Opinión

A quienes gustan los deportes por televisión (que no necesariamente son deportistas, pueden ser incluso fodongos irredentos cuyo ejercicio se limita a mover el ratón de la computadora), el Mundial de Futbol en Brasil es el pretexto idóneo para la pereza laboral ¿Se puede medir la baja de productividad en los sectores público y privado durante el mundial?, de ser así la sorpresa puede ser mayúscula, sobre todo en un país como México que paradójicamente reclama empleos pero a la vez gran parte de las nuevas generaciones ni quieren ni les gusta trabajar (para eso tienen a los papás o los demás parientes).

Dejando por ahora la pereza de muchos mexicanos, ya tendremos oportunidad de hablar de este cáncer, lancemos la mirada hasta Irak; país que de nueva cuenta está viendo correr ríos de sangre en una guerra civil desatada por el sector islamista más radical.

Tal pareciera y de hecho es lo más probable, que los belicosos musulmanes en Medio Oriente, consideraran aprovechar estos días en que los tontos occidentales (nos tienen por tales, y cómo no había de ser, si gozan de nuestras democracias en tanto que ellos se rigen por su religión de odio inventada por Mahoma) se divierten viendo a dos oncenas que andan corriendo como locos por una simple pelota de cuero.

Lo que está sucediendo en Medio Oriente de un tiempo a la fecha no es juego. De hecho el futuro de la humanidad es el que se encuentra realmente en juego. La mayoría de los ciudadanos en los países occidentales o desconocen todo del Islam o están poseídos de cierta enfermedad llamada “derechos humanos y tolerancia”, que dicho sea de paso no es en realidad lo que se cree y predica, viendo en los musulmanes a simples extranjeros a los que hay que proteger y tolerar, lo cual es cierto, pero tampoco significa que ignoremos su cosmovisión y quedemos expuestos a su fanatismo sangriento.

Cuando Francois de Chateaubriand era embajador de Francia en Roma, le advertía (1828) al gobierno de su país acerca del peligro que representaban los musulmanes para Europa: “…La religión de Mahoma contiene todos los gérmenes de la destrucción social  …seguid adiestrando a unas hordas de turcos, de albaneses, de negros y de árabes, y antes de veinticinco años quizá la Medialuna brille sobre la cúpula de San Pedro” (Memorias, Tomo III, págs.. 1708-1709).

Casi a finales del siglo veinte, la valiente periodista italiana, Oriana Fallaci expresaba su impotencia ante la ingenuidad de los europeos cuya memoria parecía anestesiada al tratarse de los musulmanes ¿Acaso el Islam ha cambiado y dejado de ser una religión de odio? Fallaci lo dijo antes de morir: “Las Suras sobre la Yihad entendida como Guerra Santa permanecen. Lo mismo que los castigos corporales. Lo mismo que la poligamia, la sumisión e incluso la esclavitud de la mujer. O el odio hacia Occidente, la maldición de los cristianos y de los hebreos es decir de los perros infieles…  el Corán no es lo que quisieran que fuese o sea un libro para interpretar según las circunstancias y la comodidad de cada cual. El Corán es lo que es… Ergo, un buen musulmán no puede ser moderado. El Islam moderado no existe” (El Apocalipsis, El Ateneo, pág. 214).

Hace apenas cuatro años (2010) que la llamada “Primavera árabe” se encendió en los países del Magreb y en la actualidad ha producido verdaderos horrores en Siria mientras que en Egipto los militares tuvieron que intervenir para frenar el fanatismo radical de los religiosos islámicos, y los países cristianos parecen haber olvidado todo. Los escándalos de los famosos, que si la princesa de Inglaterra, que si fulana anda con fulano, merecen más atención que el futuro de este planeta llamado Tierra, que por cierto los musulmanes creen tener derechos por encima de todos los seres humanos. Para eso es su Yihad, su “guerra santa” contra los infieles (que somos todos los que no profesamos su credo de odio).

Un diario nacional mexicano publicó el viernes 13 de junio lo siguiente: “La ONU afirmó que hay cientos de muertos y un millar de heridos como consecuencia de los combates en Irak, donde el grupo yihadista Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) se ha hecho del control de Mosul y otras zonas del norte del país… Denunció que también se han registrado asesinatos extrajudiciales y ejecuciones sumarias, y citó el caso de un número indeterminado de soldados iraquíes capturados en Mosul y que fueron posteriormente ejecutados por el grupo terrorista” (El Universal).

El semanario israelí Aurora publicaba ese mismo día lo siguiente: “Combatientes de la organización extremista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) se hicieron del control de la ciudad de Jalula, en el este de Irak. Insurgentes locales apoyaron la toma de la ciudad por parte del ISIS. Yalula se encuentra a unos 125 kilómetros al noreste de Bagdad… El ISIS se hizo con la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, y desde entonces avanza en dirección a la capital, Bagdad. Ya en enero los jihadistas se hicieron con el control de Fallujah, en el oeste. Hoy se están registrando también combates en la provincia occidental de Anbar”.

Quienes no conocen la historia del pensamiento y acción de los musulmanes, como también desconocen la Biblia, por tanto de sus profecías (incluido el retorno glorioso del Mesías, del que por cierto señala el credo apostólico “y de nuevo vendrá con gloria”): están por supuesto en total ignorancia y desamparo ante esta religión de odio y violencia, que si le sumamos al asunto las enormes cantidades de dinero que reciben a diario por su petróleo (tanto Irak como Irán) y podremos entender que el mundo se encuentra ante una grave amenaza real.

El ya citado semanario israelí Aurora publicaba hace poco una nota que debiera parar de punta los cabellos a cualquiera: “El Secretario de Estado norteamericano, John Kerry, admitió que a la República Islámica de Irán le tomaría solamente dos meses para producir suficiente material fisionable como para fabricar una bomba nuclear” (9/Abril/2014)

Qué bueno pues que los países occidentales se diviertan con el mundial. Qué bueno que el deporte –aunque sea practicado por otros y no por los que también deberían hacer ejercicio- siga fomentándose, pero hay graves asuntos en el mundo que no pueden soslayarse.

Mientras tanto, nuestras fronteras porosas permiten que cualquiera pase. De hecho en Chiapas un islam criollo (atizado por musulmanes de verdad) incuba huevos de serpiente que nadie quiere ver. No se trata de una religión más como algunos ingenuos creen. Decenas de versículos del Corán dan testimonio del odio contra judíos y cristianos, así que mientras millones de occidentales pelean por un trofeo, otros en Medio Oriente asesinan y aniquilan despiadadamente a sus propios hermanos (que contemplan una visión menos radical del islam) pretendiendo apoderarse del planeta para el mesías musulmán ¿Considera usted lector que el mundo judeocristiano está consciente de la situación?.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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Dice el viejo refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”. Es muy probable que Aristóteles Sandoval, quien cobra como gobernador de Jalisco, ande con amistades inadecuadas, impropias de su alta responsabilidad. Siendo precisos con viles demagogos. Y es que al enterarse que en un estudio del Banco Mundial (acerca de los estados con mayor facilidad para hacer negocios), Jalisco cayera del sitio 23 al 26 (en caída libre, pues), Aristóteles se enojó.

Claro que esta noticia es para indignarse. El problema es que el primer responsable de lo que sucede en el Estado es él y la cosa es que en su arranque de ira el joven gobernador amenazó a su séquito de cortesanos (muchos de ellos tan inútiles como onerosos) llamados oficialmente funcionarios: “El que no cumpla y no mejore sus metas en este año para estar en los primeros lugares en todos los rubros o indicadores o que puedan avanzar, este año se tiene que ir, porque el que no viene a servir con eficacia y eficiencia a los ciudadanos mejor que se regrese a su casa” (Mural, 5/Junio/2014).

En pocas palabras: se trata del anuncio oficial de que Jalisco se quedará en poco tiempo sin gobierno ni gobernantes. Al menos eso dijo el titular del Ejecutivo. Su amenaza de ser cumplida tendrá que concluir en este punto. A no ser que los cortesanos de altísimos sueldos y prestaciones entendieran la escala al revés y peleen por los seis puestos que les faltan, pues la cola también es punta.

En un intento por ayudar al gobernador a entender su complicada tarea (cosa que debieran hacer sus cortesanos en lugar de darle la suave y meterlo en mayores conflictos), asuntos como la Presa de El Zapotillo debieran ser prioritarios en su agenda. Permitir la construcción de una cortina que inunde pueblos alteños para enviar agua a los guanajuatenses (que tienen décadas robándose la del río Lerma para que no llegue a Chapala) resulta verdaderamente chocante, considerado por la mayoría de los jaliscienses un acto de traición y de simple acomodo político.

Mientras que Chapala agoniza y en su daño arrastra a cientos de miles de jaliscienses que viven del turismo (en toda la ribera del lago); de los bienes inmuebles, las artesanías, la agricultura, el comercio, etcétera, el gobierno de Jalisco como decía Carlos Salinas,“ni los ve ni los oye”.

Pero no está solo el titular del Ejecutivo en esta carrera de ineficacia y divorcio de sus gobernados. No señor. Le acompañan los otros poderes que integran ésta dizque “democracia” que asegura gobernar Jalisco.

Si hiciéramos un comparativo con los demás Estados que integran la Federación, el Poder Legislativo de Jalisco quizá sea el peor. Se integra con 39 diputados (le quitaron uno por aquello de las comparaciones con Alí-Babá), cada uno con los extras gana alrededor de 200 mil mensuales (la mayoría, gratis nos salen caros); agréguele a semejante barbaridad que cargan con un séquito de asesores, ayudantes, edecanes y demás parásitos y el poder se convierte en “joder”. Por si no fuera suficiente el daño, la cámara local que pude funcionar correctamente con 200 empleados, entre todos los partidos han abultado la nómina con alrededor de 1,300. Sin contar obviamente las transas de comisiones o extras, como la compra del edificio de Banamex en Juárez y Corona, que no se necesitaba y se pagó una fortuna por ese edificio viejo ¿Quién no se ha indignado con el auditor Alonso Godoy que unido a esta cofradía de “representantes” de los jaliscienses son capaces de palomear las cuentas de cualquier rufián metido a presidente municipal?

Miles de millones de los dineros del pueblo gastados sin rendir cuenta alguna y los últimos Congresos (con el beneplácito del auditor Godoy) todo lo avalan. Un botón de muestra: el ex gobernador Emilio González Márquez gastó 74,000,000’000 (setenta y cuatro mil millones) de pesos de manera discrecional y no hay quien le exija cuentas, mientras que el Congreso quiere legalizar la mariguana para usos “recreativos” (¿será para atarantar la población?).

Aparte, delicados de la dermis. Hace tres semanas los líderes del Congreso local me mandaron un correo pidiéndome que ya no les mandara mis artículos ¡Viva la libertad de expresión!

Ahora que el Poder Judicial no canta mal las rancheras. Desde que llegó hace casi 20 años el PAN a Jalisco, la señora justicia en el Estado comenzó a ladear la balanza y a deshacerse de la venda que le tapaba los ojos, pues por los resultados vistos desde entonces su acceso solo es para los ricos.

Grave situación es esta para cualquier país. Un pueblo largamente agraviado, sumido en la pobreza y aterrorizado por la fauna delincuencial que si no le envicia a sus familiares, se los secuestra, extorsiona, roba o asesina y para colmo carece de un sistema de justicia que le proteja y tutele, no advierte nada bueno. Luis Carlos Vega Pámanes, titular del Poder Judicial en el Estado, desde que llegó tiene una sola preocupación a manera de fijación mental ¡mayor presupuesto! ¿Y el pueblo, y sus muchas peticiones de justicia?

En tanto pues que los tres poderes en Jalisco se enfrascan en el juego de “juan pirulero”, Hacienda Federal les ayuda a sumir a Jalisco en la desesperación y la paralización económica. Las quejas por la devolución del IVA son un clamor popular y los oídos oficiales sordos, ajenos a tanto malestar, pues en Jalisco los únicos que tienen grandes ingresos son los funcionarios y empresarios favoritos.

¿No revisó el gobernador Aristóteles a los que formaron su equipo de trabajo? Porque a los pocos días le asesinaron a un secretario y la semana final de mayo (2014) los diarios publicaban que era “lavador” de dinero.

¿Cómo quiere el actual gobierno mejorar las cosas y disminuir de la vida de los jaliscienses (de la mayoría que no vive de Chapultepec a Rafal Sanzio) el pesado fardo que vienen cargando, si su equipo además de carecer de una visión social auténtica, denota incapacidad y ambición sobrada (los sueldos y prestaciones lo dicen). El ciudadano está harto de paralización económica, de trabas y mordidas al pedir una licencia de construcción. Los municipios de la zona metropolitana han formado verdaderas mafias que niegan con cualquier pretexto el permiso para provocar la mordida (todas abultadas con miles de pesos); que niegan la habitabilidad una vez concluida para irritar de nuevo al ciudadano y provocar otra extorsión pseudo legal por el “celo” del funcionario.

Esta es la situación que debería analizar el Gobernador Sandoval antes de amenazar. Enterarse que las bandas de próceres que dicen defendernos a los gobernados y procurar nuestro bienestar (y no han hecho gran cosa que gastarse miles de millones de presupuesto) además de ciegos y sordos al clamor social, ya andan calientes por brincar a otro cargo público ¿Para ellos también es:“el que no cumpla… este año se tiene que ir, porque el que no viene a servir con eficacia y eficiencia a los ciudadanos mejor que se regrese a su casa” ¿Se irá a quedar solo Jalisco, huérfano de papá gobierno?.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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Durante el retorno de su viaje Israel, el actual Papa argentino (Francisco) declaró a la prensa que le acompañaba, su deseo (que en realidad es la nueva visión del Vaticano) de analizar el tema del “celibato”. La verdad es que no hay mucho que analizar. El celibato es una imposición humana originada en el siglo XI por razones políticas y económicas ¡Punto!

PAPAISR

La Palabra Divina (Biblia) en ningún momento exige el celibato a quien es llamado al ministerio. De hecho el sacerdocio católico carece de un sustento bíblico por cuanto en las Escrituras solo hay dos tipos de sacerdocios anunciados y avalados por Dios: el levítico y el de Melquisedec. Para ejercer el primero es deber ineludible ser judío, de la tribu de Leví, pero como este sacerdocio fue removido por el de Melquisedec en el año 33 de nuestra era por el propio Jesús, quien se ofreció a sí mismo en una sola vez y para siempre para redención de los pecados de todos los hombres (Heb 7:15,23-24), el sacerdocio católico queda sostenido por la simple tradición. Y esto en cosas de fe carece por lo general de valor, tanto bíblico como teológico.

La Escritura enumera los requisitos del obispo: “Es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción… pues el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?” (1ª Tim 3:2-5).

El celibato se convierte pues en una imposición ministerial hasta el siglo XI d.C. a causa de los ricos europeos, que para evitar el pago de impuestos se hacían “sacerdotes” (esta condición les eximía de sus deberes fiscales); irregularidad que además de empobrecer los reinos del viejo continente, empobreció el liderazgo cristiano al agregar legiones de impíos que no tenían nada que ver con la fe. Al contrario. Se convertirían en tropiezo para muchos; los ciegos guiando a otros ciegos.

Así que el arrebato de “celo” del Papa Francisco para tratar el tema del celibato no tiene nada de original ni de nuevo pues lleva en su contra diez siglos de atraso ¿Será por esta causa la presencia de tanto cura pervertido y pervertidor en el oficio que debería ser el más puro y ejemplar? Dios les decía una y otra vez a los antiguos sacerdotes del linaje de Aarón (hermano de Moisés): “Santos seréis, porque santo soy yo Yahwéh vuestro Dios” (Lev 19:2).

No puede haber nada más incongruente en la vida que un cura abusador de niños y jóvenes. Siendo el celibato una imposición humana, si un cura se enamora no peca, su condición de varón se lo pide, es natural y comprensible. En cambio abusar de un niño además de dañar de por vida la integridad y fe de una persona en formación, comete delante de Dios un gran pecado. A esto se refería Jesús cuando dijo: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar”. (Mat 18:6)

Esta semana los diarios y la televisión machacaron la nota de un cura de San Luis Potosí que abusó de más de un centenar de niños y jóvenes. De entrada el asunto requiere de varias respuestas. La primera es porqué durante tres décadas el clero mexicano guardó silencio cómplice ante las fechorías de este pervertido ¿tenía que llegar este Papa para que se pudieran ventilar estas atrocidades?

La segunda es porqué no los echan del ministerio a la primera que se conozca, es evidente que individuos así carecen de vocación. Si en las empresas los corren de inmediato ante faltas no tan graves con mayor razón de las cosas divinas. Por último, por qué el gobierno ha disimulado igual número de años y dado un trato de “fuero” a estos delincuentes con sotana, por cuyas desviaciones y delitos, la fe y los buenos ministros de Dios son enjuiciados colectivamente al entrar la desconfianza en la sociedad.

Por si faltara algo a este clima que deja en entredicho en muchos sentidos al clero, el obispo Vera de Saltillo declara “La violencia que se vive en varias entidades del País proviene del Estado…   (que) Joaquín “el Chapo” Guzmán es hermana de la caridad comparado con los “pillos” del gobierno” (Mural, 29/Mayo/2014) ¿En verdad viene del estado? Solo una mente enferma puede considerar que el gobierno es el causante de la violencia actual. De hecho el gobierno de Peña Nieto recibió el país en las peores condiciones desde la época de la Revolución, en todo caso ¿por qué no acusó a Fox y Calderón? Eso por un lado, por otro, como parte del liderazgo clerical ¿cree tener autoridad moral para señalar pecados ajenos? (si es que se pudieran probar). Porque los múltiples casos de curas pervertidos y pervertidores sí son reales.

Por lo que se aprecia, el liderazgo de la iglesia católica se asemeja a los políticos mexicanos, en otras palabras, cada quien hace y dice lo que quiere. Otro cura amante de los reflectores es Alejandro Solalinde, hombre protagónico y ajonjolí de todos los moles políticos (bajo la cubierta de los “derechos humanos”) que ahora se suma a las autodefensas.

Cuando estaba en el albergue para migrantes en algún momento le quisieron llamar la atención sus superiores. Recuerdo haberle visto en la televisión blandiendo el libro “ Lejos de Roma, cerca de Dios” a manera de amenaza a sus superiores. El libro en cuestión recoge el testimonio de 55 sacerdotes que dejaron el catolicismo para integrarse por razones teológicas y doctrinarias a diversas corrientes del protestantismo (Editorial Portavoz ).

La cuestión es que en Solalinde no hay ningún Martín Lutero, Juan Calvino, o Guillermo Farel, cuando mucho un cura protagónico que no conoce a fondo la fe judeocristiana y la confunde con una versión remasterizada de la teología de la liberación (lo mismo pero en más chafa). Por todas estas cosas es de considerar que la chamba del nuevo Papa y su equipo es enorme. Demasiadas desviaciones e incongruencias que además de denigrar la fe ante los ojos del mundo entero, deshonran al Dios santo y justo al que pretenden servir ¿O usted que considera estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

e-mail: mahergo50@hotmail.com

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Lo sucedido el miércoles 21 del presente mes de mayo en San Bartolo Ameyalco (Distrito Federal), donde más de un centenar de policías resultaran heridos por una turba de salvajes perfectamente organizada, varios de gravedad; no solamente deja averiguaciones criminales que hay que desahogar hasta llegar con los culpables y hacerlos cumplir sus delitos tras las rejas. Lo cierto es que los sucesos desenterraron hechos que creíamos desaparecidos para siempre.

Cuando Hernán Cortes y sus huestes conquistan a los aztecas, entre las experiencias vividas es que se topan con pueblos del centro verdaderamente indomables que aprovechan su llegada para rebelarse contra el imperio local.

Detrás de los conquistadores venían providencialmente los misioneros, muchos de ellos verdaderos hombres de Dios comprometidos con los intereses del Reino de los cielos por encima de los de España, quienes se encargan de predicarles las buenas nuevas de Dios y de su hijo Jesús “el Cristo” (Mesías). Y aun cuando la fe quedó contaminada sincréticamente por causa del paganismo de los lugareños, la verdad es que muchos de ellos creyeron genuinamente en Dios y la paz comenzó a reinar en muchos pueblos y por mucho tiempo.

Lamentablemente los cristianos nominales que por lo general son mayoría o siendo pocos tienen poder, oprimieron por siglos a los diversos pueblos que integran este país llamado ahora México. A principios del siglo XIX Miguel Hidalgo y Costilla, hombre ilustrado y liberal (doctor en teología) se indigna del trato concedido por españoles y criollos ricos a sus trabajadores (les consideraban esclavos) ya que además de condenable era totalmente contrario a las creencias cristianas que decían profesar.

Como todos los mexicanos sabemos, la noche del 15 de septiembre de 1810 adelantan su movimiento y tocan a rebato las campanas de la parroquia de Dolores iniciando así la lucha de Independencia. El problema es que una cosa son las ideas del pensador y otra muy distinta los hechos y acciones de la turba. Las matanzas y degollinas de españoles realizadas por la turba de indígenas en Guanajuato, Morelia y otras ciudades horrorizan a Hidalgo, quien ante el temor de que repitieran semejante conducta criminal se detiene en las goteras de la capital (cerca de lo que es actualmente Santa Fe), prolongando con su indecisión la guerra por una década más.

Hidalgo convoca mediante las campanas de la Parroquia para acabar con la opresión, con los abusos de españoles y criollos (siendo él mismo uno de ellos). Sin embargo la lucha tomó rumbos no calculados por el doctor en teología que muchas veces le sumían en la más profunda depresión al contemplar el salvajismo de los que hasta entonces había conocido como humildes y sumisos, pero que al sentir apenas el aviso de liberación, muchos de ellos sufren una horrenda metamorfosis hasta convertirse en criminales sin entrañas de misericordia. Quien niegue lo anterior es que desconoce nuestra historia.

Las escenas vistas en la televisión ese miércoles, en las que todo un pueblo pertrechado y perfectamente organizado para acabar con algunos centenares de policías (que en la actualidad el gobierno capitalino les ha quitado toda dignidad humana y autoridad, convirtiéndoles apenas en monigotes de feria al que cualquier individuo puede apedrear, golpear u ofender), nos lleva a pensar; cuando menos a quien esto escribe, que al abandonar un gran porcentaje de mexicanos la fe de sus padres y abuelos, retornó el fantasma de las tribus indomables de la época de la conquista.

¡Los genes son los genes y si no hay un espíritu que domine positivamente a un pueblo o sociedad con principios y valores, salen los fantasmas! Lo visto esta semana en la televisión en San Bartolo Ameyalco es escena repetida. La entrada de las tropas norteamericanas a la capital en 1847 así lo demuestra: “La mayor parte de los rebeldes, de acuerdo con los testimonio mexicanos y estadounidenses, habría pertenecido al bajo pueblo capitalino y no a las elites políticas más involucradas en la guerra internacional…  las armas conspicuas de los rebeldes fueron las piedras de los pavimentos metropolitanos, que el gobierno del Distrito Federal había ordenado levantar y situar en las azoteas de la ciudad apenas unos días antes del 14 de septiembre” (Luis Fernando Granados, Sueñan las piedras, Era/Conaculta/Inah, México 2003, pág. 20).

Emboscar a las tropas, piedras y azoteas, es decir, mismo y centenario método. El problema en este caso es que llegaron las fuerzas del orden para evitar el saboteo de una obra social de agua potable. Ninguna tropa extranjera amenazaba a los pobladores de San Bartolo. En otras palabras no existe justificante alguno para semejante rebelión social.

En las averiguaciones ya se habla de los barones de las pipas de agua que vieron con la introducción del agua potable el riesgo de que merme o acabe su millonario negocio. Sea esta o no la causa principal del levantamiento, gobierno y gobernados debemos de hacer un alto y analizar con detenimiento lo sucedido en este poblado capitalino. Conocemos hasta el cansancio la exigencia de las masas a todo tipo de servicios y beneficios sociales y que no existe presupuesto capaz de suplir a tanta necesidad, real o ficticia. Como también conocemos de su violencia y salvajismo de estos pueblos: desde la conquista hasta su reaparición más o menos reciente.

Durante los años de los gobiernos posrevolucionarios hubo paz, como también había temor de Dios entre los mexicanos, y sentido y ejercicio de autoridad por parte del gobierno. Y aunque la mayoría de los mexicanos desconociera el contrato social derivado de la Constitución Política de 1917, de manera tácita cada quien lo entendía y asumía su parte, es decir, sus deberes.

El problema es que de Ernesto Zedillo en adelante, pero sobre todo de Vicente Fox y Felipe Calderón hasta el presente día, la violencia en México ha tomado carta de radicación. Todo mundo exige protección a su persona y bienes, pero pocos quieren asumir sus responsabilidades sociales. Como Nación no podemos permitir que cualquier turba, por muy numerosa que sea, imponga su deseo a los demás por encima de la ley y el orden.

Es tiempo que gobierno, universidades, escuelas, credos religiosos, pero sobre todo las familias, nos demos cuenta de que estamos retrocediendo con rapidez. Que a 500 años de la conquista estamos quedando en las mismas circunstancias ¿Será esto lo que queremos los mexicanos, o es tiempo también de ponernos de acuerdo y revisar el contrato social para que cada uno asuma sus responsabilidades? ¿Usted lector qué opina?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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