Opinión

Este es el título del libro de mi autoría que presentaré la próxima semana. Texto que la pandemia me impidió hacerlo, pero que ahora lo hago al cambiar y mejorar las condiciones de salud (respecto a los contagios de coronavirus); además de que considero que hoy más que nunca es necesario promover de manera pública este tipo de lecturas que nos deben interesar a todos los ciudadanos.

     Un libro escrito en el año 2018, pero que advertía ( y advierte) de manera seria y profesional a través de los artículos semanales de mi columna periodística, entre otras cosas, la amenaza contra México que representaba el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, que como es del dominio público, logró engañar a algunos millones de mexicanos y salirse con la suya. La portada como se puede apreciar en la foto que se anexa es más que sugerente. No requiere de explicación alguna.

 

Lamentablemente, aun antes de asumir la presidencia, el autócrata se quitó la máscara y comenzó a dañar el país cual Atila costeño. En su pesadilla, que no gobierno, no hay un solo día que no dañe con sus acciones, inacciones o palabras al país o a sus gobernados (o ambas cosas).

    No diré en este espacio el contenido de mi libro, perdería interés para algunos, lo único que puedo adelantar a los lectores y amigos que hacen posible esta columna periodística desde hace 37 años, es que muchas de las advertencias que hiciera en mis artículos de ese año (2018) se han cumplido al pie de la letra, corroborando así que el entonces candidato no era, ni nunca ha sido, una persona apta ni mucho menos idónea para la Presidencia de la República.

     Una responsabilidad en la que no caben, ni jamás deberían estar la incapacidad, la inteligencia escasa y la falta de sabiduría, como tampoco la arrogancia y el despotismo; taras negativas que carga (y muchas otras más) Andrés Manuel López Obrador, arrastrando en su atrevimiento de ser presidente a todo el país con resultados por demás catastróficos, barnizados a diario y ocultados por un muro de mentiras (levantado por el propio AMLO con la ayuda de un equipo de prensa al estilo Goebbels) para que sus fanáticos seguidores no vean la realidad, pero que tarde o temprano caerá dejando al descubierto, no solo a un impostor, sino a un país casi en ruinas.

   

LUGAR Y FECHA

 

     El lugar donde se llevará a cabo la presentación del libro «EL OCASO DE MÉXICO» será el jueves 16 de febrero (2023) en la bellísima CASA ZUNO en Av. Unión esquina José G. Zuno en la Colina Americana, a las 7:00 p.m.. Agradezco de antemano su interés y asistencia, como también agradezco a la Universidad de Guadalajara por su generosidad y apertura para la cultura y las letras, por abrirme las puertas de este hermoso recinto.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

Tiempo de lectura: 2 min

Hoy más que nunca los mexicanos estamos obligados a hacer un alto, a pensar en lo que nos está sucediendo como país, como también la manera legal e institucional para resolver semejante crisis. De hecho, la más grave desde los gobiernos de la época revolucionaria. ¿Cuál? Que México no tiene un presidente.

     Ante una situación de semejante urgencia es necesario decir a las cosas por su nombre, de evitar los eufemismos y alejar por un tiempo, el que sea necesario, las filias y fobias partidistas en cuanto a política para poder buscar juntos una solución republicana e institucional que nos ayude a resolver nuestra situación.

     Sin pretender denostar ni ofender a nadie, se debe decir y aceptar (para poder resolver el gravísimo problema nacional) que no tenemos como ya se dijo, un presidente de la República. Lo que tenemos es un individuo enfermo de poder, un hombre ególatra hasta lo irracional que no tiene la menor idea de cómo se gobierna un país con las dimensiones, problemas y complejidades del nuestro.

     Un anarquista de pocas luces, muy pocas, y enormes lagunas de sombras. Un hombre violento, limitado, cuyo cerebro enfermo ve todo con una cosmovisión adulterada y fuera de la realidad. Un hombre carente de valores y con principios deformados a causa de una vida de violencia, de vivir al margen de la ley, del chantaje y la extorsión política. Impuesto a salirse con la suya, lo que dejó finalmente a una especie de monstruo político (con una enorme suerte).

     De tal manera le ha favorecido ésta última, que en el año 2018 unos 15 millones de mexicanos que no pertenecen a su secta política (indebidamente llamado “Partido” pues hasta entre ellos de llaman ‘hermanos’) le favorecieron con su voto, pues cayendo en las mentiras de este incorregible mitómano creyeron realmente que iba a acabar con la corrupción y con la pobreza. Les engañó, dedicándose a destruir el país un día sí y el otro también.

     Las Sagradas Escrituras son claras y precisas al respecto: «¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?» (Jer 13:23). Resulta ingenuo pensar que cambiaría su manera de ser nada más por ser candidato y fingir una moderación que jamás ha tenido.

     Resultaba del todo imposible que les cumpliera. Además de sus muy limitadas capacidades intelectuales y formativas, es un hombre enfermo de la cabeza y del espíritu, no sabe reflexionar, jamás admite sus errores y jamás hace algo para remediarlos. Para agregar a su negativo perfil la soberbia ha sido su inseparable compañera; pecado (o como usted guste nombrarlo) que le impide siempre enderezar el rumbo, al grado incluso de hacer ostentación de la misma bajo el falso argumento de que es “terco”.

       No enumeraremos por esta ocasión su cada vez mayor lista de yerros e inacciones, de hecho, son ya del dominio público y, porque no decirlo, de la desesperación de decenas de millones de mexicanos que están hartos de su incapacidad, de su inacción, de su amistad y complacencia con las bandas de criminales, que ven como México se está hundiendo en el caos y perdiendo las oportunidades de crecimiento y protección para las nuevas generaciones sin que el ‘presidente’ haga algo para detener la avalancha ¿Para qué nombrar lo que es del dominio de todos?

     Lo que México necesita, en calidad de urgente, es que entre los mexicanos nos pongamos de acuerdo todos o cuando menos la mayoría, incluso con los dirigentes de MORENA que les quede algo de cordura y sensatez para a ver y detener tanto mal. No podemos ni debemos continuar así. Los daños ocasionados al país son inmensos e incalculables, que incluso deteniendo esta avalancha de tonterías, derroches, incapacidades e ineficiencias, nos llevará cuando menos una o dos décadas en recuperar el terreno perdido, derramar mucha sangre para someter a la ensoberbecida fauna criminal, hacer valer el estado de derecho y tomar medidas de austeridad en el sentido contrario de las tomadas por el actual inquilino de Palacio para poder comenzar a retomar el rumbo, el orden, y la estabilidad en todos los órdenes.

      Entre las cosas urgentes, en realidad muy urgentes, se encuentra la defensa de la democracia, que independientemente de todo el esfuerzo e inversión que nos ha costado a todos los mexicanos, HAY QUE HACER CONCIENCIA DE QUE EL DICTADOR LA QUIERE DESTRUIRle estorba, como igual le estorba la seguridad, la ciencia, la educación, la productividad y generación de riqueza colectiva y todo aquello que a los ciudadanos de bien (independientemente de que se pertenezca o simpatice con algún partido político o a ninguno) nos importa y esperamos de un auténtico gobierno republicano.

      No se trata de manera alguna de estimular golpes de estado o salidas alejadas de la legalidad. Se trata de que los líderes nacionales y locales se unan por encima de sus deseos e intereses partidistas en favor de México y los mexicanos, que busquen con sabiduría y concordia como resolver la salida legal de este enfermo mental que ya en este momento ocupa indebidamente la presidencia (ocasionando terribles y cotidianos daños).

     Los múltiples desplantes de López Obrador en contra del orden y el estado de derecho, de la salud de todos los mexicanos, de la seguridad, la educación, la ciencia, la democracia, los bienes y demás cosas que forman nuestro activo colectivo, nos indican que cada vez está peor. Un grupo de médicos de la salud mental que lo analice por dos o tres días en sus reuniones mañaneras podrá certificar casi de inmediato la insania mental de este hombre. La Constitución marca las pautas a seguir. Los hombres de poder tienen la palabra, pero no tarden. Pues como escribiera Golda Meir en sus memorias urgiendo a los suyos a defender su país: “Les ruego que no tarden demasiado. No lamenten amargamente dentro de tres meses lo que dejaron de hacer hoy”.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

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Desde hace un siglo no se veía en México tantos ataques y hostilidad contra los periodistas y medios como en el actual sexenio. Y aunque el inquilino de Palacio Nacional falazmente dice todos los días que hay libertad de expresión, la realidad es que él mismo ha creado y promovido un clima de linchamiento contra todos los periodistas y medios que le critican. Un hombre incapaz e intolerante, que además de carecer del perfil para ocupar la presidencia, no soporta la crítica cuando su desgobierno en realidad es un absoluto desastre.

    Hace 99 años que el presidente Alvaro Obregón, luego de hostigar y amenazar al Lic. Pedro Flores González, director del periódico El Mañana de la ciudad de México (y tío abuelo de quien escribe esta columna), finalmente en enero de 1924, le manda asesinar utilizando al líder de la CROM, Luis N. Morones y sus huestes.

     Ciertamente hemos tenido en México etapas de libertad de expresión y otras de censura y persecución contra la prensa; etapas en las que como escribiera don Alfonso Reyes refiriéndose a algunos gobiernos del siglo XIX, es la misma posición de López Obrador: “…La doctrina oficial decía: Lejos de nos la peligrosa innovación de pensar”; posición que condenara con severidad nuestro intelectual y gran escritor: “Pensar era una innovación peligrosa. El periódico no había de ser la escuela del criterio. Su misión sería la de sonaja de los hechos; aturdir con la información, no dejar tiempo de pensar, de escoger, de preferir” (Alfonso Reyes y el periodismo). En otras palabras, como el tabasqueño, se desea un periodismo inocuo, que no lleve a pensar a los lectores, que no lleve a otras posiciones o preferencias, que no descubra y exhiba sus míseras políticas públicas.

     De ahí la predilección de AMLO por los falsos periodistas (y de algunos verdaderos que han puesto su pluma a su servicio), de filibusteros que en su ambición están participando no solo en los ataques contra la libertad de expresión, sino en la destrucción de la democracia y el hundimiento del país. A estos, a los que saben lo que están haciendo a favor de este régimen destructor, se refería y condenaba Francois de Chateaubriand en sus memorias: “Desgraciadamente, el gran escritor que se extravía propagando ideas funestas arrastra en su caída a muchos intelectos de menos vasto alcance: se parece a esos antiguos déspotas orientales sobre cuya tumba se inmolaba a esclavos”.

     Para infortunio nuestro y de nuestro país, López Obrador no cesa en sus ataques contra los periodistas y los medios. El pasado jueves (26/Ene/2023) enderezó sus baterías biliares contra Denise Dresser, Joaquín López Dóriga, Ciro Gómez Leyva y Carlos Loret de Mola, bueno, hasta contra el economista David Páramo lanzó sus furias ya demenciales.

      Entre estos mencionados tiene algunos a manera de fijación mental: como es el caso de Loret de Mola, Joaquín López Dóriga, Enrique Krauze, Carlos Alazraki, Carmen Aristegui, Ciro Gómez Leyva, y algunos más, a quienes expone no sólo a la furia de sus fanáticos seguidores, sino incluso de las bandas de criminales y asesinos con los que tiene simpatía y evidentes pactos ¿Acaso ganaron las elecciones del 2021 todos los Estados del Océano Pacífico cuando AMLO y su MORENA han fracasado estrepitosamente como gobierno? ¿No ganaron acaso por la intromisión descarada y violenta de los criminales operando a su favor?

      Hemos entrado en el quinto año de esta pesadilla auto llamada 4-T y la estabilidad política del país se hunde en un mar de sangre promovida por una dictadura descarada. Tragedia en la que además de estar destruyendo las Instituciones públicas, la estabilidad política, la economía, salud, educación, y los equilibrios de poder Republicano: han emprendido directa o indirectamente un ataque brutal en contra de la libertad de expresión, utilizando o permitiendo que las bandas de criminales se muevan con toda libertad e impunidad dejando a los mexicanos en total indefensión.

      El asalto a la empresa televisora Media Group de Michoacán y el descaro de los delincuentes de pretender extosionarles, de hacerse ‘socios’ de la empresa por la fuerza de las armas, además de inaudito, es una muestra cínica de la impunidad que gozan. Del clima de violencia contra la libertad de prensa y de la libertad de expresión en general ¿Dónde estaba el gobierno federal, el del Estado y los municipales, por qué no hicieron nada para impedir semejante asalto jamás visto en casi un siglo?

      En lo que corre del presente sexenio, 63 periodistas han sido asesinados, casi todos con impunidad total. El ataque contra Ciro Gómez Leyva desnuda varias cosas: desde la impunidad que gozan los asesinos (intelectuales y materiales) hasta la línea que se tira desde las llamadas mañaneras en Palacio Nacional, ya que no son ruedas de prensa, sino madrugada de instrucciones que para las huestes de la secta de Morena puedan escuchar las órdenes de ‘arriba’ (utilizando a diario señas con las manos al modo que lo hacen los beisbolistas).

     La detención de una docena de personas no significa en absoluto que se haya detenido a los culpables del intento de homicidio contra dicho periodista. Fuera del que se asegura es el gatillero que disparó contra Ciro, los demás fueron detenidos y consignados por otros delitos que nada tiene que ver con el asesinato fallido, lo que les abre la puerta de la cárcel una vez pasadas las presiones mediáticas.

     La cuestión es que no hay día que el presidente no ataque desde su púlpito de odio a algún(os) periodista(s) manteniendo un clima permanente de linchamientos contra los periodistas y algunos medios como Reforma, El Universal y la Revista Proceso; presión que intimida y a la larga produce purgas de buenos periodistas que son corridos o empujados a la auto censura, que a final de cuentas, es también el resultado de atacar la libertad de expresión.

     La reciente expulsión de Carlos Alazraki del Diario El Universal es otra muestra más del clima de persecución y hostigamiento contra la libertad de expresión. Los mexicanos todos, y los periodistas en particular, no queremos ni aceptamos la posición persecutoria y hostigante de López Obrador en contra nuestra y de la libertad de expresión en general, pues no se trata de una ‘gracia’ gubernamental, sino de un derecho divino y humano inherente a todos los ciudadanos. El tabasqueño ha rebasado todos los límites legales y humanos con sus fobias y locuras, no se diga en su posición abiertamente fuera de la ley. ¡Basta ya!

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

 

 

 

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Solo los fanáticos y los favorecidos por su régimen autócrata pueden aprobar sus injusticias, incapacidad y acciones demenciales. No hay día que no viole la ley, ofenda ciudadanos o cometa barbaridades. Así es Andrés Manuel López Obrador, un hombre de mente y corazón torcido, enemigo de la ley, el orden y el trabajo creador, como también amigo y tolerante de delincuentes de todo tipo y tamaño, desde los electorales (trae desde hace más de dos años a un buen número de sus empleados indebidamente llamados funcionarios públicos en campaña, cuando la ley lo prohíbe), hasta los forajidos, con o sin fama. Su afecto e inclinación por los que viven al margen de la ley es manifiesta, como injustificable.

      Habrá de recordarse que al arribar a la presidencia prometió públicamente que en seis meses pondría orden y acabaría con el derramamiento de sangre en las ciudades y pueblos de México. Por desgracia se trató de una de sus muchas mentiras. Y se dice muchas porque le llevan contabilizadas más de 100 mil en lo que lleva de su mal gobierno.

       Un gobierno fracasado, irresponsable, indolente, ajeno absolutamente a sus gobernados e incapaz para entender y atender las múltiples y complejas necesidades de los mexicanos. El sólo hecho de llegar a destruir todo: desde un aeropuerto de clase mundial, el sistema de adquisición de medicinas y equipos, el seguro médico, el sistema educativo y desatender de manera total la seguridad nacional, dejaron al descubierto a un impostor, a un farsante que luchó como nadie para llegar a la presidencia, sin contar en absoluto con la inteligencia y los conocimientos para semejante responsabilidad. Hoy, los daños por él causados, además de abundantes y cuantiosos, presumen que se llevará cuando menos una década en reponer tanto destrozo ocasionado en tan poco tiempo.

     Decenas de millones de mexicanos saben que la presidencia del país está ocupada por un hombre no sólo enfermo de poder, sino de la mente misma. Basta señalar tres puntos para evidenciar su psicopatía: 1) Durante su desgobierno han asesinado mas de 144,393 personas y el hombre ni se inmuta, mucho menos hace algo por detener las muertes y a los delincuentes. Carece de sentimientos y empatía por el prójimo.

      Dos: el 16 de diciembre pasado una banda de criminales trató de asesinar al periodista Ciro Gómez Leyva y el presidente, en lugar de hacer lo necesario para aclarar tan grave delito y detener a los culpables, se ha dedicado a acusar de un ‘auto atentado’; acusación que solo a un orate se le ocurriría. A un desquiciado mental.

       Tres: teniendo en el país a las familias de los 144,393 asesinados, dolidos y sin atender a sus reclamos de justicia; a las familias de los más de 100 mil desaparecidos (muchos de ellos ya asesinados y enterrados en fosas clandestinas, los cuales no se contabilizan); a cientos de miles de despojados de sus negocios y tierras; como a otros cientos de miles que están siendo objeto de extorsión (malamente llamada ‘cobro de piso’) a lo largo y ancho del país, y López Obrador mortificado por los derechos humanos del “chapo” Guzmán, que se queja de que no lo tratan con dignidad y como se merece, en la cárcel de Estados Unidos donde está recluido.

      Mas aun, el “Señor Guzmán” como suele referirse a este archi asesino y delincuente tan nocivo como los criminales nazis de la segunda guerra, le pide públicamente que gestione ante el gobierno del país vecino su traslado a una cárcel mexicana, respondiendo el presidente ante la prensa ‘que a ver que se puede hacer’, pues para él los derechos humanos son muy importantes.

     ¡Ver para creer! Millones de mexicanos agraviados, lastimados hasta lo más profundo de sus corazones, familias y patrimonios sin que el presidente siquiera los voltee a ver (mucho menos a intentar hacer justicia); y preocupado por resolver la solicitud de este enemigo público tan derramador de sangre, destruidor de familias y envenenador de vidas (en México y otros países).

     Tarea nociva a la que sus hordas de asesinos endemoniados han agregado la toma de territorios, ciudades y pueblos, incluso, en las elecciones de 2021 la participación directa o poco simulada para hacerse de todos los Estados del Océano Pacífico, sin que el gobierno del tabasqueño les estorbe en absoluto, ya que si bien convirtió la Policía Federal en Guardia Nacional (aumentándola en decenas de miles de elementos y millones de pesos en gasto), la realidad es que solo se dedican a pasear por el país sin arrojar resultado alguno. Jamás tocan a los delincuentes. Para ellos son los abrazos. Para el pueblo los balazos.

      Las Sagradas Escrituras lo advierten: “Cuando domina el impío, el pueblo gime” (Prov 29:2) y hoy México gime sumido en el dolor y oprimido sin descanso por las numerosas bandas criminales que le aterrorizan y saquean, mientras el hombre que cobra como presidente del país expresa su preocupación por los derechos del chapo. Inadmisible y reprobable.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

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