Opinión

Jalisco, por no decir casi todo el país, se encuentra bajo el dominio de los delincuentes, con o sin organizar. Por primera vez me uno a la opinión de Enrique Alfaro ―que cobra como gobernador en Jalisco, pero que tendrá que demostrarlo en los hechos, pues tenemos muchos años sin uno de verdad―. Hace unos días declaró en la Expo ANTAD: “Desde Jalisco hacemos un llamado a que el Gobierno de la República (sic), para que entendamos el grave problema que significa la corrupción en el Poder Judicial, un tema que pocas veces se aborda de manera profunda, casi siempre estamos concentrados en la agenda de corrupción que se genera desde el Poder Ejecutivo”.

     De acuerdo a su declaración quedan en evidencia varias cosas. Primero, que busca la ayuda fuera para un deber que mayormente le compete a él. Segundo, que considera absurdamente que el gobierno federal no entiende el problema. Tercero, que la corrupción en el Poder Judicial es tema nuevo, cuando es muy viejo, pero se radicalizó a partir del gobierno de Alberto Cárdenas (que desconocía los hilos del poder y los dejó al garete, con manos libres para hacer cuanto se les ha venido en gana) ¿Cuándo fue la última vez que metieron a la cárcel a un magistrado, juez, secretario o ministerio público corrupto?

    Cuarto, queda claro que el flamante gobernador no lee la prensa, o muy poco, pues esta columna, que, dicho sea de paso, tiene ya 33 años, tiene más de dos décadas de señalar con frecuencia la decadencia de este poder. La corrupción en la que se ha ido hundiendo hasta convertirse en un pantano de olores nauseabundos. Un poder que, en lugar de servir de Palacio para otorgar justicia a un pueblo dolido y profundamente agraviado por unos y otros, se ha convertido en caso de muchos jueces y funcionarios en un simple y condenable negocio, todo con apariencia de legalidad, pero inmundo y reprobable desde el ángulo que se le quiera ver. Pocos son los magistrados, jueces y secretarios que han conservado la integridad; su probidad les diferencia de una mayoría, que poco a poco ha ido alejando al pueblo de la justicia hasta convertir su oficio en el lucrativo negocio de las sentencias.

     Ni qué decir de la Procuraduría General de (IN)Justicia (a la que le cambiaron el nombre por Fiscalía, como si la nomenclatura cambiara la realidad). Un elefante torpe cuya inutilidad social ha llegado a tal grado que la mayor parte de los delitos que se cometen (robos a personas, domicilio, asaltos, extorsiones, etcétera), ya no se denuncian. Burocracia, indolencia, incapacidad y ausencia total de respeto a la víctima y sentido común, han hecho que tan necesaria Institución pública no represente ya nada para la sociedad, al menos en jalisco, pues no hay quien vele por la vida, integridad y patrimonio de los ciudadanos.

     Los delitos patrimoniales (denunciados en la Fiscalía) son parte de este inmundo negocio de la CORRUPCIÓN pues la mayoría de ellos jamás llegan al juez de control, puesto que ciertos y muy exclusivos despachos de abogados son amos y señores de esta importante ala de la procuración de justicia. Justicia que a diario es negada al contar dichos litigantes con la amistad ¿o complicidad? de los agentes del ministerio público que curiosamente les conceden todo, y a las víctimas y a sus asesores legales les niegan todo, o casi todo, haciendo de la procuración una broma macabra. Una afrenta a la sociedad agraviada y al estado de derecho, que, dicho sea de paso, lo teníamos (y lo dejaron perder a causa de la corrupción, señora cuya existencia acaba de descubrir el gobernador).

     Continuando con el trabajo de la Fiscalía, es tan escaso de resultados y tan alejado de su función, que los jueces de control casi no tienen trabajo. Será suficiente decir que, en una sociedad como la nuestra, sumida en la violencia y la inseguridad, donde en apenas dos meses casi medio millar de asesinatos ocurrieron en Jalisco y los demás delitos carecen ya de estadística, los jueces de control, es para no se dieran abasto con las audiencias. Pero la realidad es otra.

     La mayoría de las salas están sin uso y los pocos delincuentes que les manda la Fiscalía son muy pocos los que consigan, toda vez queel nuevo sistema penal acusatorio ha resultado además de ineficaz, un pretexto para poblar las calles de fauna delincuencial de todo tipo, que, si se piensa mal, es fácil atinar. Lo cual también es corrupción. Bueno, la semana pasada las salas de los juzgados orales estuvieron sin luz, lo cual impidió que se celebraran las audiencias (excepto las que estaban con término, y los litigantes usando sus teléfonos para grabar). Una pregunta indiscreta ¿Pagaron la luz?

    En fin, la corrupción en la procuración e impartición de justicia (local y federal) es del dominio público. Gana el que tiene más dinero y más amistades poderosas. El ciudadano común y corriente, millones de ellos, agraviados a lo largo y ancho del país, saben en carne propia lo que es que se les niegue la justicia, han visto la corrupción no en recibos (los corruptos no dan recibos), la han visto en la negación de la justicia que reclamaban, en el desprecio de los funcionarios y empleados públicos.

    Enrique Alfaro se dio un tiro en el pie al declarar y buscar la ayuda federal “Desde Jalisco hacemos un llamado a que el Gobierno de la República, para que entendamos el grave problema que significa la corrupción en el Poder Judicial”, ya que, le guste o no, lo entienda o no, en cuanto a la corrupción del Poder Judicial en el Estado de Jalisco la responsabilidad es totalmente suya y de nadie más. AMLO tendrá que exigir al poder judicial federal que haga lo propio, pero al gobernador le corresponde la tarea de hacerlo en casa. Urge entonces que empiece, y la Fiscalía y Jueces de control son un buen sitio, incluso en el Consejo de la Judicatura, pues se sabe de la intromisión de consejeros ‘dando línea’ a los jueces, lo cual es otra cabeza más de esta inmunda serpiente venenosa llamada CORRUPCIÓN.

ROBO DE DOCUMENTOS EN EL CONGRESO

 

    A propósito de corrupción, esta semana un diario local (Mural, 6/Mar/2019) denunció el robo de firmas y documentos históricos en el Congreso (documentos del siglo 19). Por si el gobernador no está enterado de lo que se puede hacer con dichas firmas y documentos, se le hace saber que las firmas pueden ser utilizadas para posteriores juicios reclamando tierras y bienes inmuebles en litigios amañados (que obviamente se radicarían con jueces a modo) toda vez que son firmas de los primeros gobernadores del Estado. Además, dichos documentos también pueden ser vendidos en el mercado de antigüedades o de subastas. Jalisco espera resultados, ya no declaraciones.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo1950@gmail.com

 

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La espiral de violencia en la que está sumido el país, agravado en los gobiernos de López Obrador y Enrique Alfaro, no permite más excusas y obliga una intervención firme contra la fauna de asesinos y delincuentes que azota el país de frontera a frontera y de costa a costa; sobre todo en ciertas zonas como Jalisco y Guanajuato, donde hay que robar, claro, regiones en que la sociedad no tiene gobierno que le proteja. Lo hay solo para el cobro de impuestos, multas y todo aquello mediante lo cual los gobernantes exprimen el fruto del trabajo social, para gastarlo ellos, y darlo, —asómbrate Ripley— para los que no trabajan o son posibles delincuentes (para que no caigan en la tentación).

     Aunque no le guste al presidente, desde su llegada al poder ejecutivo las bandas de facinerosos además de multiplicarse se han engallado, derramando sangre hasta convertir esto en tierra de nadie, sumiendo a la sociedad en una era de terror, mientras que sus gobernantes ―en los tres niveles― se limitan a declarar y componer las cosas con palabras, cuando lo que se requiere es el uso de la ley y la fuerza del estado (con todo su poder).

     Nada de que son “traviesos” como les ha llamado AMLO a los delincuentes, son asesinos y malhechores, si tanto le gusta llamar a las cosas por su nombre, debe admitir que sus buenos deseos solo les han crecido al sentir que gozan de total impunidad, de protección oficial. ¿Acaso dar dinero a los que viven junto a los ductos de gasolina no es un desatino? Bajo esa óptica absurda, a todos los que viven cerca de la Av. Vallarta en Guadalalara, o de Paseo de la Reforma en la capital del país, tendrán que darles dinero también para que no se les ocurra ir a asaltar los negocios.

    Tanto que AMLO cita al Presidente Juárez, en la práctica no sigue su ejemplo en absoluto. Y es que, en cuanto Juárez pudo hacerlo, combatió con toda la fuerza del estado a las bandas de forajidos que se multiplicaron durante la invasión francesa (que debilitó a la República), acabando finalmente con “los plateados” y otras bandas (como las del archi asesino Tigre de Alica que tenía al occidente del país bajo su terror y dominio). No lo hizo desde el púlpito, y mira que era un cristiano profundo y maduro, lo hizo con la ley en la mano y toda la fuerza y poder del estado hasta someter a los criminales.

     En el caso de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez para llegar primero a la presidencia municipal de Guadalajara, prometió combatir a los delincuentes y volver la paz a la capital del Estado. No fue así, al contrario, se multiplicaron los asesinatos al grado de aparecer camionetas repletas con cadáveres (colonia Morelos). Ya como gobernador, en otro artículo reciente, se señaló desde este espacio que en tan solo 6 días hubo 44 asesinatos; veamos que ha sucedido en los siguientes:

Martes 12/Feb/2019 ———————    11 asesinatos (Mural 13/Feb/2019)

Miércoles 13/Feb/2019 ——————     7 asesinatos (Mural 14/Feb/2019)

Jueves 14/Feb/2019 ———————    10 asesinatos (Mural 15/Feb/2019)

Viernes 15/Feb/2019 ——————–       5 asesinatos (Mural 16/Feb/2019)

Sábado 16/Feb/2019 ——————–     10 asesinatos (Mural 17/Feb/2019)

Domingo 17/Feb/2019 ——————-      4 asesinatos (Mural 18/Feb/2019)

Lunes 18/Feb/2019 ———————–      5 asesinatos (Mural 19/Feb/2019)

Martes 19/Feb/2019 ———————-      8 asesinatos (Mural 20/Feb/2019)

Miércoles 20/Feb/2019 ——————-   23 asesinatos (El Informador 21/Feb/2019)

Lunes 25/Feb/2019 —————————   8 asesinatos (Mural 26/Feb/2019)

     Como se observa, en tan solo 10 días de febrero, 91 asesinatos se cometieron en Jalisco, todos impunes, mientras que Enrique Alfaro que cobra de ‘gobernador’, asistía feliz con un séquito de incondicionales (en primera fila) a un partido de basketball de la NBA en la ciudad de Los Angeles, boletos que costaron muchos miles de pesos (o dólares). Las cifras muestran una realidad que el gobernador no desea ver, así que le recordamos que del 1º de enero al 27 de febrero de este 2019, se cometieron en Jalisco 472 asesinatos.

     También es corrupción contender por cargos para los que se carece de la capacidad y el perfil. No basta conocer los modos y mañas para ganar una elección pues no se trata de reinas de la primavera, sino del destino de una sociedad, la de Jalisco (y de aquellos que hacen negocios aquí o nos visitan).

     Y mientras el Estado de hunde en un mar de sangre, bueno, hasta los inspectores de la Secretaría del Trabajo (estatal) han organizado su propio cartel para extorsionar constructoras (y otras empresas). El secretario de gobierno (Lic. Enrique Ibarra P.) apenas atina a declarar que:“Es un fenómeno que se replica en todos los espacios del territorio nacional y es precisamente el gran desafío que todos los órdenes de gobierno tenemos… Se está haciendo todo el esfuerzo y esperamos que haya resultados a la brevedad” (Mural, 25/Feb/2019).

     Por los resultados vistos, el esfuerzo del gobierno de Jalisco es inútil, vano, se requiere de un gobierno que en verdad dé resultados, que haga valer la ley y retorne el estado de derecho. Que los policías detengan a los criminales, los agentes del ministerio público los consignen y los jueces los procesen y condenen conforme a los delitos cometidos. El hartazgo social ante tanta impunidad para los criminales y la incapacidad de los gobernantes ha llegado al límite. Hartazgo que debe ser entendido también por el presidente, pues con sermones matutinos largos y tediosos los criminales ni se detienen ni se redimen. El único lenguaje que conocen es el de la fuerza pública y la reclusión carcelaria, por lo que urge además que las prisiones vuelvan a ser controladas por el estado y no por las mafias.

     Están apostando todo a la Guardia Nacional, qué bueno que se esté formando, pero esto puede llevarse meses y no podemos como país esperar a que esto suceda. El gobierno federal, los estatales y municipales tienen que trabajar de inmediato con los recursos que ahora tienen y eficientarlos, pero, si creen no poder, la renuncia es una salida decorosa ¿O usted qué opina estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

 

Email: mahergo50@hotmail.com

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En días recientes apareció como nota principal en un diario local, un tema que exige atención sino de toda la sociedad, cuando menos de los quedan despiertos. La nota decía: “Urgen a legalizar alquiler de vientres. Norma debe definir compensación y atención psicológica a la madre sustituta.”.

     Para algunos el tema pudiera carecer de interés, sobre todo cuando no se reflexiona en la trascendencia que implica, aunque para otros, sobre todo las nuevas generaciones, el asunto pudiera parecer trivial o parte de su cotidianeidad. Lo cierto es que no es un tema menor que requiere de la participación social pues parte de su futuro está en juego, pero sobre todo, de atención del gobierno y algunos entes públicos, en particular de los congresos.

     No queriendo hacer una larga introducción que exhiba la lentitud del estado en el tema y su indiferencia casi absoluta (obsesionada por el poder y los dineros), reproduzco un artículo publicado en esta columna el 27 de octubre de 1990, titulado «¡MAMÁ PROBETA!» (Diario El Informador) y reproducido también en mi libro «Aborto ¿Homicidio o Derecho? (1993)», que dicho sea de paso, fue primer lugar en ventas a nivel local; punto que muestra de alguna forma la degradación social sufrida:

―”En el caso de los adelantos científicos existen problemas legales nuevos a los que la legislación se debe adaptar, como son los casos de la fecundación in vitro o de alquiler de vientres para fecundar un nuevo ser, lo que acarrearía nuevas consecuencias como lo es la paternidad, la filiación de sucesiones, etcétera”, comentó atinadamente en días pasados el presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

     Su declaración obedeció a la inquietud manifestada por el Congreso local sobre las posibles modificaciones que pueda tener nuestro Código Civil, o la creación de uno nuevo, encontrando más atinada la primera opción que la segunda, ya que el sólo pensar en la creación de uno nuevo, implícitamente indicaría que el actual no sirve, y por ende, nos encontraríamos en un estado de obsolescencia legal.

     No obstante lo interesante que resultaría comentar sobre la creación del referido Código, por esta ocasión nos limitaremos a enfocar nuestra atención al problema señalado por el titular del Poder Judicial, quien adelantándose a los acontecimientos, puso oportunamente el dedo en la llaga: ¡los hijos de laboratorio!.

     ¿De quién es hijo aquel ser creado forzadamente en la mesa bajo el lente del microscopio? ¿De quién es hijo el bebé, de la madre que propició el óvulo, o de la que ofreció por dinero el vientre?

     Hay cosas que por ir contra natura, el hombre comúnmente las rechaza, vaya, niega su venia de manera instintiva: ¿quién se atrevería a dar su aprobación a las relaciones sexuales de humanos con animales? ¿Habrá alguien que permita el matrimonio entre hermanos o extirparse algún órgano sano e implantarse uno de orangután? Como decían en mi tierra “no hay borracho que coma lumbre”, pero mire que ha aparecido una plaga de dragones en los semáforos que nos ponen a pensar.

     Durante la Segunda Guerra Mundial, un pseudo médico nazi llamad Joseph Mengele, utilizó a miles de judíos para cruentos y terribles experimentos de laboratorio, desde extirpar un pulmón sin anestesia, hasta introducir un gato vivo en el vientre de una mujer embarazada.

     Su crueldad no tuvo límites, las pruebas de resistencia al dolor en los humanos, se sucedieron en los laboratorios alemanes (nazis) de las formas más perversas que el ser humano siquiera pudiera concebir….

     De ninguna manera quien esto escribe se atrevería a insinuar siquiera comparación alguna entre los médicos nazis y quienes el día de hoy, ponen su intelecto para fecundar el óvulo, o implantar éste en un vientre ajeno al de la frustrada o estéril madre.

     La esterilidad en la historia humana ha sido tomada en muchas culturas como símbolo de afrenta, una mujer sin prole, llegó a sufrir de por vida el estigma de la ausencia de hijos, sin embargo, muchas mujeres sabias aceptaron su condición y vivieron de acuerdo a su realidad.

     Qué bueno que exista la inquietud de legislar sobre los llamados “bebés de probeta”; lo que inquieta es el qué y el cómo. ¿Se permitirá en Jalisco la fecundación in vitro? ¿Qué podrá garantizar a la pareja que los espermas sean realmente los del padre? (conociendo el mercantilismo de buena parte de la sociedad y el relajamiento de los valores morales milenarios).

     Ahora que la cuestión del “alquiler” de vientres resulta francamente aberrante, es inconcebible que alguien contrate  a una desconocida que en algún momento puede tener SIDA o cualquier otra enfermedad y rente su vientre para tener un bebé que la arrendataria o no puede, o no quiere tener (de permitirse el alquiler de vientres, muchas mujeres para no perder la figura podrían recurrir a esta inconcebible situación).

     De manera personal apoyo la inquietud del Congreso del Estado para legislar al respecto, pero jamás estaría de acuerdo en situaciones que son contrarias totalmente al orden de lo creado. Bueno sería que nos cuestionáramos, ¿el bebé creado en la probeta, tendrá con el tiempo los mismos sentimientos y afectos (ya no digamos salud) que los niños nacidos de manera normal? ¿No tendrían que pagar las generaciones futuras el precio de una sociedad sin entrañas ni afecto, por haber permitido nosotros el romper el orden natural de las cosas?

     Si bien estamos especulando, nada nos puede garantizar que este tipo de niños no lleguen a ser un problema en el futuro. ¿Amaría el niño a la madre que le tuvo en su vientre, o a la que le dio la crianza’ ¿Si naciera enfermo o con problemas congénitos lo aceptaría?

     En Estados Unidos ya se dio el primer caso de controversia en ese sentido, ya que la madre “de vientre” a pesar de haber recibido $10,000 dólares por prestar su cuerpo (¿dónde hemos oído esa frase?), al nacimiento se negó a entregar el niño, razón por la cual la demandaron los padres del menor…

     Hoy el asunto se maneja por cuestiones de esterilidad, pero una vez que se abra la puerta, los niños podrán ser criados como animales y quién sabe en que terminaría todo esto…   Los eminentes científicos Marie y Pedro Curie, temieron que los avances de la ciencia pudieran desviarla de su objetivo: “Debemos preguntarnos si la humanidad ganará algo con conocer los secretos de la naturaleza y si está ya bastante maduro para obtener provecho de ellos, o si tal conocimiento no será perjudicial”.

     Quiera Dios que nuestros legisladores se inclinen por la justicia y el sentido común, y no se dejen llevar por una imagen falsa de ‘progreso’ abriendo la puerta hacia el abismo de la autodestrucción o la autodegradación. Moisés relata en el libro del Bereshit (Génesis) la historia de la creación y cómo el Eterno estableció las bases morales y biológicas que por milenios han sujetado y sustentado a los hombres: “…A la mujer dijo: Multiplicaré en gran medida los dolores en tus preñeces: con dolor darás a luz a tus hijos” ¿Usted qué piensa? ¡Que tenga un buen fin de semana!”

 

     Hace ya casi 30 años que escribí este artículo y que por lo que se aprecia en el entorno, la sociedad se ha degradado y los gobiernos ya son mero ornamento, grupos dedicados al negocio de la administración pública ¿O usted qué considera?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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La línea 3 del Metro tapatío es desde hace años una urgencia social. El presidente Enrique Peña Nieto hizo un gran esfuerzo para que la capital de Jalisco se viese favorecida con esa obra, tiempo y dificultades de suelo retardaron que concluyera ese sueño. Un sueño que hecho realidad beneficiaría diariamente a cientos de miles de ciudadanos en Zapopan, Guadalajara, San Pedro y Tonalá.

     Con tres o cuatro meses más quizá, el gobierno anterior culminaría esa obra, que téngalo por seguro (y no es profecía, es conocimiento de los políticos) que el día que la terminen, quien lo haga, se va colgar la medalla como si él la hubiese construido. Enrique Alfaro lo hizo con el Mercado Corona, apenas tomó las riendas del Ayuntamiento de Guadalajara se dedicó a despotricar contra su antecesor Ramiro Hernández por dicho mercado, pero al poco tiempo, en cuanto se dio cuenta que a los tapatíos, claro, a los que asisten a ese mercado, les había gustado y en el que incluso tenían tres pisos subterráneos para estacionarse; cambio de postura y puso algunos arreglitos en la plazuela frente al mercado para luego colgarse la medalla como obra propia ¡Ver para creer!

     La cuestión es que la Línea 3 del Metro Tapatío es una obra de enorme importancia y trascendencia para el desarrollo y bienestar de los ciudadanos, incluso para bajar tráfico y contaminación. Pero no, la ceguera y egoísmo de los gobernantes posmodernos es única, asunto al que, si se le agrega el protagonismo y belicosidad de López Obrador y Enrique Alfaro, las cosas se complican en contra de la sociedad jalisciense. Sí, porque el Metro es de, y nos sirve a todos. Lo construido —así como las otras dos líneas— no son propiedad del gobierno ni los presidentes pusieron el dinero de sus bolsillos. Es patrimonio social, dinero que salió de los bolsillos de todos los mexicanos, en particular de los jaliscienses, que, dicho sea de paso, se les devuelve mucho menos de lo que aportan a la federación.

     Apenas tomó el poder, entre las primeras declaraciones de Enrique Alfaro al asumir la gubernatura dijo: “que no le iba a poner un solo peso para la línea 3 del Tren Ligero” sacándose una selfie moral de cuerpo entero ante sus gobernados, de su interés por los jaliscienses.

     Qué lejos estamos de hombres de la talla de los Gobernadores Don Alberto Orozco Romero, Don Flavio Romero de Velasco y Don Guillermo Cosío Vidaurri. Al primero, en alguna ocasión le escuché comentar entre amigos periodistas, que el presidente Luis Echeverría nunca le quiso recibir durante el sexenio (a causa de sus cuñados, de Echeverría), aun así, logró esa monumental obra llamada Calzada del Federalismo de Periférico a Periférico, derribando una línea recta de manzanas kilométrica (eje Moro-Escobedo) y por abajo construir el túnel para la primera línea del Metro que durante su gobierno funcionó con trolebuses. Y eso que Echeverría le hizo la vida imposible (sin mencionar que construyó la mayor y más grande red de colectores).

     El segundo, Flavio Romero de Velasco, además de poner orden en Jalisco y ampliar todas las salidas de Guadalajara (que se habían convertido en un embudo los fines de semana), construyó esa útil y funcional Calzada Lázaro Cárdenas que permitía cruzar toda la ciudad en unos cuantos minutos.

     En cuanto al Metro Tapatío, Guillermo Cosío Vidaurri construyó la Línea 2, que si bien recibió ayuda federal para el proyecto, el hombre, comprometido en verdad con Jalisco, buscó el financiamiento y no descansó hasta conseguirlo y dar a sus gobernados esa línea, que si bien muchos usuarios no saben ni les interesa saber quién la construyó, la usan a diario, es una bendición para su vida y actividades.

     Pero para ser gobernante se requiere tener amor por sus gobernados y por la tierra que le vio nacer. Valores que quizá ya no se den como antes en las nuevas generaciones. Además de que se requiere de inteligencia, valor para afrontar riesgos y críticas, pues como escribió alguna vez el Presidente T. Roosevelt:

—“No es el crítico el que vale; el que vale no es aquel que señala cómo tropieza el hombre fuerte, o cómo pudiera hacer mejor las obras el que las hace. El crédito corresponde al hombre que está en la arena; cuya cara está empañada por el polvo y el sudor y la sangre; que se esfuerza valientemente; que yerra y falla una vez y otra, pues no hay esfuerzo sin error o falla; que realmente trata de hacer la obra; que conoce el gran entusiasmo, la gran devoción, y se consume en una causa de valor; que, en el peor de los casos, si falla, por lo menos falla mientras está intentando algo grande.

     Mucho mejor es arrostrar cosas poderosas, ganar gloriosos triunfos, aun cuando está acorralado por el fracaso, que formar filas con aquellos pobres espíritus que ni se gozan ni sufren mucho, porque viven en un ocaso gris que no sabe nada ni de victorias ni de derrotas”(1899).

    Cuando llegaron los panistas al poder sus primeras quejas públicas fueron contra el gobierno de Cosío Vidaurri por la deuda de la Línea 2, claro, Alberto Cárdenas en su pueblo no había tal y aquí ni se subió ni la necesitaba, no comprendió la importancia de esta obra social en una ciudad tan grande como Guadalajara. López Obrador y Alfaro Ramírez tampoco, usan el presupuesto para control político, somo si fuera de ellos y no del pueblo.

     Recuerdo en una entrevista que con algunos de mis compañeros periodistas en el Club de Industriales hicimos a Horacio González Pardo, que en ese momento era el encargado del funcionamiento de este medio de transporte tan eficiente. Nos dijo que tenía guardados algo así como 125 millones de pesos, pero que no le decía al gobernador (Alberto Cárdenas) porque los iba a gastar en otra cosa y estaban considerados para el uso propio del tren. En otras palabras: lo que criticaban sin conocer, una vez que supieron lo que era, para qué servía, y lo que representaba en la vida de los usuarios, quedaron fascinados y sorprendidos, quedando en evidencia también que la ignorancia de las cosas es inductora de críticas sin sostén, de hablar por hablar. De señalar corrupción y despilfarros en obras que son de primerísima importancia.

     Lamentablemente en enero del año 2019 las cosas ya no son así, estamos peor que con Alberto Cárdenas. La miopía, maniqueísmo y limitada visión de estado en el poder ejecutivo estatal y federal son ya casi cosa de epidemia. Será suficiente con dar una oteada a los gabinetes y analizar a muchos de sus integrantes para entender porque estamos como estamos.

    La palabra “pueblo” se ha convertido en una simple muleta retórica, en una expresión hueca, sin contenido real. Una manera de engañar a los mexicanos, sin importar el origen partidista pues a final de cuentas en lo que va del presente siglo casi todos han resultado iguales, malos, corruptos e ineptos. Condición a la que han agregado el cinismo y una INEPTOCRACIA que amenaza con mandar a México a la ruina. Aun así, los ciudadanos no debemos callar ni quedarnos cruzados de brazos. Si AMLO no aporta el dinero que falta para terminar los detalles de la L-3 del Metro tapatío, en lugar de esos 5,000 millones que solicita Alfaro para otras cosas, pida para concluir esta obra, que además de necesaria, es obra que con el tiempo se paga sola.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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