Opinión
Columnas

La banda de la 4-T no deja de sorprendernos. No hay día que su líder o alguno de sus integrantes no cometan algún delito, barbaridad o exceso a la vista de todos los mexicanos. Carecen de límites. Ausentes de ética, principios reales y formación de personas de bien, la inmensa mayoría de este grupo de tartufos disfrazados de ‘partido político’ no son más que vándalos y delincuentes. Sus hechos denunciados cotidianamente por la prensa lo confirman.

     La semana que concluye el funcionario federal encargado de los medios de comunicación (Jenaro Villamil), fue capaz de alejarse totalmente de la ley y la institucionalidad republicana, para subir un video en el que muestra sonriente, UNA CAMISETA DE LA SANTA MUERTE con su dedo huesudo callando las bocas y una leyenda amenazante: “Un verdadero hombre no habla mal de López Obrador”. ¡De no creerse! Y menos con la sonrisa cínica del funcionario.

     ‘La santa muerte’ no es una religión; es un culto satánico, propio de narcotraficantes y asesinos. Desde la teología, para el judeocristianismo la muerte no es santa, es una maldición, la consecuencia de la desobediencia del ser humano (por pretender independizarse del Creador). Y aunque podría extenderme al respecto (como teólogo profesional), al tratarse de un espacio periodístico, me limito a la crítica de los hechos.

     Todavía no salíamos del asombro, cuando un dizque senador oaxaqueño (ganar los votos para un escaño no hace senador a nadie), acompañado de un grupo de ¿amusgos, chontales, triquis…?, para los que cinco siglos de historia no son nada, ni tampoco les aprovecharon en absoluto; como perfectos salvajes y en un acto de esoterismo en las instalaciones del Senado de la República, en un ritual de brujería, sacrificaron una gallina en medio de danzas y extraños cánticos. ¿Esa es la profundidad de la 4-T y la Transformación que proponen? ¡En lo personal, paso, me dan náuseas su conducta y acciones!

      El führer de Macuspana se enoja porque millones de mexicanos califican su gestión como «narco gobierno», sin embargo, sus acciones, hechos y evidencias así les muestran ante la mayoría de los ciudadanos. Baste señalar que los gobernadores de Tamaulipas, Sinaloa, Zacatecas y Veracruz resultan impresentables (sin que eso exima a los otros gobernadores emanados de su secta política) toda vez que sus dichos y hechos les alejan de la vida republicana y el estado de derecho, para acercarles a las mafias delincuenciales, mientras que sus gobernados sufren la dura presión.

      El jueves pasado (25 de abril), en plena campaña para concejal de Morena en la alcaldía Benito Juárez de la capital, fue detenido Hugo Torres, por el asesinato de una persona (que era su amigo y compañero de partido) a quien privó de la vida en la colonia Portales.

      Seis mujeres asesinadas todos los días durante el mes de marzo son prueba plena de la corrupción e ineptitud de la Banda de la 4-T, que, dicho sea de paso, jamás debió llegar al poder. Desde este mismo espacio se dijo repetidamente que López Obrador y su gente no estaban capacitados. Cuando solo era presidente electo, escribí:

 

Si López Obrador no entiende que la opción viable para el nuevo aeropuerto para la capital del país está en Texcoco, la que recomiendan los que en verdad saben y pueden opinar, malo. Pero si esto no le importa y lo único que quiere es darse gusto a sí mismo y a la mafia de anarquistas que le siguen, peor. Estaríamos ante el parto de un futuro dictador” /Análisis y PROPUESTA, 27/Oct/2018).

 

     Una y otra vez se dijo en esta columna que las decisiones y declaraciones de López Obrador eran las de un dictador. El tiempo y los hechos han concedido la razón. El ensoberbecido hombre que habita ilegítimamente Palacio Nacional ha ido destruyendo día con día la vida republicana y los contrapesos de nuestra joven democracia. Tan solo esta semana se fue contra los ahorros de los viejos (AFORES) en un atraco propio de salteadores de caminos; contra el Juicio de Amparo; además de enviar un decreto para indultar criminales, todo, absolutamente todo con el beneplácito y ayuda lacayuna de los legisladores de MORENA, PT y VERDE, quienes traicionaron abiertamente a los ciudadanos que constitucionalmente deben representar, para convertirse en gatilleros legislativos oficiosos del dictador.

      Por si no fuera suficiente; López Obrador aceptó de manera pública realizar gestiones o acuerdos con grupos criminales: El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este jueves que su Gobierno “ha buscado acuerdos” con grupos criminales de la frontera sur, que padece una ola de violencia por las disputas de cárteles del narcotráfico. “Se ha buscado la forma de llegar a acuerdos. Nosotros, la verdad, lo que exhortamos es a que no lleven a cabo actos ilícitos, eso es lo que hacemos, y cuidar a la población civil y no dejarnos intimidar por nadie, deben ellos entender que no se puede enfrentar la violencia con la violencia” (Agencia EFE, 25/Abr/2024).

      A confesión de parte, relevo de pruebas, reza la máxima jurídica. Para desgracia de todos los mexicanos de bien, defensores del estado de derecho, el orden y la buena administración de los recursos y bienes públicos, tanto el tabasqueño, como la auto llamada 4-T tienen ya una larga lista de cuentas pendientes con la justicia. Desde la cancelación del NAIM, hasta los mega derroches y atracos de las obras (inútiles) como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Angeles y otras más.

    Pero… ¿cómo podrían conducir adecuada y ordenadamente este país esta banda de anarquistas, campeones de marchas y manifestaciones, y enemigos jurados del estudio, la ciencia y el trabajo creador? ¿cómo? Imposible, el árbol se conoce por los frutos. Y los frutos que estamos viendo los mexicanos a unos meses de su partida, es que son apenas una secta esotérica vinculada a los cárteles criminales, a los asesinos que han segado durante su gestión más de 230 mil vidas humanas (ahora sabemos que hasta gallinas usan para sus ritos satánicos) con total impunidad.

      La cristiandad de nuestro país ha expresado de manera pública su condena contra el culto a la “santa muerte” promovido por algunos de los líderes de la 4-T y MORENA. El repudio ha sido de tal magnitud nacional que han logrado unir en sus declaraciones a católicos y evangélicos (hecho insólito), quienes declararon: “Representantes de las iglesias católica y evangélica señalan que el mensaje que da la prenda es de violencia y atenta contra los valores cristianos; llaman al respeto mutuo entre seres humanos…” (El Universal, 25/Abril/2024). Ciertamente, la prenda mostrada por el vocero del gobierno mostrando ufano y sonriente una playera satánica, propia de los asesinos que tienen ensangrentado al país, además de inadecuada y condenable, exhibe la bajeza de un régimen de corruptos, ineptos y satánicos.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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La maldad de López Obrador y su banda de la 4-T, tal parece que no tiene límite en sus felonías y corrupción. El lanzarse con total cinismo contra los ahorros de los viejos deja al descubierto la ambición insaciable de esta banda de forajidos que, bajo la máscara de políticos, y al no saber trabajar solo andar de revoltosos, al encontrar la enormidad del tesoro público (en todos los niveles): como poseídos se lanzaron frenéticos sobre el dinero de los mexicanos.

Su formación resentida, ególatra y enfermiza, enemiga del trabajo creador, por consecuencia carente de disciplina y valores, les imposibilitó desde siempre para los cargos públicos. No repetiremos lo que todos sabemos y padecemos con su arribo al poder. La lamentable y dolorosa realidad es que llegaron, y contrario a las propuestas de campaña y discurso impecable de AMLO a su llegada a la presidencia, apenas vieron el brillo del tesoro público se abalanzaron sobre él. El brilló del dinero les cegó la visión de “izquierda” que decían tener y su razonamiento se perdió para siempre. Para siempre, sí, lo que han hecho trajo consecuencias por demás graves que requieren reparación y castigo legal.

Tampoco comentaremos por esta ocasión los mega latrocinios que todos conocemos. Hoy nos concentraremos en otro más de sus incontables delitos en el gobierno, que, por la edad y condición de las víctimas, las agravantes le muestran ante todos los mexicanos como viles y vulgares asaltantes. ¡PRETENDER ROBARSE LOS AHORROS DE LOS VIEJOS (AFORES) les descubre como individuos de la peor calaña! El botín es mayúsculo: $ 40,000’000,000 millones de pesos.

Su ambición y ruindad, además de condenarles, les exhibe como una canalla sin escrúpulos, que en su perdida ambición consideran estúpidamente que nos pueden engañar a los mexicanos ¿En verdad son tan limitados (para no usar una palabra más apropiada) que piensan que nos pueden enredar en sus bajezas tan pueriles?

Queda claro (para los ciudadanos enterados) que han ido agotando los dineros públicos, que dicho sea de paso, los han tomado de todas partes: presupuestos, fideicomisos, desvíos y sobreprecio de dinero de obras y un largo etcétera, no pocos de forma ilegal (por tanto delictiva), y que todos estos derroches provocados por este enfermo mental que ocupa la presidencia de México para dar rienda suelta a su ambición satánica de poder, son, y están siendo parcialmente, un intento para engañar a los votantes indecisos haciéndoles creer que “ellos son buenos, que dan dinero a los pobres y a los jóvenes, que son la opción para continuar al frente del país”.

Lo que no les dicen es que para repartir tanto dinero (pensiones, becas, etc.) están recurriendo ya a los préstamos públicos, que, al final de esta orgía de ambiciosos, flojos y parásitos (para decirlo con dulzura) vendrá el cobro para todos los mexicanos. Pesadilla que ya vivimos con Echeverría y López Portillo, pero que amenaza con ser peor por cuanto aquellos gastaron más de lo que debían (pero las obras quedaron); en cambio, con López Obrador y su banda, solo se ha tirado la mayor parte del dinero, o se lo han robado esta banda de tartufos que gusta de hacerse pasar como “honrados”.

El líder de la banda ¿o es gabinete? siempre pide “pruebas”, pues casi desde que inició su desgobierno las acusaciones de corrupción contra él, su familia, y muchos de los que le rodean y le sirven lacayunamente, son cada vez más frecuentes y escandalosas. En cualquier país medianamente democrático, con los dos libros de Elena Chávez (El rey del cash, y El gran  corruptor), así como el de Pablo Hiriart (El Destructor): textos en los que abundan narrados hechos delictivos cometidos por AMLO y su gente, serían más que suficiente para  apartarle de la presidencia y someterle a serias investigaciones.

Pero no, la impunidad para él y la banda de la4-T ha sido total. En las páginas de los valiosos y valientes libros citados, se lee uno de los métodos recurrentes del tabasqueño para evadir directamente la responsabilidad de tantos latrocinios y extorsiones. Todos sus lacayos sabían su advertencia: “¡Si te cachan te echas la culpa!”

Así que con semejante historial de mega saqueos, corrupción e impunidad total, ahora pretende el dictador llevarse nuestros ahorros (incluidos los de quien esto escribe); gravísimo delito con agravantes aumentadas por tratarse de viejos con limitaciones de diversos tipos, sobre todo de movilidad (pero con derechos permanente sobre sus ahorros) que el gobierno está obligado a proteger. No a robárselos.

Habrá de señalarse, además, que EL AHORRO DE LOS VIEJOS NO ESTÁ OLVIDADO, ¡NO, NO SE EQUIVOQUEN!, los anteriores gobiernos y el actual los dejaron con tal cantidad de candados (requisitos legaloides) y trámites burocráticos para hacer el retiro de sus ahorros, que enfadan y abruman a quien camina por el último tramo de la vida. Y estos desalmados y delincuentes pretenden ahora quedarse con nuestros dineros. ¡No jamás, NO LO PERMITIREMOS!

     En lugar de robárselos con semejante cinismo, lo que debe hacer el Congreso es legislar PARA QUE LOS VIEJOS PODAMOS RECOGER NUESTRO DINERO DE FORMA MÁS SENCILLA, que le quiten tanto trámite y tanto candado, pues hasta ahora sólo somos números y cifras para que se adornen los gobiernos en turno. Pero no personas que con nuestro trabajo, esfuerzo. e inteligencia dejamos un país y un mundo en mejores condiciones para las nuevas generaciones. Pretender López Obrador y la Banda de la 4-T ROBARSE NUESTROS AHORROS (AFORES) debe considerarse un delito grave, una ofensa para quienes forjamos y sostenemos parcialmente el México moderno. Convertirse en asaltantes de viejos no tiene nombre. Ya bastalos pocos senadores y diputados (que en la Constitución representan al verdadero pueblo —no a la secta de Obrador—) en un acto de dignidad republicana deben renunciar a las órdenes del dictador y salir en nuestra defensa. ¡Dios y la historia les juzgarán por sus hechos, no por su fidelidad al Führer de Macuspana!

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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La falsa izquierda que controla el poder en México (pero que no gobierna, sino usufructúa sus beneficios) ha vivido durante muchos años al amparo de una fecha convertida en bandera política: «¡Dos de octubre no se olvida!». Con eso corito tan desgastado, como desconocido en su contenido histórico por la mayoría en las nuevas generaciones, la banda de la auto llamada “4-T” logró hacerse del poder en las elecciones del año 2018.

A sus coritos le agregaron otro más, diciendo a diario su pinocho mayor (que hoy cobra como presidente, pero que nunca ha respondido a semejante responsabilidad ante los mexicanos) que combatirían la corrupción, bandera a la que nos sumamos casi todos, pero que en la práctica resultó una farsa, pues nos topamos con el régimen más corrupto de toda nuestra historia (a su farsa, incapacidad y podredumbre moral, le agregaron hipocresía sin límites).

Haciendo la necesaria conexión entre la fecha señalada en el título del presente comentario, se habrá de recordar que el 2 de octubre de 1968, faltando ya diez días para dar inicio a las XIX Olimpiadas celebradas por primera vez en nuestro continente y correspondiendo a nuestro país ser el anfitrión para tan hermoso evento y enorme responsabilidad ante todas las naciones, los estudiantes de la ciudad de México (azuzados por los rojillos de la URSS) provocaron hasta el hastío al último gobierno emanado de la Revolución Mexicana. Revolución que a los estudiantes defeños no les gustaba, ellos querían una como la rusa, por eso desfilaban continuamente y abajo del balcón presidencial en Palacio Nacional (donde ahora vive el dictador de Macuspana) gritaban y portaban mantas que retaban: “¡No queremos Olimpiada, queremos revolución!

Queda claro que pensaban que las revoluciones se hacen con mantas y coritos, pues cuando el gobierno en turno, harto de las provocaciones y las ofensas, les responde a sus deseos con balas de verdad, las ganas de ser revolucionarios se les acabaron. Se cambiaron por las de plañideras (llanto que les duró hasta las elecciones del 2018).

     Tratando de ofrecer un relato de aquellos hechos, transcribo un fragmento de uno de mis libros, una síntesis de aquella noche dolorosa y aleccionadora:

 

“Ya ha pasado más de medio siglo, lo que les permitiría haber hecho un recuento formal de los sucesos y decesos de esa fecha tomando en cuenta las actas de desaparecidos, defunciones oficiales, así como los partes levantados por las autoridades, y con estos elementos, hacer la lista de muertos con nombres y apellidos…

     Se requiere de eliminar los mitos y las fobias para poner las cosas ante el foco imparcial de la historia, pero tal y como sucedieron, lo que permitiría resolver social y anímicamente un tema que debe ser superado. En este sentido y acerca de los muertos y heridos en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, en el parte oficial los muertos fueron 30 y los heridos 70, así como 1,500 personas detenidas y enviadas al Campo Militar No.1 (Tres cuentos y una historia, págs. 97-98)

 

      El punto focal entre aquella noche en Tlatelolco en la que lamentablemente fueron asesinados 30 jóvenes, es que, si lo comparamos con el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador, todos los días, repito TODOS LOS DÍAS HAY MÁS ASESINADOS QUE EN EL 2 DE OCTUBRE DE 1968. Bajo el actual régimen: un promedio de 129 personas son asesinadas todos los días.

      Y ante tantísima sangre derramada, es decir, más de 230,000 personas asesinadas durante el obradorato (180 mil contabilizadas por el mismo narco estado que nos desgobierna, más otras 50 mil asesinadas y enterradas clandestinamente, las cuales no entran en la contabilidad oficial). Si dividimos los 230 mil asesinados entre 5 años, resulta la cantidad de 47,200 por cada año; 129 por día. Sí, en el sexenio de AMLO el promedio de asesinados diarios es de 129.3, las matemáticas son así. No importa que todas las mañanas el autócrata manipule y maquille las cifras, la realidad exhibe sus mañas y mentiras.

      Pero como dice el viejo dicho popular argentino “la mentira tiene patas cortas” y las masacres diarias que se cometen (y padecen) en México no son atendidas por el que cobra de presidente. Fue bueno, así como su pandilla que le sigue, de salir a señalar año con año la masacre del ’68, lamentable, sí, pero más lamentable todavía las masacres que todos los días se suceden a lo largo y ancho del país, sin haber movimiento estudiantil ni político alguno.

     La ley es letra muerta para el autócrata. De hecho, la repudia (como todos sabemos), de manera que los mexicanos nos hemos convertido en carne de cañón para los asesinos o en esclavos que trabajan como burros para pagarles la extorsión (derecho de piso), so pena de ser asesinados al instante si no entregan el impuesto criminal tasado por ellos.

     A tal punto ha llegado esta violencia criminal, que no sólo Estados como Zacatecas, Veracruz, Chiapas, Sinaloa o Tamaulipas (por señalar los más dañados) lo padecen. El dominio criminal tolerado y fomentado desde Palacio Nacional ha llegado a todos los rincones del país, sin  que la mayoría de la prensa lo señale (empeñada en cuidarse de los embates del tirano).

     Un noticiero televisivo nacional denunció esta semana las enormes y duras extorsiones a los comerciantes del centro de la ciudad de México. Aquí mismo en Guadalajara se escuchan las voces de familias con miembros asesinados y despojados de sus bienes por las bandas criminales sin que los medios digan absolutamente nada ¿Quién denunciaría con una Fiscalía incapaz, indiferente (y quizá corrupta) que no asegura protección ni justicia para los denunciantes?

      Lamentablemente la clase política no está al nivel de las necesidades reales de los mexicanos. El tal debate no lo fue en absoluto. Se trató de una simple pasarela en la que una engreída candidata oficialista se presentó por su linda cara (que no la tiene), mientras que un risueño patiño y esquirol estorbó del todo, en tanto que la candidata de la oposición fue metida en un corsé con cartoncitos estúpidos, cuando en un verdadero debate la realidad y las ideas del gobierno que ofrecen se defienden con argumentos. No los hubo.

     Lo que sí ha habido por más de cinco años son asesinados. Muchos asesinados, pues como se titula el presente artículo “TODOS (LOS DÍAS) YA SON DOS DE OCTUBRE”.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

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Quienes nacimos en otras generaciones no podemos dar crédito a lo que sucede en México. Hemos tenido gobiernos buenos (pocos), regulares (más) y, por supuesto, malos (Echeverría. López Portillo y Fox son tristemente famosos por su pésima conducción del país). Sin embargo, como el de López Obrador y la mayoría de los gobernadores, presidentes municipales, senadores y diputados nunca. Repito: ¡NUNCA!

      El nivel formativo, así como la capacidad intelectual y moral de los actuales gobernantes está para llorar como dijeran las generaciones pasadas: “¡a dos nalgas!”. Es decir: ¡sin remedio! (a dar rienda suelta al desánimo y la desventura)

     Y si pensamos que ya no puede ser peor nuestro futuro, el nivel de las actuales campañas políticas nos asegura que no es así, que el país puede empeorar. El nivel intelectual de las campañas está más cerca del arrabal o del estercolero, que a las propuestas para una sociedad ávida de un verdadero cambio, de un retorno al estado de derecho, la seguridad, la educación, la salud, la producción y demás acciones y actividades que dan sentido a una sociedad civilizada (pues el deterioro que hemos sufrido en poco más de cinco años ha sido del retorno a la ley de la selva, del más fuerte, en otras palabras: a las cavernas).

     Escuchar la sarta de sandeces que dicen la mayoría de los candidatos(as), el desconocimiento de la tarea que pretenden desempeñar, su frivolidad y estupidez vertidas públicamente, son para desesperar al más paciente y mesurado. Es como ver la piara en la sala de tu casa (con todo lo que significa y conlleva). Peor aún; que los que dirigen semejantes manadas de salvajes incapaces guarden silencio y pretendan delante de los mexicanos que su oferta es buena o aceptable. 

     ¿Cómo quedarse callados los ciudadanos ante tanto farsante(a) y tanto desfiguro? Candidatos que salen a lugares públicos o presentan spots bailando, haciendo escenas ‘chistositas’, haciendo trenecito con sus seguidores o diciendo cualquier tontería, caras risueñas, y un sinfín de estupideces y frivolidades. En medios y redes sociales se ven y escuchan spots de candidatos que exhiben de cuerpo entero a estos atrevidos, muchos de los cuales no tienen la menor idea de que se trata el trabajo de Senador o Diputado o al que ellos aspiren, lo que ellos(as) desean es dinero y poder (mucho de ambas cosas).

      A tal grado llega la incapacidad y cinismo de los candidatos ¿o candidotes? que Claudia Sheinbaum desde el templete en el Zócalo capitalino, le disparó a la frente a su patrón: «¡Quieren que siga la corrupción!». Su corrupción ha llegado a tal extremo que su inconsciente la exhibió a nivel nacional. Lamentablemente son una banda (no un partido político real) de bucaneros, de desvergonzados, de cínicos ambiciosos sin mayor capacidad que la de robarse cuando pueden, de dejar endeudado al país, estado, municipio o lo que sea, pero llenar las alforjas y dar rienda suelta a sus ambiciones reprimidas.

     Ambiciones que por el camino correcto jamás satisfarían pues son enemigos del trabajo creador. Y como se ha dicho en este espacio en muchas ocasiones, lo suyo es el desmadre, las manifestaciones, los destrozos, las marchas con coritos, etcétera. Nada pues que se traduzca en trabajo y riqueza para el país.

     La canalla que aspira en este año a la mayoría de los cargos públicos (no todos por supuesto; hay excepciones respetables) nos hacen recordar la advertencia que hiciera el filósofo argentino José Ingenieros:

 

“Políticos sin vergüenza hubo en todos los tiempos y bajo todos los regímenes; pero encuentran mejor clima en las burguesías sin ideales. Donde todos pueden hablar, callan los ilustrados; los enriquecidos prefieren escuchar a los más viles embaidores. Cuando el ignorante se cree igualado al estudioso, el bribón al apóstol, el boquirroto al elocuente y el burdégano al digno, la escala del mérito desaparece en una oprobiosa nivelación de villanía” (El Hombre Mediocre).

 

     Queda claro que el liderazgo de López Obrador atrajo como ley de grupo a legiones de incapaces y ambiciosos, de violentos (acompañados y escoltados por una gran fauna nociva de delincuencia organizada y sin organizar) que al ser protegidos de sus mega latrocinios por el tabasqueño (al estilo Don Corleone) han abierto la puerta y movido las ambiciones de legiones de sus pares. De individuos sin capacidad alguna para gobernar ni resolver los graves y cada vez mayores problemas de México, pero que al ver lo fácil que se roban los dineros públicos, han abierto de par en par las ambiciones a una multitud de improvisados.

     Han llevado la discusión pública al nivel del arrabal, que además de exhibir sus miserias morales e intelectuales, exhibe además la decadencia de una sociedad que sólo supo criticar a sus gobernantes del pasado, que si bien hubo muchos corruptos, y otros mediocres, también disfrutó de algunos buenos (como fue el caso de los Presidentes Manuel Avila Camacho, Adolfo Ruíz Cortines y Adolfo López Mateos, de otros buenos, pero incomprendidos como Díaz Ordaz (al que solo le ven el 2 de octubre del ’68, cuando en el actual sexenio todos los días hay más asesinados que los de Tlatelolco) y Miguel de la Madrid, quien sin aspavientos y con un gran esfuerzo, sacó al país del pantano en el que lo dejaron los causantes de la DOCENA TRÁGICA.

      Falta ciertamente cultura y madurez política para analizar nuestra historia; casi siempre domina la pasión, el desconocimiento y el maniqueísmo. Es tiempo pues que venciendo la desunión promovida por AMLO y sus huestes, los mexicanos abran los ojos, descubran la enorme cantidad de farsantes (hombres y mujeres) y decidan su voto, no en base a popularidad o simpatía (no se trata de misses, ni de reinas de la primavera). Sino de quien ha de llevar las riendas del país, del Estado, del municipio o de los Congresos, pues en esta decisión se juega probablemente la última oportunidad para retornar a la senda del orden y el estado de derecho.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com.

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