Opinión

En la vida hay que definirse, en la mayoría de las acciones o cosas trascendentes hay que hacerlo, resulta necesario. Al ofrecer matrimonio a una joven el varón tiene que estar decidido a casarse, considerar todo lo que esto conlleva. En otras palabras ¡pagar el precio! Querer un título profesional sin estudiar la carrera que se pretenda y exigirlo mediante cualquier tipo de violencia escudándose en un derecho no es otra cosa que un absurdo; un berrinche fuera de la niñez que no solo exhibe al que patalea, sino al que hace eco de su pataleo (cierta prensa, en el tema que nos ocupa).

Y es que, pretender un derecho, cualquiera que este sea, pero sin estar dispuesto a cumplir con los deberes que implica o conlleva tal derecho, no solo es ilegítimo, resulta irreclamable. En una sociedad civilizada y sometida al estado de derecho, nada es admisible fuera de la ley.

Entrando en el tema, a todos los ciudadanos —o al menos los que conservamos la cordura y el sometimiento voluntario al contrato social— nos duele e indigna cualquier daño que se le haga a las mujeres. Todos venimos del vientre de una mujer, a ellas les debemos vida, desvelos, años de dedicación, negación a su persona, educación, en una palabra ¡amor! Son origen y compañeras de destino en nuestro peregrinar terrenal.

Por eso, de unos años a la fecha, en que algunas bestias que aparentar ser seres humanos comenzaron a matarlas y golpearlas de manera despiadada, todos nos indignamos. Nos cuestionamos de inmediato qué estaba pasando, de dónde venían estas conductas criminales antaño no vistas, qué las estaba causando y porqué el estado no hacía nada al respecto. Legislar y declarar a los medios, pero sin actuar y poner orden, es demagogia e incapacidad. Punto.

Mes tras mes y año con año, la sociedad toda hemos sido testigos de como ha ido creciendo este fenómeno maligno; expresión realmente satánica de hienas con cuerpo de seres humanos. El problema es que también hemos sido testigos de autoridades que no han hecho gran cosa por detener estos crímenes ni las agresiones. Se han dedicado a declarar, a resolver de saliva esta desgracia que enluta hogares y daña a miles de familias año con año, creando agencias del ministerio público y algunas oficinas con este tema pero que en la realidad no son más que meras salidas burocráticas para aparentar estar haciendo algo.

Para desgracia de México llegó al poder la llamada 4-T y la situación empeoró, un remedo de gobierno integrado en buena medida por legiones de marchantes, manifestantes y paristas profesionales, impuestos al caos y al desmadre. Así que al tener en sus manos la responsabilidad legal y social de hacer valer la ley, la situación entró en crisis y el estado de derecho se pudrió del todo.

¿Cómo someter al orden legal a los delincuentes y hacer valer la autoridad, individuos que toda la vida retaron al gobierno y al estado de derecho? ¿Con mentes que reprueban la autoridad y la aplicación de la ley era de esperar la llegada del orden? Tanto el presidente López Obrador, como la presidenta municipal de la capital, Claudia Sheinbaum, han declarado repetidamente que “ellos no van a reprimir a nadie”, aunque en las calles anden hordas de vándalos destruyendo el costoso mobiliario urbano (pagado con el dinero de los ciudadanos que pagan impuestos) así como negocios, bancos, hoteles y cuanto bien de particulares encuentren a su paso ¡Ah…, también saben prender fuego a negocios y personas, ni qué decir del saqueo a tiendas y comercios!

Estas autoridades ornamentales con cinismo declaran que ellos no van a reprimir a nadie. ¿Quién les dijo a estos improvisados que poner orden y hacer valer la ley y los derechos de terceros es reprimir? No hay ley alguna que permita o faculte a los ciudadanos destruir o robar bienes públicos o de particulares. En todo caso permitir que los vándalos hagan lo que deseen es incumplimiento de la ley, de esa ley que prometieron cumplir y hacer cumplir; lo cual conlleva responsabilidad.

     Han permitido la toma de casetas y robo a automovilistas en las autopistas, como también lo han hecho con los delincuentes dizque ‘normalistas’ que igual roban autobuses de pasaje, como camiones de reparto con todo y mercancías, culminando sus fechorías con el bloqueo de vías de trenes paralizando la economía nacional y ocasionando con sus delitos miles de millones de pesos en pérdidas.

La 4-T ha pretendido que este clima de violencia e ilegalidad se vea como ‘normal’, cuando lo cierto es que ni es normal ni es legal, y es tan solo una muestra de la permisividad oficial a todo tipo de delitos y delincuentes, que bajo la careta de supuestas luchas sociales, les PERMITEN DELINQUIR CON TODA IMPUNIDAD.

Resulta indignante y motivo de reclamo al gobierno el asesinato de una mujer en Cancún (como matan y desaparecen casi todos los días en todo el país sin que el gobierno haga nada), tenían y tienen todo el derecho a manifestarse y exigir al estado la detención de los culpables y su proceso penal. En una palabra: que se haga justicia.

Lo que sí no tienen ni tendrán nunca, es derecho a ejercer violencia pública y destrucción de bienes muebles e inmuebles. Ver a grupos de mujeres que actúan como endemoniadas pintarrajear y vandalizar edificios y bienes públicos (construidos y sostenidos con los dineros de todos los mexicanos) utilizando bombas molotov, explosivos artesanales y encendedores a manera de sopletes, además de ser delitos, resultan repugnantes y condenables. No se puede vencer el mal con el mal.

Y así como estas hordas de anarquistas dejaron su estela de destrucción, igual ya se habían visto en la ciudad de México en hechos recientes (recordar la toma de la oficina de Derechos Humanos). Su vestimenta a manera de uniforme (negro), cargar mochilas con piedras y martillos para destruir bienes públicos y de particulares —los cuales desde el campo legal se convierten en armas— permite ver que en realidad no se trata de un reclamo de justicia. Mas bien de una expresión política para ocasionar daños, lo que obliga a la investigación de quién se encuentra detrás de estos grupos, a los que el gobierno de López Obrador no los toca ni con el pétalo de una rosa. La ley es dura, pero es la ley.

El artículo 9º constitucional señala con claridad cómo se debe hacer valer este derecho: No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del país. Ninguna reunión armada, tiene derecho de deliberar”.

La prensa que apoya estas expresiones violentas de manifestarse de alguna manera se convierte en cómplice y lo que menos necesita México es más violencia de la que ya padece. Lo que necesitamos es retornar al estado de derecho y el gobierno tiene la obligación y el deber de advertir a féminas vándalas, a roba casetas, a maistros de la CNTE, a dizque ‘normalistas’, a los roba trenes y bloquea vías de Ferrocarril y cuanto delincuente ya se acostumbró a robar y dañar, que la impunidad se ha acabadoQue por encima de los votos que le hayan dado a la 4-T está el imperio de la ley y el futuro de todos los mexicanos. No es un asunto de ideologías, es de legalidad y orden constitucional. Punto.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

 

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En días pasados se reunieron los líderes de los principales partidos políticos, así como algunos empresarios. La razón de la reunión era analizar e intentar presentar un frente común en las elecciones del año próximo; situación que de entrada pareciera un asunto no viable ni recomendable. Ciertamente eso sería en épocas normales. Pero como en el presente casi nada es normal, dichas alianzas deben analizarse detenidamente, con la mirada puesta en todos los mexicanos y el futuro del país.

Para aquellos lectores que no se enteraron, toda vez que los medios no le dieron la importancia merecida, el día 10 del presente mes de noviembre se reunieron los líderes de los partidos PRI, PAN y PRD, Alejandro Moreno, Marko Cortés y Jesús Zambrano, así como los líderes empresariales Gustavo de Hoyos y Claudio X. González.

Hecho inusitado es este, sin embargo y dadas las condiciones políticas, sociales, económicas, de salud (y un largo etcétera) que guarda el país, lo cierto es que era por demás necesario. Una urgencia ante el deterioro y la desatención a la población y las instituciones públicas. Un ejercicio necesario en vista a la Nación, de hacer saber y notar que todavía hay liderazgos con vida que pueden rescatar al país del populismo y la dictadura. Y que conste, no estamos hablando de ideologías. La auto llamada 4-T no la tiene, es una simple y vulgar dictadura encabezada por un populista al que no le importa en absoluto el bienestar y futuro de los mexicanos. Un hombre ególatra al que solo le importa su persona, el uso y disfrute del poder, y contar con sus incondicionales para sostenerse. Eso es todo la 4-T.

Como era de esperarse ante este inusitado encuentro, al PRESIDENTE LE ENTRÓ PÁNICO, de hecho al día siguiente y a la manera del dictador Fidel Castro o de su imitador venezolano Hugo Chávez, el tabasqueño tuvo su mitin propagandístico matutino más largo de todos ( 3 horas, 12 minutos), en el que, en lugar de presentar planes y proyectos para sacar adelante al país, se dedicó frenéticamente a acusar a todos los que considera sus enemigos (que no lo son). Aunque muy en particular a todos los actores políticos que se reunieron para tratar de presentar un frente político común que ponga un alto a su incapacidad, abusos, despilfarros e ingobernabilidad. Su terror ante esta alianza no lo pudo disimular.

Ante esta respuesta lo más sabio y adecuado es que los líderes e integrantes del PRI, PAN y PRD, respondan antes al interés nacional y el futuro del país, que a sus propios deseos personales y partidistas. Es la única manera legítima y democrática mediante la cual se puede echar fuera a este remedo de gobierno, a esta dictadura pragmática que no tiene la menor idea de como se conduce un país y cómo se resuelven sus incontables problemas. Incapacidad, intolerancia, escases de inteligencia, ausencia de formación, disciplina y desapego absoluto al estado de derecho, son la carta de presentación de este régimen de improvisados.

Buenos y rápidos para criticar, cuando les tocó el turno de hacer las cosas, resultaron meros habladores, improvisados que no solo han demostrado no saber qué hacer, sino de tomar decisiones sin sentido o de plano no hacer nada. El caso más patético son las actuales inundaciones en Tabasco y Chiapas. Mientras que su actual villano favorito (el expresidente Enrique Peña Nieto) acudía de inmediato a las ciudades o zonas del país afectadas por una desgracia: de hecho, a Baja California Sur les reconstruyó por tres ocasiones toda la infraestructura; López Obrador tardó un mes a acudir al llamado de sus paisanos y ni siquiera se mojó la suela de sus zapatos. Todo desde el helicóptero ¡Así, o más frívolo e indolente!

Y mientras su delfín que cobra como gobernador no sabe qué hacer, aunque hay que reconocerle que lo intenta, las aguas subían día tras día hasta inundar casi en su totalidad a Villahermosa y muchos otros municipios, incluyendo Macuspana. Finalmente, el novato gobernante atinó a señalar al culpable, que no es otro que el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, quien lejos de tomar en serio la grave acusación, apenas se limitó a burlarse del mandatario tabasqueño (quien debe merecerle respeto, pues su padre, el de Bartlett, fue gobernador de ese Estado); si bien la acusación tiene sustento, aunque la culpa la comparten CFE y CONAGUA, pues no desfogaron las presas a tiempo.

Pero que le vamos a hacer, todo indica que para ser integrante del actual gabinete federal se debe despojar de toda decencia, de toda capacidad, integridad, valor, dignidad, legalidad, respeto, veracidad y compromiso social. Actúan como banda, no como gabinete sometido al imperio de la ley. Cierto, no son igual que los otros: son peor.

Casi 100 mil muertos por la epidemia de coronavirus (más los no contabilizados que cuando menos es una cantidad semejante), de niños con cáncer sin la atención necesaria; como igual ha sucedido con otras enfermedades y cirugías no atendidas a causa de la pandemia que nos ha azotado a causa de una política frívola, indolente, tacaña y miope, capaz de cancelar casi todos los pedidos de medicamentos a los laboratorios mexicanos (acusándolos de corruptos) y entregándose a la OMS y laboratorios hindúes y chinos, cuya honestidad, profesionalismo y estándares de calidad están por verse, son por cierto un recuento breve de sus acciones públicas. Pero eso sí, se dicen de ‘izquierda’ y ‘nacionalistas’ ¿Habrá todavía quién se los crea?

    Han dividido al pueblo mexicano con sus mentiras y engaños; han dejado que la fauna criminal crezca como la hierba mala, corriendo ríos de sangre inocente y dejando casi 70 mil hogares mexicanos con luto, así como otros miles más con la angustia de sus hijos(as) desaparecidos, sin que pongan orden ni impartan justicia a nadie. Para la 4-T nomas existen los maistros de la CNTE, los delincuentes vándalos de las normales rurales, los sindicalistas afines (como el desaparecido SME) y demás grupos amigos y afines a su líder.

    De ahí que la reunión de los líderes partidistas y empresariales provocara pánico al inquilino de Palacio Nacional, ya que su política de divide y vencerás quedaría nula. Los líderes del PRI, PAN, PRD, al igual que los empresariales, no deben tomar esto como un simple amago al dictador en ciernes. Deben actuar con madurez, fortaleza y visión de estado, capaces de someter todo capricho de personas o grupos al interés nacional y su futuro, pues como advirtiera el General Mier y Terán al gobierno de Guadalupe Victoria —respecto a al problema de los colonos en Texas—: “O el gobierno ocupa Texas ahora o lo pierde para siempre, ya que no habrá posibilidad de reconquista cuando nuestra base de operaciones está a 300 leguas, mientras que nuestros enemigos estarían cerca de su base y en posesión del mar”. Estamos a tiempo para recuperar el país tal y como cayó en manos de improvisados e incapaces: ¡por la vía democrática! De lo contrario corremos el peligro de tener un futuro cercano al estilo Venezuela.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

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Los liderazgos en el mundo, los verdaderos, tal parece que están en vías de extinción. Las sociedades apenas producen individuos ególatras, berrinchudos y mal formados, amantes del poder, materialismo y pasiones desbordadas; pero ajenos a las responsabilidades y el bienestar de los que pretenden o dicen proteger; aunque en su nombre hagan las cosas.

     En el caso de los políticos las cosas se han tornado patéticas: individuos otrora impresentables en ese mundo: habladores, violentos, mentirosos, incapaces, bloferos, corruptos, expertos en engañar ingenuos (en sociedades cada vez más impreparadas) pero con una suerte endiablada, precisamente endiablada, son los que toman el poder.

    Algunos estarán pensando en López Obrador, que, sin duda es parte de esta generación posmoderna de falsos o pésimos líderes, solo que nos referimos a Donald Trump. Un sujeto que jamás debió ocupar la presidencia de Estados Unidos, un hombre ignorante, torpe, déspota, ególatra hasta lo enfermizo, ofensivo (‘bully’), mentiroso, vulgar, soberbio, incapaz de entender y mucho menos de resolver las múltiples y delicadas tareas presidenciales. Decir lo contrario es no conocer al personaje o pretender justificar un fanatismo al descubierto.

    Desde esta columna se dijo en muchas ocasiones que no era la persona idónea para el cargo, y no es asunto de republicanos, es SU PERSONA. Para que el lector recuerde o conozca, se repiten algunos textos de advertencia escritos en este espacio cuando llegó al poder en 2017:

 

—“Las medidas tomadas por Donald Trump reflejan de varias formas la condición de un gran sector de la sociedad norteamericana. Espejo que muestra el rostro deformado de un monstruo que se creía desaparecido. Su acendrado racismo ha permitido que el de tantos otros como él haya aflorado a la superficie…

     La ignorancia extrema de Trump, que no es novedad, es un tema conocido desde antes (pero desatendido por aquellos que le eligieron); además de poner en alerta extrema a los líderes políticos y sociedad pensante de esa nación; ha despertado del soponcio y la indiferencia a muchos que no consideraron jamás el peligro que representaba este hombre en caso de llegar al poder. El asunto es que llegó, y su ignorancia aunada a su soberbia, le están llevando un día sí y otro también, tanto al ridículo como a problemas de todo tipo, muchos de ellos graves en gran manera…

     El haber tomado desde su ridícula y oprobiosa campaña a México, la Unión Europea y a China, como enemigos de su país y blanco favorito de sus odios; permitía ver con claridad a un individuo trastornado, enfermo de la mente y del corazón: Lamentablemente, así como muchos mexicanos votaron por el chiflado de Fox, también muchos estadounidenses votaron por el chiflado pintado de pelo naranja…

Decir como presidente que los mexicanos hemos ‘abusado’ de su país con el TLC y que él va a terminar con este abuso, solo un demente lo puede decir. Y es que, se requiere de estar loco o tonto, para asegurar tal cosa desde su cargo… ¿El pobre abusando del rico? Para eso me gustaba éste cuenta chiles…

     No basta jurar sobre dos Biblias, con una era suficiente. Pero hay que abrirla y nutrirse se esa bendita Palabra de vida, pues jurar en el Nombre de Dios en vano es gran pecado. Y el segundo gran mandamiento es amar al prójimo, y el más próximo de los estadounidenses, somos los mexicanos…

     La cruel y detestable división que está haciendo de las familias mexico-americanas es un acto de lesa humanidad, una bofetada a la civilización y la fe judeocristiana en la que se sustentó y ha sustentado Occidente durante dos milenos. Un retorno a la barbarie, a la ley del más fuerte, a la sinrazón y el avasallamiento…(Análisis y Propuesta, semana del 11 al 17 de febrero de 2017).

 

    Las elecciones de este martes 3/Nov/2020 colocaron en su sitio a este impostor que tanto daño ha hecho a su país y al mundo. Su personalidad le hace tan previsible una especie de gemelo de López Obrador; algo así como los ‘twins’ Arnold Schwarzenegger y Danny DeVito— que aun antes de las elecciones, como su gemelo mexicano ya estaba hablando de fraude, y eso que él es el presidente. Lo peor de todo es que además de malvado y racista, a semejanza de su twin al sur del río Bravo, el arrogante hombre del copete naranja o dorado se dedicó a dividir a los ciudadanos de su país, logrando polarizarles hasta dejar las cosas al punto de la lucha armada.

    Un hombre que además de malvado, ignora la historia de su país y el precio que ha pagado por tener la democracia más respetada del mundo. Desconoce que un hombre del partido que le dio la franquicia (Republicano); un hombre justo y sensible, enemigo del esclavismo y defensor de la igualdad, temeroso de Dios y por tanto aborrecedor de las injusticias, fue capaz de pronunciar en su primer debate, un sentido y profundo discurso dirigido a la conciencia de su pueblo. Su nombre: Abraham Lincoln, quien luego de años de menosprecios, fracasos y derrotas políticas, pronuncia su más memorable discurso:

 

—“Una casa dividida en partes antagónicas no puede subsistir. Creo que este gobierno no podrá seguir siendo permanentemente a medias esclavista y a medias antiesclavista. No espero que la Unión se desintegre —no creo que la casa se derrumbe—, pero sí espero que deje de estar dividida. Esto será radicalmente lo uno o lo otro”.

 

     El discurso lo leyó en privado a sus amigos y compañeros de partido en la Biblioteca del Congreso en Washington, antes de hacerlo de manera pública en una serie de debates que le harían famoso, pero que espanta a sus amigos íntimos. Pero era tal su convicción interna que refuta a sus compañeros y les dice:

 

Esto ha sido cierto durante seis mil años. Y yo necesito alguna figura retórica universalmente conocida, expresada en un lenguaje simple, que despierte a los hombres para hacer comprender el peligro de estos tiempos. Ha llegado la hora de decir esta verdad y estoy resuelto a no cambiar ni modificar mi aserto. Estoy dispuesto en caso necesario, a perecer con él. Si Dios ha dispuesto que yo deba hundirme con este discurso, más vale que me hunda atado a la verdad. Que muera defendiendo lo verdadero y lo justo”. (Dale Carnegie: Lincoln, el desconocido. Ed. Sudamericana, Argentina 1968, págs..139-140).

 

   La cuestión, es que la verdad proclamada por Lincoln ha retomado actualidad: “UNA CASA DIVIDIDA EN PARTES ANTAGONICAS NO PUEDE SUBSTIR”, y aunque esa verdad es una sentencia de Jesús, el Mesías y Salvador de la humanidad, su esencia hoy más que nunca se aplica a la realidad de Estados Unidos y de México. Países a los que los twins Trump y López Obrador han irresponsablemente dividido con maldad y como método político para su propio interés. En buena la hora que Biden en Estados Unidos, y otro verdadero líder en México, que esperamos aparezca pronto, vuelvan a nuestros países a la unidad nacional tan necesaria.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

 

Email: mahergo50@hotmail.com

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Cada vez se parece más al dictador. Su personalidad ególatra, soberbia, ajena al dolor de los mexicanos, así como su espíritu belicoso y divisionista, le hermana en troncal directo en sus acciones y posturas políticascon Antonio López de Santa Anna. Centralista feroz, igual que López de Santa Anna, López Obrador no entiende o no quiere entender el significado real del federalismo. Y aunque se atreve a decirse de izquierda, lo cierto es que su postura y acciones son propias de un monarca. Desde su pedestal de absolutista, engallado en el majestuoso Palacio Nacional; en dos años ha estado juntando los hilos del poder todos en sus torpes e insensibles manos, desmantelando las Instituciones democráticas y de la República. Ni qué decir del sometimiento traidor y lacayuno del Congreso (que en teoría representa a los ciudadanos) y el continuo amedrentamiento contra el Poder Judicial. Al peor estilo de Luis XIV de Francia el estado es él: AMLO.

    ¡Al diablo con sus Instituciones! Lo dijo públicamente el 6 de septiembre del año 2006. Nunca ha cambiado. Claro que para llegar a la presidencia hizo alianza con las fuerzas más disímbolas, trató incluso de pasar ante la opinión pública como un demócrata, engañando a no pocos haciéndoles creer que ya había ‘cambiado’. Muchos ingenuos cayeron en el engaño, incluso periodistas que ahora reconocen su terrible yerro.

    La Biblia lo advierte AMLO se atrevió a usar ese bendito libro para hacerse pasar como ‘cristiano’ ¿Mudará el etíope su piel, y el leopardo sus manchas? Así también, ¿podréis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal?”(Jer 13:23). Considerar siquiera que había cambiado refleja inocencia al carecer de un buen testimonio que lo avalara; un acto de suma ingenuidad. Basta con observar sus amistades y grupos predilectos para saber quién es él.

    Ver a periodistas que le apoyaron en su campaña, tratar ahora de enmendar su error señalándole continuamente sus pésimas decisiones, es como aquella advertencia que hiciera el teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer a los que apoyaron a Hitler y al nacionalsocialismo: “¡Es inútil correr por los vagones en sentido contrario cuando te has subido en el tren equivocado!”.

     El inolvidable Guillermo Prieto hace una descripción tan certera del dictador López de Santa Anna, que tal pareciera que el descrito es el otro López: “Santa Anna con su comitiva de soldados balandrones e ignorantes, tahúres y agiotistas desaliñados… de patrioteros anárquicos y de gente de acción que era un hormiguero de demonios; pero eso sí, con su Virgen de Guadalupe y su plan de regeneración” (Memorias de mis Tiempos”, Ed. Porrúa, pág. 43).

     El problema, gran problema, es que el López actual ha roto con todos los límites de la legalidad, prudencia, discreción y unidad nacional. En su soberbia y carencia absoluta de equilibrios y ecuanimidad política, indispensables en todo mandatario, el tabasqueño no escucha a nadie, no resuelve nada, y se dedica de tiempo entero a cumplir sus caprichos personales (que él cree que es ‘gobernar’).

    Con cien asesinatos diarios, el país bajo las garras de una fauna delincuencial feroz y despiadada; azotado por una plaga (coronavirus) no vista desde la época medieval que ya ha cobrado más de 91 mil muertes, pero que según los expertos superan las 200 mil, y el presidente perdiendo su tiempo todas las mañanas con una corte de paleros (tal y como le gustaba al otro López) en lugar de atender los múltiples y graves problemas, así como los cada vez más fuertes reclamos.

  Reclamos que en las últimas semanas han ido subiendo de tono y señalamientos al encontrarse en la presidencia con un hombre que no los quiere oír ni atender y mucho menos resolver sus peticiones. Habrá de decirse que no son peticiones propias. Son necesidades sociales de millones de mexicanos de los Estados que integran la Federación, presentadas como debe serpor una decena de valientes y comprometidos GOBERNADORES ¡con mayúscula! Que se han atrevido a confrontar al inquilino de Palacio Nacional para que cumpla con sus deberes presidenciales. No es una gracia que los atienda y responda. Es parte fundamental de sus obligaciones como mandatario.

    El problema se agrava cuando se entiende que la silla presidencial está ocupada por un hombre con vocación de monarca (para no decirle dictador);que en su mente enferma piensa que las votaciones del año 2018 le entregaron un país en propiedad (con toda su gente y recursos). Posición que le empuja a actuar de manera totalmente contraria a la democracia y vida republicana. De hecho no sabe comportarse con la propiedad que su alta responsabilidad le obliga. Su visión sectaria y anarquista siempre le traiciona. Su compromiso se reduce a sus seguidores, que cada vez son menos; aunque él se apoye en encuestas que no existen más que en su mente. Su boca en lugar de ofrecer respuesta y solución a los múltiples problemas nacionales se limita a proferir toda clase de insultos a quienes no se someten a sus caprichos. Pero eso sí, pide perdón al “chapo” por decirle así y le nombra respetuosamente ‘Sr. Guzmán Loera’ ¿Para los buenos ciudadanos ofensas todos los días y para el archi criminal respeto y consideraciones?

    Por supuesto que el presidente está actuando mal, muy mal. Tan solo a Jalisco para el año 2021 le quitaron en el presupuesto $9,200 millones de pesos que le correspondían para solventar las necesidades sociales. Si le sumamos las rebajas a los otros 9 Estados (y a los otros que le tienen miedo o prefieren nadar de muertito) la suma se vuelve estratosférica. Sus cortesanos y defensores oficiosos dirán que fue una decisión del Congreso. Les tengo malas noticias, el Congreso tiene dueño y se llama Andrés Manuel López Obrador. La división de los Tres Poderes es una ficción en este momento (salvo individualidades que se han ganado el respeto a pulso con una posición, que, aunque muy escasa, con auténtica dignidad).

    Es el caso de los gobernadores de la Alianza Federalista que anteponiendo el destino de sus gobernados (y de la República) a sus temores y futuro político, se han portado con valor y firmeza para reclamar a nombre de sus Estados. Las palabras del gobernador Enrique Alfaro reflejan una realidad que AMLO no quiere ver y mucho menos aceptar: “El problema permanente es que cuando pasamos de ese diálogo con usted (Presidente) al aterrizaje con los funcionarios de la Administración pública federal las cosas nunca funcionan”.

    En un momento tan crucial, en que el destino del país se enfrenta a la amenaza real de una dictadura, los mexicanos en los Estados (incluso en la capital) nos debemos unir para apoyar a los gobiernos estatales. De exigir que el gobierno de AMLO cumpla con el estado de derecho y el pacto federalista; que conceda el trato de respeto e igualdad para todos (sin importar el color del partido) y reparta el gasto público de manera justa y equitativa; que si se han de realizar cambios al respecto que se hagan. No es justo que el centro y el norte sostengan siempre a un sur que no quiere esforzarse (o no le gusta trabajar): que le gusta exigir ‘derechos’ (tomando casetas, marchas, bloqueos, robo, vandalismo, anarquía, bloqueo de vías y saqueo de trenes), mientras que los mexicanos del centro y del norte se mantienen trabajando duro. Sin trabajo y esfuerzo no hay mejoría de vida ni riqueza alguna.

    Con un López en el siglo XIX tuvimos para quedar hastiados de centralismo, abusos y posturas absolutistas. Así que en buena la hora que los gobernadores de Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León y Tamaulipas, le exijan al actual López que se someta a la Constitución, al Pacto Federalista y que gobierne para todos los mexicanos. PARA TODOS.

¡Hasta el próximo sábado si Dios nos permite!

Correo electrónico: mahergo@hotmail.com

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