Opinión
Columnas

El México en el que nacimos, crecimos, nos educaron y fuimos formadas varias generaciones ya no existe. En los últimos decenios el estado revolucionario y profundamente nacionalista resultó por demás incómodo para el Imperio, las potencias europeas, los nuevos imperios de oriente y la posmoderna burguesía criolla. No se diga para la selecta plutocracia que gobierna descaradamente la aldea global, camarilla capaz de dar órdenes a los gobiernos (posición hasta hace algunos años impensable), que doblegados ante el becerro de oro se olvidaron de su deber primario ¡velar por sus respectivos pueblos!, plegándose a los dictados de sus amos.

La monolítica construcción del partido emanado de la Revolución Social de 1910 (PRI) resultó para los neo invasores impedimento infranqueable, por lo que las maniobras políticas del exterior para acabar con el nacionalismo se fueron dando de manera diversa y aparentemente inconexa. A los hijos de los gobernantes les abrieron las puertas de las grandes universidades norteamericanas para ser educados a modo. Casi al mismo movieron tiempo la codicia de un presidente demente y mesiánico prestándole dinero hasta provocar una devaluación. Al siguiente le soltaron más préstamos para que explotara la riqueza petrolera y ya que la echó a andar le bajaron el precio del petróleo devaluando no solo la moneda, sino al estado mismo a los ojos del pueblo mexicano.

A Don Miguel se le fueron los seis años en tratar de pagar el llamado “servicio” de la deuda externa, es decir, los enormes intereses sin haber recursos; en tratar de paliar los terribles daños el terremoto de 1985, de evitar un golpe de estado y hacer un enorme esfuerzo para estabilizar la economía a través de un novedoso programa llamado “pacto”.

Luego entraron en escena dos presidentes educados ya por los yanquis. En Guadalajara de manera por demás extraña explotaron kilómetros de drenajes por gasolinas vertidas a propósito por Pemex con decenas de muertos y miles de millones en daños (en mi libro MEXICO ¿ESTADO FALLIDO O PAIS TRAICIONADO? VOLUMEN DOS lo narro con amplitud), provocando una gran fisura en el ánimo social que al terminar el sexenio siguiente, el del gringo Zedillo, México, en unas también extrañas elecciones, con un candidato sin una sola gota de sangre mexicana, torpe, ignorante, mentiroso e incapaz, quedó de plano bajo la férula del Imperio.

Corrupto y vulgar al estilo Victoriano Huerta, (Fox) no derramó sangre, pero dejó que otros la derramaran, abriendo la puerta de par en par a la delincuencia con o sin organizar, debilitando el estado hasta dejar una débil caricatura de lo que todavía tres décadas antes fuera.

No contento con sus torpezas sin fin, fue sin embargo obediente a lo sumo con sus patrones, promoviendo con descaro la eliminación del calendario laico nacional. A tal punto llegó su perversión y entreguismo que pretendió ―a manera de burla y revanchismo de clase, la hacendada por supuesto― cambiar la fecha de la Revolución Mexicana a la del día del Niño (del 20 de Noviembre al 30 de abril).

En esta columna lo denuncié en su momento. Como también denuncié el atrevimiento de Marta Sahagún de querer convertir el emblemático Castillo de Chapultepec en simple salón de fiestas con el pretexto de recaudar fondos para su corrupta fundación (Análisis y Propuesta, El Informador, 13/Oct/2001).

El problema de fondo en este intento cínico y perverso de acabar con todo vestigio de nacionalismo, es que paradójicamente cuando más información se tiene al alcance, menos conocimiento se tiene. La mayoría en las nuevas generaciones fueron educadas de manera parcial y deformada, endilgándoles falacias entre las cuales les hicieron creer que la Revolución Mexicana no sirvió, que el PRI no hizo nada en 70 años (seguro todas las instituciones y la infraestructura nacional se hicieron solas). En fin, el Ministerio de la Verdad en el Imperio (encargado en realidad de las mentiras) como le nombrara Orwell en su obra 1984, funcionó a las mil maravillas. “Cuando mucho dentro de veinte años, pensó, quedaría sin respuesta la inmensa y sencilla pregunta: ¿la vida antes de la Revolución era mejor que ahora? De hecho, ni siquiera ahora era posible contestar porque los escasos sobrevivientes de aquel viejo mundo no eran capaces de comparar una época con la otra” (pág. 98).

La pasada conmemoración de la Revolución Mexicana lo corrobora. Teniéndose que celebrar el viernes 20 de noviembre, lo trasladaron al lunes 16, es decir, parte del llamado “Buen Fin”; la versión huehuenche del “Black Friday” ¿Tendrá que ver algo el espíritu consumista desbocado de los adictos a la compritis con la Revolución social de 1910, o es la guía del Big Brother con la intención de acabar con todo vestigio de nacionalismo?

En 1910 el 80 por ciento de los mexicanos era analfabeta y apenas el 20 sabía leer. Para 1970 la cifra se había invertido. Y no solo sabíamos leer, sino qué y a quién. Hoy las generaciones formadas por la Gordillo, los maistros de la CNTE y demás huestes de analfabetos parasitarios y violentos, no saben qué son realmente y sus alumnos menos.

El texto de Orwell parece en todo caso un vaticinio digno de ser tomado en cuenta, pues el control de la historia y la información ha quedado en manos de los gobiernos y los poderosos: “Repítelo por favor. ―Quien controla el pasado, controla el futuro; quien controla el presente, controla el pasado” (pág. 241). El internet y las redes sociales están cargados de mentiras y verdades a medias (que se convierten en mentiras completas) lo cual además de fomentar el egoísmo, aunque parezca lo contrario, desalienta el estudio serio y disciplinado hasta convertir a la sociedad en una masa maleable y sin conciencia real. Incapaz de hacer juicios de valor y unirse en una ideología social para mejora de todos.

Limitar la existencia a los bienes materiales o los placeres no forma ciudadanos, si acaso hedonistas ambiciosos, fanáticos del futbol o algún otro deporte. Ya nos quitaron los festejos recordatorios de la Revolución Social de 1910 ¿Qué sigue? Que festejemos el 4 de julio, el día de acción de gracias y los guajolotes (cuyo nombre cambiaría para siempre en pavos) se encarezcan y el español se convierta en idioma único de los proletarios, que como escribía Orwell: “eran seres de naturaleza inferior, que debían ser sometidos como animales, mediante la aplicación de unas cuantas reglas simples” (pág. 78, Edit. Lectorum).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

 

Email: mahergo50@hotmail.com

Tiempo de lectura: 5 min

Es increíble la candidez, por no decir estupidez, con la que ha actuado la comunidad europea ante la invasión musulmana. La araña ha quedado atrapada en su propia red, pues inventando el asunto ese de los “derechos humanos” y al pretender hacerlos válidos para los invasores de sus países miembros, Europa ha firmado su sentencia de muerte. Solo es cuestión de tiempo.

   Dos factores han ocasionado esta desgracia para este continente considerado el baluarte de la civilización occidental: el haber dado la espalda a Dios y entregarse al ateísmo, como también olvidar su historia. Errores gravísimos.

En una especie de amnesia colectiva pasaron por alto los siglos de violencia sufridos a causa de los seguidores de Mahoma, cuyo dios, con minúscula (Alá es un dios inventando por ese profeta; en cambio Yahwéh, el Dios de judíos y cristianos es un Dios que se revela de dos maneras perfectas y grandiosas. A través de la revelación universal por medio de su propia creación que da cuenta de su grandeza e inteligencia suprema, como también a través de la revelación especial por medio de las Sagradas Escrituras) incita en El Corán a sus seguidores a la guerra contra los infieles, que no somos otros que judíos y cristianos.

Nada de esto ignoran los cultos europeos. El problema es que al apostatar de la fe en Dios, crearon su propia filosofía. Existencialismo y demás expresiones les hicieron afirmar una nueva fe, ésta en el hombre. Fracasaron. Lo peor es que siguen y seguirán fracasando. La fe que un día tuvieron los europeos y que compartieron a los pueblos de los otros continentes, advierte al respecto: “maldito el hombre que confía en el hombre… y su corazón se aparta de Dios… Bendito el hombre que confía en Dios y cuya confianza es el Señor” (Jer 17:5,7).

     Al hacer del hombre el centro de la vida (y expulsar a Dios de la Tierra; una especie de venganza adámica, aunque torpe e ingenua al máximo), han creído a pie juntillas que el hombre es bueno como aseguraba Voltaire, abriendo en las últimas décadas las puertas del viejo continente a los musulmanes de Africa, Asia y Medio Oriente de manera indiscriminada.

Ha sido tal su ceguera que ni siquiera han podido ver que se trata de una verdadera invasión, planeada obviamente por los líderes del mundo islámico radical, cuyo plan camina  a las mil maravillas ante la ingenuidad casi idiota de los líderes políticos europeos (y ONG’S que les acompañan en este suicidio continental).

Nadie recuerda ya que luego del 2 de enero de 1492 en que los musulmanes son expulsados de Granada, por fin España pudo unificarse y convertirse en una poderosa nación. Sin embargo, en una obsesión que más parece hipnosis colectiva, los europeos no toman en cuenta la violencia de los seguidores de Mahoma ni su intolerante cosmovisión, en la que todos los que no son musulmanes son considerados infieles a los que hay que exterminar (decenas o cientos de textos de El Corán así lo enseñan e incitan).

En un libro verdaderamente visionario, casi profético, la escritora y periodista italiana Oriana Fallaci advertía al mundo entero, pero en especial a los europeos:

 

―“La Europa que llamo Eurabia, el Occidente que devorado por el cáncer moral le hace el juego al Islam. Resignado, sojuzgado, medroso. Referirse al Apocalipsis parece un juego intelectual ¿verdad?… Pero es la trágica realidad en la que vivimos dos mil años después de Juan el evangelista… Piense en lo que el presidente de la República Francesa, es decir, Chirac. Le dijo a Philippe de Lilliers: ‘Mi querido amigo, las raíces de Europa son tan musulmanas como cristianas’. Es inútil preguntarse si había bebido. No había bebido, acababa de convencer a sus aliados de quitar de la Constitución Europea las raíces judeo-cristianas”.

―“Nosotros nos avergonzamos de nuestros delitos. Los hijos de Alá, no. Nosotros juzgamos nuestros delitos, los condenamos. Los hijos de Alá, no.

―”Los que secuestraron a los niños de Beslan eran musulmanes. Los que secuestraron y mataron a los doce nepalíes son musulmanes. Los que hicieron saltar por los aires los complejos residenciales de Riad y de Khoba son musulmanes. Los que capturan rehenes y los degüellan son musulmanes. Bin Laden es musulmán. Sus lugartenientes, sus consejeros, sus peones son musulmanes…” .

―“¿Es moderado o no un musulmán que no tiene vínculos con el terrorismo pero tiene dos o tres mujeres y las esclaviza, las humilla de todas las formas posibles, las repudia?”. (Oriana Fallaci se entrevista a sí misma. El Apocalipsis, págs.. 38, 192, 200 y 209).

 

En lo personal tengo muchos años advirtiendo a través de mis artículos y libros acerca del peligro del Islam para el mundo occidental, sobre todo y de manera muy especial en mi libro “CREPUSCULO FINAL, EL ATARDECER DE LA HUMANIDAD” (2010). No ha habido respuesta.

Si en cualquier frontera con Estados Unidos una horda de mexicanos entrara de manera violenta como lo hacen los musulmanes en Europa, téngalo por seguro que los guardias de migración dispararían de inmediato contra los nuestros. Sin motivo lo hacen, ¿qué sucedería si la turba rompiera las rígidas normas yanquis?

¿Quién ha estado financiando los barcos, lanchas, etcétera, poniendo el dinero para que cientos de miles de musulmanes se trasladen a Italia, Grecia, España, Turquía, los países balcánicos, etcétera? Es obvio que miles de millones de dólares se han gastado en esta invasión cuyo fin es el dominio islámico en la capital del mundo judeocristiano, objetivo a conseguir por medio de una yihad ya declarada y ya iniciada, sin que el enemigo (Europa) siquiera desee enterarse.

Cierto, entre los musulmanes hay decenas de miles de gente inocente que solo anda en busca de un sitio mejor ¿Pero, qué son para los fundamentalistas islámicos las vidas humanas? ¡Nada, absolutamente nada!. No es entonces ninguna migración masiva, es una invasión del islam. Punto.

     DE ULTIMA HORA: ya escrito el presente artículo, la humanidad entera nos hemos horrorizado con los ataques cometidos por terroristas islámicos en Paris con un saldo preliminar de cuando menos 150 inocentes asesinados.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

Tiempo de lectura: 5 min

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Tiempo de lectura: 10 min

Andamos mal, muy mal, soberbia, vicios y locura se han apoderado de buena parte de la sociedad. Mira que los señores que en teoría deberían ser ejemplo inmaculado para toda la sociedad ―me refiero a los ministros, así con minúscula, de la SCJN― andan de promotores de la droga en lugar de buscar la aplicación de la justicia. Tan ausente en este sufrido México, paraíso de la impunidad, del escapismo a los deberes.

De entrada se supone que en el primer año de la facultad de derecho, estos abogados con sotanas fuera de época fueron enseñados en la división de poderes. Pero qué le vamos a hacer, el desorden, la irresponsabilidad y la confusión imperan en el gobierno mexicano, de otra forma es impensable entender que el poder judicial pretenda legislar. Tarea que de hecho y derecho les resulta ajena, pero que al tratarse del cuerpo colegiado más alto y representativo de la Nación las cosas cobran otra dimensión, que por decir lo menos causa horror en el ciudadano ordenado y pensante, que los hay, y más de los que nuestros gobernantes en los tres poderes se imaginan.

¿Cómo entender o aceptar el término “recreativo” para fumar mariguana? ¿Acaso andamos tan mal que los hombres que se suponen son la elite de la sociedad ni siquiera conocen el significado de las palabras? El olvidado Pequeño Larousse dice textualmente: “RECREATIVO,A adj. Que recrea, divierte”. Aunque en ese mar de eufemismos que ahora usan nuestros próceres, también utilizan la palabra LÚDICO, que el referido Diccionario define como “Relativo al juego”.

     Partiendo entonces del significado de la palabra “recreativo” o “lúdico”, como define la SCJN el uso de la mariguana, se supone que los cuatro quejosos que obtuvieron el amparo de la justicia federal usarán la mariguana para hacer pelotas, ya sea para jugar futbol, voleibol, o alguna otra actividad de recreo semejante.

Ahora bien, no hay que olvidar que quienes interpusieron el amparo declararon públicamente que no son adictos, por tanto no pueden alegar dependencia de esa droga. A no ser que sean meros personeros de Vicente Fox, que cuanta oportunidad tiene anuncia su deseo de dedicarse a cultivar esa maldita yerba que tanto daño hace a las personas, trayendo al final del camino dolor y destrucción a las familias afectadas, así como a terceros. Sorprende además ver apellidos guanajuatenses como Torres Landa entre los promotores de la yerba ¿simples personeros de Fox? Es pregunta.

     El Procurador del Estado de Jalisco, Eduardo Almaguer, ahora llamado Fiscal General (otro eufemismo), declaró el pasado día 5 (noviembre de 2015) que el 80 por ciento de los delitos que se cometen en nuestro Estado son generados por los adictos a las drogas. Realidad que no se quiere ver, pero que de seguir abriéndose la puerta a esta caja de Pandora, las sorpresas negativas para los mexicanos no serán pocas.

Tan dados en el presente a la encuestitis, incluso teniendo un organismo como el INEGI ¿no podía acaso la Suprema Corte de Justicia haber encargado antes una encuesta entre las madres de familia de los adictos a la mariguana, así como entre las familias afectadas para que externaran su opinión acerca de los daños que ocasiona esta droga?

Los que ahora estamos viejos también fuimos jóvenes, para los lectores que no me conocen, entré a la facultad de derecho en el año de 1968, de manera que soy parte de esa generación inquieta y rebelde en muchos sentidos, como también pensante. El uso de la mariguana se dio entre los hippies gringos y uno que otro muchacho desadaptado. La mayoría veíamos las drogas con repudio manifiesto, de hecho y como se narra en los libros de historia, la mariguana era adicción de lo más bajo de la soldadesca.

Si algunos viejos (como el que escribe esta columna) en el Distrito Federal hablan a nombre de los adictos a la mariguana, que lo hagan a nombre propio, pues no pueden, aun por muy “intelectuales” que se les considere, hablar a nombre de todos los mexicanos. El Distrito Federal solo es una parte de país y hay zonas donde pocas cosas nos unen con ellos, y no precisamente la maldita yerba que tanta sangre y desgracia ha traído a nuestro país.

Si se abre la puerta a esta droga con el absurdo e insostenible argumento que es mejor tolerarla que combatirla, será tiempo entonces que no solo la SCJN sino el Congreso Federal y los Locales se dediquen a legislar a vapor y deroguen de plano todos los Códigos Penales de México. Total, para qué combatir los delitos, si de todos modos van a seguir delinquiendo; mejor que al que quiera robar que se le llame cleptómano lúdico, que al asesino se le califique como tanatólogo recreativo, etcétera.

Cierro mi comentario de esta semana con un texto de las Sagradas Escrituras que advierte y confronta a este tipo de conductas permisivas y ambiguas, pues como lo he señalado en otras ocasiones, también los que creemos en Dios somos ciudadanos y tenemos los mismos derechos para expresar nuestras opiniones con absoluta libertad, y ser además tomadas en cuenta por el estado: “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz…!” (Isaías 5:20).

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

 

Email: mahergo50@hotmail.com

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