Opinión

Por alguna razón desconocida o precisamente muy conocida (el intento de tumbar al gobierno federal encabezado por el Presidente Peña Nieto), el trillado tema de los ayotzinapos ha llegado al hartazgo social. No hay noche en que los noticieros televisivos o mañana en que los diarios nacionales o locales, la radio no se diga, no empiecen con notas acerca de este indigesto tema.

¡Que los padres de los chamacos asesinados (aunque ellos absurdamente los quieren vivos) dijeron esto, que su protagónico abogado –un perfecto desconocido hasta antes de este suceso- dijo lo otro, que los de la CIDH declararon  tal cosa, que Alvarez Icaza otra y perengano otra más, han llevado las cosas a un punto verdaderamente repulsivo, de apagar la tele, cerrar el periódico o apagar la radio!

Ningún país puede vivir y sostenerse de pie con una cofradía integrada por golpistas, anarquistas, carroñeros sociales, medios amarillistas y demás, cuyo tema único son los chamacos asesinados en iguala. La vida no es así. La vida sigue su curso y sin desatender el estado sus funciones en la aplicación de la justicia (para todos los casos y no nomás a uno en especial), debe abocarse a la atención y resolución de los múltiples problemas que aquejan al país pues nadie en su sano juicio negaría su complejidad.

Pretender la atención nacional y del estado exclusiva para estos crímenes además de irracional, exhibe la intención política de sus promotores. La escuela guerrillera de Ayotzinapa es un punto perdido en la geografía de México y si algunos de sus alumnos delinquieron y murieron (traían cuatro camiones robados de a $2’000,000.00 de pesos cada unidad, gente armada y haciendo todo tipo de desmanes en la madrugada y a 150 kilómetros de su escuela) en buena medida se lo buscaron. No estaban en clases aprendiendo a formar y educar niños de primaria. Andaban haciendo lo que no se debe, obrando fuera de la ley.

La falsa izquierda política de México (AMLO, PRD, PT,  y demás) fue la que apoyó el narco gobierno municipal de Iguala; autores intelectuales a final de cuentas de la matanza de los chamacos –en contubernio con las bandas criminales locales y la complicidad de las policías municipales-. Sin embargo su cinismo quizá no tiene antecedentes en la historia nacional, pues en lugar de dar la cara ante el pueblo mexicano y reconocer su yerro, durante todo este tiempo con absoluta maldad se han dedicado a cambiar la historia y los hechos para acusar de todo al gobierno federal, que dicho sea de paso no tiene nada que ver en estos crímenes.

En su perversa acción han recurrido a todo tipo de artimañas, todas deleznables en origen e intención, utilizando incluso a los padres de los chamacos asesinados como veletas para sus fines. Los han paseado por medio mundo y ni siquiera les han dejado llorar su duelo. La causa sin causa es el fin que justifica sus torcidos medios, entre los cuales cuanta ONG internacional se ha prestado y sumado para la farsa.

     En su insano deseo han recurrido al desprestigio internacional para nuestro país y el deterioro moral de la República y sus instituciones (lo cual es una verdadera traición a la Patria), abriendo de par en par las puertas a toda clase de extranjeros que han venido a enturbiar todavía más, las revueltas aguas (con el pretexto de los ayotzinapos), violentando el orden constitucional ¿En qué posición quedan entonces las instituciones públicas de la Nación?

A tal punto se ha llegado que un árabe llamado Zeid Ra’ad Al Hussein que ostenta el pomposo título de “alto comisionado” para los derechos humanos, entre otras cosas ha venido a decir a México que “el Ejército se tiene que retirar de las calles y hacer suyo el malintencionado informe de sus colegas de la CIDH” ¿Por qué no va a decir eso al presidente sirio Bashar al-Asad? ¿Por qué no va a defender los derechos humanos en Irán, en Irak, en todos los países dominados por el violento islam, en el Magreb, vaya, por qué no va a reclamar los derechos humanos de los mexicanos asesinados en Egipto ¡esos sí por el ejército y a la vista de todos!? No es lo mismo caminar entre las balas y los terroristas de verdad, que hospedarse en hoteles de cinco estrellas y viajar a lo grande con gastos pagados.

Aberrante y opuesto a todo sentido legal y republicano, resulta entonces la invitación de la procuradora federal Arely Gómez a otro grupo de “expertos” (uno más) para que vengan a hacerle el caldo gordo a López Obrador y sus huestes golpistas. La soberanía de México está siendo vulnerada no solo por AMLO, sus huestes y los tontos útilessino por el estado mexicano mismo al abrir las puertas a organismos y ONG’S extranjeras que nos están viniendo a decir qué sucedió –según ellos y sus planes desestabilizadores para nuestro país- y qué se debe de hacer, pisoteando de paso la Constitución.

Concluimos con unas palabras de Andrés Henestrosa refiriéndose al Presidente Juárez, no sin antes repetir que el tema de los ayotzinapos a la mayoría de los mexicanos nos tiene absolutamente hartos, hastiados: “…Cuando habla de los enemigos de México, sabe quiénes son, en dónde están y cómo hay que vencerlos”, entendidos de que el Presidente Benito Juárez conocía el valor y uso exacto de las palabras, como nos recuerda su paisano Henestrosa: “Habla para todos y no para unos cuantos. No hablaba en clave, sino en lenguaje de la calle, sin que por ello descuidara el rigor gramatical… pastor de palabras, las ponía en fila, en orden, una tras otras, sin que ninguna se saliera del carril y de las reglas” (Juárez en mi Alma, págs., 278, 266) ¿El gobierno de México sabe quiénes son sus enemigos y ha cuidado que sus palabras no se salgan del carril de la Constitución? A lo que se ve no ha sido así ¿o usted que considera estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

E-mail: mahergo50@hotmail.com

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Solo quien no conoce la historia política de Dante Delgado (dueño de Movimiento Ciudadano), Enrique Alfaro, Enrique Ibarra, Pablo Lemus y todo el séquito de emecistas que les acompaña, puede creer la sarta de mentiras con las que engañaron a la mayoría de sus electores. Sí, porque no se puede desestimar que otros les apoyaron deliberadamente, lo cual implica alguna reciprocidad. Como tampoco podemos desatender el hecho que vivimos una época en la que las ideologías están a punto de la extinción y la generosidad social no se diga.

Confundir ese meloso romanticismo de las redes sociales, de justicieros de todo tipo, de ciertos defensores de animales y de un significativo sector de la población desconocedor de la historia, poco enterada y menos informada realmente de lo que sucede en la Nación –pero que opinan como si estuvieran al tanto- y pretender que su criterio sea el que marque el rumbo para el país; es tanto como entregar un avión 727 a alguien que solo ha conducido avioncitos de feria pueblerina.

Mentes que por lo general consideran que dar la contra al establishment asegura encontrarse en la verdad; posición casi siempre falsa ¿Se imagina usted si no hubiera estado como se comportaría el hombre caído, el caos en el que se sumergiría la sociedad?

Lamentablemente algo parecido está ocurriendo en la zona metropolitana de Guadalajara. Estos días hemos visto tomar posesión de los Ayuntamientos de Guadalajara, Zapopan, San Pedro, Zapotlanejo y Tlajomulco, a una galería de demagogos e improvisados, cuyo arribo obedece fundamentalmente a dos cosas: A la pésima gestión de los partidos políticos de siempre (convertida en hartazgo social), y a la oportuna entrada del partido propiedad del señor Dante Delgado.

Los líderes de Movimiento Ciudadano supieron entender el hartazgo social y capitalizarlo a través de una novedosa (y costosísima) campaña que incluyó todos los medios tradicionales, así como la intromisión en las redes sociales y cuanto espacio hubo en internet. Donde le picara el posible votante aparecía Alfaro & socios, ya fuera youtube, Facebook, etcétera, sin que los encargados de vigilar la contienda dijeran esta boca es mía.

De esta manera la nueva compañía de redentores de la zona metropolitana de Guadalajara, integrada por falsos líderes de izquierda (tienen de izquierdistas lo que Donald Trump de amor por los mexicanos), de empresarios que nunca han emprendido nada y líderes patronales que nunca se les ha sabido hayan tenido empresa alguna (al menos una que realmente valga y se conozca por su peso y trayectoria) se hicieron del poder.

Han prometido todo y muchos ciudadanos han seguido arrobados la flauta de Hamelín, la cuestión es que en lugar de sacar de la ciudad los bichos que infectaban, mantienen hipnotizados con sus mentiras a no pocos que han caído redonditos en el engaño ¿Cómo pueden hablar en contra del PRI y señalar cosa alguna Enrique Alfaro, Enrique Ibarra Pedroza y varios, cuando vida y fortuna hicieron justo en ese partido? Una persona congruente, poseedora de alguna ideología o cuando menos de principios morales sólidos, no participaría jamás con partido o grupo alguno ajeno a sus principios. Ellos lo hicieron y por muchos años.

El problema es que cuando no les dieron lo que querían (y su soberbia les hace creer que merecían) se salieron de ese partido y buscaron acomodo en otro donde pudiera brillar su narcisista personalidad. Problema que se ha agudizado al acomodarse tantos “astros” en contra de la sociedad.

De una cosa hay que estar seguros: el manejo mediático de esta nueva cofradía de próceres es único (su amigo Emilio González Márquez les ayudó, él también sabe de estas cosas), lo que les hace doblemente peligrosos pues además de falaces y demagogos, tienen a su favor el engaño en el que tienen a buena parte de la población, que cree cuanta promesa le hacen y cuanta cosa le digan; sin asegurarse nunca de que lo prometido se lo cumplan y lo escuchado sea verdad. Sobre todo en estos tiempos en que la realidad virtual puede ser abismalmente distinta de la verdadera realidad.

Por lo pronto muchos de estos próceres que en la iniciativa privada nadie les daría chamba debido a su perfil y arrogancia, hoy han convertido la mayoría de los ayuntamientos de la zona metropolitana en una Sociedad Anónima cuyo capital (el ellos, el de los nuevos funcionarios) será variable y téngalo por seguro que de aquí a tres años en franco aumento.

 

CIDH ¿SIMPLES VIVIDORES?

 

Ya salió el peine. La comisión Interamericana de Derechos Humanos está cobrando nada menos que $2’000,000 (dos millones) de dólares por “investigar” los hechos de Ayotzinapa. Asunto que además de violar la constitución, desvía los dineros públicos en tareas que competen única y exclusivamente a las autoridades mexicanas, para eso se les paga.

Qué lamentable resulta observar como cada vez más mexicanos están dispuestos a entregar el país a extraños. Un asunto (Iguala, Gro.) que se origina y acontece dentro de las actividades delictivas de los narcotraficantes de Guerrero  y socios en las autoridades locales del PRD (impuestas por López Obrador); absurdamente se quiere endilgar ahora con falacias al gobierno federal. Lo peor del caso que con el beneplácito de las huestes del Peje y de aquellos que creen que ir siempre en contra del gobierno es lo correcto. Anarquistas, pues, aunque sea en lo verbal.

Como también es lamentable que extranjeros habladores y perniciosos vengan a decirnos como estamos, cómo deben hacerse las cosas y de paso pagarles $2 millones de dólares que tanta falta hacen en la asistencia social (pregúntese a la multitud de usuarios sin servicio del IMSS) y que de ninguna manera se pueden justificar desde el ámbito legal ¿O usted que considera, estimado lector?.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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El gobierno federal está cometiendo un gravísimo error al permitir que la banda de los ayotzinapos cometa todos los días un sinfín de delitos y todos queden impunes. Para desgracia de México y del estado de derecho: un fanatismo a lo políticamente correcto, así como un sometimiento a las ONG’S extranjeras buscabullas, y un horror al que dirá la “prensa” que vive del escándalo se ha apoderado de quienes dirigen el país.

     Resulta una verdadera desgracia nacional que al gobierno le importe más el destino y protección de una extraña guerrilla(integrada por autoridades y alumnos de la Normal de Ayotzinapa, padres de familia de muchos estudiantes, maistros de la CNTE, así como grupos locales de anarquistas, el gobierno saliente de Guerrero, y por supuesto, con el aval de los dizque “intelectuales” de la UNAM encabezados como siempre por la Poniatowska) que la vida de 70 u 80 millones de mexicanos, que por lo que se observa le importan un verdadero comino. Y que dicho sea de paso, son los que trabajan y mantienen de pie este país.

No podemos olvidar que en la “hermana república del Pedregal”, es decir, la UNAM se enseña y cree (no importa que no sea cierto, pero ellos así lo creen) que el destino del país se dicta desde sus aulas. Dicho en otras palabras, la sabiduría y los destinos de la nación solo pueden ser trazados desde ese campus.

A propósito de la UNAM, aunque la guerrilla de los ayotzinapos salió de una retrógrada y silvestre normal pueblerina -ante la falta de ideología y hombres de valor para cambiar un régimen entre los defeños universitarios de los goyas y cachunes-, lo cierto es que la Poniatowska y socios han dado desde el principio su apoyo incondicional a los delincuentes de Ayotzinapa. Sí, desde el campo de la ley eso son, delincuentes.

En realidad no se trata de una guerrilla en el sentido estricto de la palabra, que desde la farsa de Marcos en Chiapas, se ha visto que ese modelo ya pasó de moda. Ahora son cobardes que jamás enfrentarían a estado alguno. Simples anarquistas carentes de disciplina alguna (alérgicos al trabajo) que son aleccionados a exigir toda clase de derechos, a oponerse a cuanta cosa no les guste, a robar y destruir en nombre de su causa, pero eso sí, llorones como jamás se ha visto en la historia, corriendo en tropel a los medios, los derechos humanos y a las ONG’S solapadoras en caso de que la fuerza pública llegue a lastimar a los nenes(as) durante la comisión de alguno de sus múltiples delitos (siempre impunes, repito, impunes).

En uno de sus deleitosos libros, llenos de inteligencia y sabiduría, Gabriel Zaid describe puntualmente lo que está sucediendo en el país, aunque el regiomontano  lo escribió en 1988. Veamos:

 

– “La guerrilla universitaria busca ante todo llamar la atención, producir noticias en la capital, más que la mera supervivencia o el avance militar. Así, tomar y abandonar varias veces la misma plaza, que no es un gran avance militar en el campo, es un avance político en la capital, si cada vez resulta noticia, si cada vez llama la atención sobre la presencia de la guerrilla y hace ver la impotencia del régimen…

– La guerrilla universitaria es como un proceso de producción mediática que recurre a las armas para generar tomas visuales y noticias de primera plana. Monta las operaciones necesarias para ganar batallas en la guerra psicológica…

– La guerrilla es como el departamento de producción teatral de un noticiero; produce hechos noticiables. La prensa (armada con grabadoras y con cámaras) pelea la noticia y la gana; es como una segunda guerrilla que amplifica las señales de la primera. La guerrilla necesita la ampliación de su mensaje. La prensa necesita un buen espectáculo…

– La guerrilla universitaria sabe que no puede vencer militarmente; que su victoria consiste en ganar la atención de la capital y convencer como espectáculo…” (De los libros al poder, págs. 221-225).

 

La radiografía de Zaid es tan certera a tantos lustros de distancia, que solo un ciego podría negar su atinada descripción. Ante la falta de acción de los universitarios defeños, ya impuestos a vivir de la ubre presupuestal (vía presupuesto UNAM, gobierno del D.F., etcétera), avalaron la guerrilla de los salvajes ayotzinapos, toda vez que el pretexto del 2 de octubre ya se agotó y requerían muertos nuevos para justificar su pereza y manera violenta de enfrentarse a la vida, pero siempre medrando de los dineros públicos.

En procuración de un análisis objetivo que beneficie a México, en la balanza de las acciones, un gobierno reformador siempre será superior a cualquier mesianismo político violento, pues como decía Octavio Paz: “El reformista es un revolucionario que ha escogido el camino de la evolución y no el de la violencia” (Las palabras y los días, pág. 146).

Lamentablemente el gobierno del Presidente Peña Nieto; teniendo de su lado una serie de grandes reformas, la ley y la legitimación venida de las urnas; extrañamente ha estado capitulando ante los violentos, legitimando a los guerrilleros y dando la espalda al ciudadano que le llevó al poder, así como a todos aquellos que aunque no votaron por él deseen vivir en un régimen de derecho.

Está visto que los ayotzinapos y socios anarquistas, lo único que quieren es tumbar al gobierno y subir a su líder, que ¡sorpréndase lector, sería AMLO!. Estamos en una encrucijada en la que el Presidente y su gabinete tienen que decidir si gobiernan con la ley en la mano para todos los mexicanos (así protestaron hacerlo) y establecer el estado de derecho que urge y reclama este país; o entregarlo a la guerrilla de los ayotzinapos -caballo de Troya de los golpistas- cuyas victorias mediáticas han logrado convertir sus miles de delitos en una causa, ganando un terreno que el propio estado mexicano la ha ido entregando, traicionando así el voto de la mayoría de los mexicanos. Estamos a tiempo de que se rectifique el rumbo ¿No cree usted, estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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Ya se ha dicho hasta el cansancio que con la llegada del PAN a Jalisco (1995) las instituciones públicas se corrompieron y debilitaron, convirtiéndose algunas en meras parodias de lo que por mucho tiempo fueron, transformándose en simple cueva de toda clase de alimañas a las que el gobierno no se ha atrevido realmente a tocar.

Es el caso de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, que al sentirse libre del cuidado y control del Poder Ejecutivo Estatal (valga recordar que Alberto Cárdenas no tenía la menor idea de qué era, cómo funcionaba, ni cual era la función del gobierno para que la justicia laboral se impartiera dentro del estado de derecho) los demonios se soltaron, como dijera Salinas, dando paso a la creación de verdaderos cárteles o mafias, que en complicidad con funcionarios y empleados de las Juntas Especiales corrompieron la justicia laboral hasta transformar esta indispensable Institución pública en feudo de una canalla de delincuentes. Lo peor del caso es que intocables.

Con la complacencia y corrupción de la autoridad, ciertos despachos jurídicos conocidos ahora como “Los Talibanes”, además de convertirse en dueños de la JLCA pervirtieron el derecho laboral (creado para proteger al trabajador del patrón explotador) hasta lograr invertir los papeles y convertir al trabajador en un explotador del patrón en turno. De nadie es un secreto en Jalisco la existencia de un gran número de “trabajadores” vividores que al amparo de la Ley Federal del Trabajo la han corrompido con la ayuda de estos cárteles de abogados al punto que viven de esto, unos y otros, debilitando la economía empresarial (de media tabla hacia abajo) debido a sus cuantiosísimas exigencias, que casi siempre las Juntas les conceden mediante Laudos apartados de todo derecho y sentido de justicia.

El asunto es tan grave que un trabajador que por ley debiera recibir de indemnización $7 u 8 mil pesos, los “Talibanes” en complicidad con no pocos funcionarios de la Junta Local logran Laudos hasta por $400 o 500 mil pesos; aunque para ello inventen montos de sueldos, notificaciones que nunca hacen, y procesos ilegales de punta a punta hasta obtener una resolución que pone de rodillas a cualquier patrón ante estos delincuentes que han hecho de la JLCA de Jalisco una cueva de ladrones. Engallados porque hasta ahora no habido ningún gobierno de ningún tipo que los someta al orden. Ni los “zetas” hacen gala de tanta impunidad.

El actual Procurador de Justicia –o como se llame el cargo esta semana- intentó hacerlo durante su paso por la Junta, pero lo cierto es que se limitó a dar a conocer a la opinión pública lo que ya se sabía, cuando su deber era poner orden, correr funcionarios y empleados corruptos y denunciar a estos forajidos que además de cometer ilícitos (extorsiones “legalizadas” por demás cuantiosas) han debilitado el estado de derecho y empañado la imagen del gobierno en todos sus niveles. Ni qué decir del estado de indefensión, angustia e impotencia de los empleadores (de todo tipo y tamaño).

      La mayoría de los negocios en Jalisco sumergidos en una larga crisis, piden a gritos para que alguien pare esta mafia de extorsionadores. Que el derecho laboral vuelva de nuevo a ser protección para el verdadero trabajador; y no pretexto y escudo de vividores que trabajan bien uno o dos meses, incluso varios, para luego provocar el despido y con la asesoría legal de estos pseudo abogados y con Juntas que perdieron absolutamente rumbo y sentido, los asuntos se convierten en vil extorsión mafiosa. Basta de “Talibanes” y “talegones” y que no se asuste nadie con la palabra, el diccionario dice que significa flojo, perezoso, pues a final de cuentas eso son todos aquellos que quieren ganar un dinero ilícito por un trabajo que no desempeñaron.

MUNICIPIOS REMATANDO BIENES PUBLICOS

     Quizá la causa principal de la crisis municipal que impera en gran parte de los Ayuntamientos en Jalisco, se debe a la escuela de corrupción implantada por los gobiernos de Acción Nacional: de subirse los sueldos de manera escandalosa, prestaciones, bonos y demás, de aumentar la nómina por encima de sus necesidades y capacidad de pago, etcétera, lo cual trajo de inmediato la disminución (o eliminación) de la obra pública y la generación de deudas; lastre hasta hace poco inexistente.

El asunto no es cosa menor, gran número de los Ayuntamientos de Jalisco -sobre todo los de la zona metropolitana- intentando salir de esta crisis económica en la que se encuentran, han estado haciendo lo que no se debe ¡rematando bienes municipales! Activos que por décadas se fueron juntando mediante ahorros y austeridad pero que en los recientes trienios se han están vendiendo para pagar deudas. Se trata de cientos de millones de pesos, asunto que urge detener, pues de seguir así no solo tendremos ayuntamientos ultra obesos de nómina, sino pobres y urgidos de recursos, lo que les convertiría en un verdadero peligro social. ¿O usted que opina, estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

 

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