INCONGRUENCIA DE CORRAL Y SUS MARCHISTAS
Ningún mexicano de bien apoyaría la corrupción. Todos estamos hartos y en contra de este cáncer que está corroyendo las entrañas del país a manera de metástasis. Así que los gritos ‘revolucionarios’ emitidos desde el palacio de gobierno de Chihuahua llamen la atención por varias cosas, ciertamente no por el tema, sino por los actores de este drama que más parece tragicomedia.
En tanto que el gobernador Javier Corral se encuentra en plena campaña política (que todo apunta solo es para dañar la imagen del PRI en este año de elecciones), para lo cual organizó una marcha hacia la ciudad de México utilizando como bandera la corrupción y que Hacienda no le ha entregado algunos recursos; lo cierto es que ha descuidado totalmente la seguridad y gobernabilidad en Chihuahua.No votaron por el para que ande en campaña, lo eligieron para que gobernara. ¿O se va a hacer como Fox en Guanajuato, que ‘gobernaba’ a telefonazos?
La cuestión es qué para iniciar una lucha, cualquiera que esta sea, se requiere de autoridad moral, y el PAN, partido de Javier Corral, carece absolutamente de autoridad en el tema, primero tendría que poner orden en casa y de esta forma no solo podría quitar pajas de ojos ajenos, incluso los mexicanos le aplaudiríamos.No antes, y para que le resulte más fácil su labor quijotesca, le recordamos algunos de los gigantes que tendrá que destruir primero (denunciarlos y meterlos a prisión).
Sí, porque esa historia de falsos quijotes la conocemos requetebién, sobre todo en Jalisco. Cuando llegó el PAN a la presidencia municipal de Guadalajara por primera vez (con la misma bandera que Corral), la esposa de César Coll Carabiasfue citada por el Congreso local para que rindiera cuentas de varios millones que faltaban en el DIF. Increpada por el diputado Miguel león Corrales, la señora dijo, palabras más, palabras menos, “que ella era una mujer decente”, respondiéndole con toda propiedad el legislador: “nadie pone en tela de duda su decencia, lo único que le pide el Congreso es que nos explique en qué gastó el dinero”.
Las denuncias contra el equipo de Alberto Cárdenas Jiménez no fueron pocas: chalecos anti balas a sobreprecio, bonos, prestaciones y super sueldos jamás vistos, bicis a precio de carros, cientos de millones enviados por el gobierno de Zedillo a Ituarte a la Secretaría de Seguridad se esfumaron (sin que se supiera en qué se gastaron), etcétera. Por cierto, Ituarte tuvo que dejar el Ayuntamiento de Zapopan precisamente a causa de otros escándalos de corrupción.
A nivel nacional las mega raterías de Fox (y parentela) no tienen antecedente en cuanto a los montos. Un empresario malo y en quiebra, una vez el poder, convirtió su destartalado rancho en una hacienda porfiriana con cientos de hectáreas, rescatando la empresa camionera Estrella Blanca con cientos de millones para colocar a su hijo adoptivo (que en realidad resultó adoptivo de la Nación -como el resto de sus hermanos-).
Ni qué decir de los mega actos de corrupción de los hermanos Bibriesca: renta de barcos a Pemex a altísimos costos por hora (en dólares), adquisición de fraccionamientos a través del Fobaproa a precios de remate, centros comerciales a través de terceras personas, en fin, jóvenes de clase media baja que al final del foxiato podrían estar sin problema alguno en las listas de Forbes, cuando en realidad toda la banda debía de estar en prisión, pues usaron la bandera de la religión y el combate a la corrupción para llegar al poder, traicionando al pueblo y ofendiendo al Creador. Peor todavía, ya que teniendo un tiempo único en la historia al vender la mayor cantidad de petróleo al precio más alto jamás visto, en lugar de acabar o bajar la deuda pública la acrecentaron en casi el triple de lo que la recibieron. En mi libro“EL HOMBRE QUE NUNCA DEIO SER PRESIDENTE” quedó constancia de muchas de las rapacerías de esta troupe de ladrones.
En cuanto a los escándalos de corrupción del gobierno de Felipe Calderón otros colegas periodistas y escritores dejaron constancia de ellos: “Los cómplices del presidente” de Anabel Hernández, y “Las concesiones del poder”de Francisco Cruz Jiménez, por señalar algunos, aunque Julio Scherer le describe en dos textos lapidarios, el primero derivado de una entrevista con Carlos Castillo Peraza y el segundo de otra con Manuel Espino (ambos ex presidentes del PAN): “Una lenta transformación había hecho de Calderón un ser inescrupuloso, mezquino, desleal a principios y personas”, “(Felipe Calderón) ya en el poder, toleró y ha seguido tolerando casos de corrupción que quizá no puedan ser fácilmente comprobables, pero que dejaron las pistas necesarias para seguir los pasos irregulares de muchos funcionarios públicos, como Juan Camilo Mouriño, Juan Molinar Horcasitas y Genaro García Luna. Se trata de diversos hechos de corrupción: desde hacerse de dinero hasta solapar actos criminales” (“Calderón de Cuerpo Entero”, Grijalbo, págs. 15 y 84).
Pero como buenos mochos, es decir, tartufos a la mexicana, los panistas se desgarran las vestiduras ante la corrupción del otro, aunque en sus alforjas ya no quepan los dineros públicos. Un caso local: la mega transa del Estadio Chivas en la que Macedonio Tamez, presidente municipal de Zapopan (PAN) en ese entonces, “perdonó” a Jorge Vergara la entrega de 9 hectáreas que por ley tenía que dar al municipio para escuelas, áreas verdes, etcétera, que barato el metro, a $3,000 pesos, suman un total de $270 millones de pesos ¿La ley le concedía semejante prerrogativa? Que se sepa nomas era presidente municipal.
Y no se piense que hablamos a toro pasado. En esta misma columna se señaló semejante barbaridad y daño al erario público (Análisis y propuesta. EL INFORMADOR, 24/Ene/2004).
Los mega desvíos de Emilio González Márquez ($74,000’000,000 setenta y cuatro mil millones de pesos) gastados de manera discrecional sin rendir cuentas al Congreso, que tan solo de un año le fincó cargos por más de $7,000’000,000 (siete mil millones de pesos) y hasta ahora nadie le ha molestado, mientras que a gobernadores emanados del PRI por mucho menos han ido a parar a la cárcel.
Así que para ayudarle al gobernador Javier Corral en su amnesia, le recordamos de estos otros corruptos de su partido el PAN, que por supuesto no son los únicos, pero que para que le creamos los mexicanos, no debe olvidar que “el buen juez por su casa empieza”. Así como lo ha hecho el Presidente Enrique Peña Nieto con los corruptos ex gobernadores de Tabasco, Veracruz, y Quintana Roo ¿O qué opina estimado lector?
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
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