población, no diremos ‘civil’, pues lo somos todos (solo las fuerzas armadas se cuentan por separado) en el terror, el dolor por los seres amados perdidos o heridos, en el derrumbe económico, el encierro obligado, la ansiedad y el miedo, así como el robo de sus sueños y esperanzas.

¿Qué futuro puede tener una sociedad —en este caso la sinaloense— cuando viven encerrados, con temor a que les balaceen sus casas, a perder sus negocios o trabajos, no poder llevar sus hijos a la escuela, mucho menos salir en las tardes o noches, visitar a la familia o amistades, en una palabra, vivir en un estado de sitio implantado por las bandas criminales, mientras que un gobierno tan inútil, como oneroso, se atreve a declarar todos los días que “todo está bien”? ¡Cínicos, desvergonzados y malvados!

La gota que derramó el vaso de la paciencia de los sinaloenses, en particular a los habitantes de la capital Culiacán, fue el asesinato de un padre de familia con sus dos hijos (y un pariente herido) por robarle el carro. A nadie se detiene, mucho menos se consigna. Los asesinos y delincuentes de todo tipo y tamaño se pasean ufanos como amos y señores de las calles imponiendo su terror y maldad sin que el estado federal, ni el estatal, ni mucho menos el municipal, hagan algo por impedirlo (en el caso del último, el municipal, sería prácticamente imposible que pudieran hacer algo sin el apoyo del federal y el estatal, sería tanto como suicidarse).

Mas de 700 personas asesinadas en Culiacán, cientos de desaparecidos (cuando menos la mitad de ellos ya están muertos), así como la paz y economía destruidas; refriegan el rostro del gobierno federal, que se limita a mandar tropas para que se paseen por calles y avenidas, pero sin tocar jamás a las bandas de asesinos, dejando a los sinaloenses en el total y absoluto desamparo del estado mexicano.

Ante esto, y ante el cansancio de la sociedad de Culiacán, que salió por primera vez a las calles a protestar por el asesinato de este padre de familia y sus hijos —cuya muerte representa a todos los civiles inocentes que han sido también asesinados, despojados, robados, golpeados, heridos y humillados por las bandas— la presidenta Claudia Sheinbaum debe inmediatamente de resolver el conflicto, primero, exigiendo la renuncia del narco gobernador Rocha Moya, y, segundo, someter a las bandas delincuenciales al imperio de la ley, cueste lo que cueste, pues solo en un estado de derecho un pueblo y una nación pueden permanecer de pie y tener futuro promisorio. Pero…, si no puede, presidenta, su renuncia debe ser inmediata.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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La famosa canción cuyo título es utilizado para el tema de hoy, nada tiene que ver con nuestra realidad actual. En la época de Jorge Negrete y por varios lustros después el título era una realidad. México era un país lindo y querido, en ascenso continuo al progreso y el bienestar de los mexicanos. Luego vendría la docena trágica (Echeverría-López Portillo) que sumiría al país en la bancarrota a través de préstamos exorbitantes cuyos intereses todavía son parte de nuestra difícil condición económica.

    Y para no repetir los altibajos desde entonces a la fecha (de Miguel de la Madrid a Enrique Peña Nieto); situamos nuestro comentario en el sexenio de López Obrador, que como se sabe por los lectores de esta columna, es considerado el peor presidente de la historia nacional. Un psicópata que engañó a multitudes haciéndose pasar por quien no es ni nunca ha sido jamás.

     Un hombre malvado que se dedicó a destruir el país, a acabar con la corrupción con mentiras cotidianas, pero alentando la misma con su familia, allegados y mafiosos de MORENA en general. Incapaz de resolver los muchos y graves problemas nacionales, se dedicó a inventar una realidad todas las mañanas, engañando a millones de bobos que no se tomaron la molestia siquiera de cerciorarse de lo que escuchaban, pues como escribiera la finada Ikram Antaki: “las mentiras matan”.

     ¿Qué tiene de lindo un país, cuando se encuentra abatido en sangre y fuego, oprimido por incontables bandas de asesinos y forajidos, fuera y dentro del gobierno? Con un cuarto de millón de personas asesinadas durante el obradorato; carnicería que continúa con su sucesora (para no decir su empleada) en tanto que decenas de millones de mexicanos, están sometidos a las extorsiones, despojo, abusos y humillaciones de los criminales.

     ¿Qué tiene de lindo un país que brindándosele por primera vez en su historia la oportunidad de convertirse en país de primer mundo (por medio del TLC o TEMEC) y la desaprovecha? Cuando en lugar de levantar la mirada y utilizando las mentes más claras, preparadas y creativas, dinamizar y modernizar la planta productiva y el comercio general en beneficio de todos los mexicanos, de todos, invitando para ello a los capitales locales y foráneos para invertir y con ello mejorar la vida y economía, no lo hizo, dio la vuelta en u.

    Prefirió realizar una estúpida, nociva y totalitaria REFORMA JUDICIAL, que además de acabar con el ya dañado estado de derecho, ahuyenta de paso a los capitales y atenta contra ese proyecto que nos ha abierto la puerta a la economía de los grandes países, pero que una banda de fósiles y porros universitarios engañando a millones de ciudadanos, les vendieron una idea de país que además de sumirnos a todos en el atraso (y sumir para siempre en la pobreza a los que menos tienen) solo los beneficia a ellos. A la banda o secta de MORENA (malamente llamada ‘partido político’).

     ¿Qué tiene de lindo un país cuya educación retrocedió sesenta años o más? Peor aún, contaminando a las nuevas generaciones con ideologías y doctrinas manipuladoras para sostenerse la banda de MORENA en el poder y sumir en la ignorancia, el fanatismo y la pobreza a las nuevas generaciones. Tal y como sucedió y padecen cubanos, venezolanos y nicaragüenses. ¿Acaso no fue Claudia Sheinbaum cuando era jefa de gobierno de la capital, la que alentó para que si los niños querían ir de falda y las niñas de pantalones así lo hicieran? ¿No son acaso los libros de texto catecismos doctrinarios elaborados por un fanático ignorantón llamado Max Arriaga? Textos en los que las mentiras, las perversiones, la manipulación y faltas ortográficas son la constante.

    ¿Qué tiene de lindo un país cuando la presidente se organiza una fiesta de acarreados por sus primeros 100 días al frente del gobierno (no de gobernar; no lo ha hecho todavía), mientras que un Estado de la República (Sinaloa) se encuentra en guerra abierta entre dos bandas de criminales? Poco más de tres millones de mexicanos viven aterrorizados, con sus vidas y actividades truncadas, sus negocios quebrados o en camino de, angustiados por sus vidas y familias, y la que cobra como presidente enfiestada, recibiendo aplausos de sus acarreados. Fría e indiferente totalmente al dolor y situación de los sinaloenses (y de muchos otros millones de mexicanos).

     La lista de preguntas pudiera alargarse, como también se requiere contestar ¿Se puede querer a un país en estas condiciones? Donde no hay gobierno, sino apenas un grupo que parece pandilla, dedicado a regalar los impuestos a las masas de votantes y seguidores, que, al agotarse desde el año pasado, se comenzó a pedir enormes sumas de dinero al exterior para regalarles (López Obrador pidió en 2024, DOS BILLONES DE PESOS para continuar comprando el favor de sus fieles a la secta).

     No pocos de los que tienen dinero han comenzado a comprar viviendas en el extranjero y llegado el momento, irse a vivir. Sin embargo, esa no es ni debe ser la solución. Nadie, ni 30 millones de votos le dieron a Sheinbaum y MORENA la factura de México y la voluntad de 130 millones de mexicanos. Llegaron al poder mediante la democracia (y sus reglas) y la inmensa mayoría de los ciudadanos queremos seguir en ella y volver al orden constitucional. Porque, la verdad sea dicha, NO ES LINDO NI ES QUERIDO ese México que CSP y sus huestes nos están ofreciendo. De entrada, los derroches en las obras estúpidas y faraónicas de AMLO se tienen que detener de ipso facto y atender las verdaderas necesidades nacionales.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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