Opinión

No, no hablaremos de la película de Cantinflas, que, dicho sea de paso, además de ser buena, es una crítica severa contra los legisladores ignorantes, bravucones e inútiles, ajenos a la responsabilidad que representan. Hablaremos desde una hipótesis, de lo que este escribidor haría si fuera diputado (en espera de que otros lectores lo harían igual o mejor).

     De entrada, utilizaría la tribuna para concientizar a mis compañeros (van incluidas las mujeres) que representábamos al pueblo, por tanto, nuestro deber durante los próximos tres años sería velar por él, ¿cómo?, actualizando y creando un mejor marco legal.

     Al mismo tiempo, rechazaría el sueldo de mega burgueses (o de corruptos, si usted prefiere) que cobran actualmente. Desde que llegó el PAN al poder vengo diciendo desde este espacio que un diputado no debe de ganar más de $30,000 mil pesos al mes, y ninguna prestación. Pero tomando en cuenta la inflación, solo aceptaría $40,000 al mes y ninguna prestación, bono, o cuanta maña se han inventado para llevarse el dinero los dizque ‘representantes’ de la sociedad, pues este sería un sueldo decoroso.

     Pondría todo lo que estuviera de mi parte para que las auditorías realizadas al gobierno estatal y los ayuntamientos fueran rigurosasy denunciar toda irregularidad, poniendo un alto a tanto funcionario ladrón que ha encontrado en el Congreso (y en la Auditoría Superior del Estado) al cómplice necesario que “limpie” lo que jamás será limpio, aunque sí lo sea en el papel.

     Me opondría con todo y denunciaría las raterías en las que se han convertido los Laudos, pues de nadie es un secreto que ‘corren’ a verdaderos pillos y en complacencia con ciertos personajes del congreso (con minúscula) y del tribunal administrativo (igual con minúscula): en los Laudos no solo condenan al Congreso ─a pagar obviamente con dineros del pueblo, pues si fuera de su bolsa lo pelearían como leones─ millonarias indemnizaciones, sino que en su descaro los colocan de nueva cuenta en la nómina.

     Lucharía a diario desde la curul para que el estado de derecho cobrara vigencia en Jalisco y los privilegios de partidos políticos y mafias de jóvenes mega ambiciosos, estuvieran sometidos a la ley, denunciando públicamente incluso desde la tribuna las raterías, desviaciones y ‘amarres’ que solo benefician a estos grupos, pero que privan a nuestro Estado de una auténtica democracia que dicho sea de paso, es tan solo la máscara de ambiciosos a los que los jaliscienses les importan un comino (no hay ni ideología, ni compromiso social).

      Pediría de inmediato el cambio de abogados del jurídico que por lo visto nunca han litigado. Y es que si pierden todos los juicios no hay más que de dos sopas: o no saben, o están inmiscuidos en actos de corrupción. De ser diputado propondría a abogados viejos y experimentados, que cobraran poco (lo justo y en retribución a la Universidad pública que les forjó) con algunos abogados jóvenes para que aprendieran y pudieran dejar escuela.

      Buscaría bajar de inmediato la nómina del Congreso de Jalisco a cuando mucho 200 o 250 personas (claro, con la ayuda del Gobierno del Estado). No se necesitan más, basta revisar nuestra historia hasta 1994 para corroborar que de entonces a la fecha se ha convertido en una agencia de colocaciones en la que todos los negocios llamados equivocadamente “partidos políticos” (aunque en los Partidos quedan todavía algunas personas probas y de sólida ideología a favor del pueblo, a estas personas mi respeto y admiración) acomodan a su gente con sueldos y prestaciones muy por encima de los que se pagan fuera del poder público.

      En un tema urgentísimo, haría conciencia entre mis compañeros para que se pidiese a los poderes ejecutivo y judicial que pusiesen un alto a los criminales (organizados y sin organizar) pues la sociedad en Jalisco está harta de tanta violencia, robos, secuestros, extorsiones, cobro de piso, narcotráfico y cuanto delito existe, para los cuales Fiscalía y jueces se limitan a echarse la bolita, cuando bien saben que no se necesita la flagrancia para acreditar el delito, sino que los indicios e investigación demuestren que es el acusado el que lo cometió (es imposible tener cámaras en todos los lugares y saber a qué hora van a cometer un delito y tener los policías para detenerlos). Dicho en otras palabras: son simples pretextos para no cumplir con su deber, un deber que está aniquilando no solo con la paz social sino con la sociedad misma, permitiendo que la corrupción y el hartazgo social se disparen a límites no vistos desde hace muchas décadas.

     Velaría para que todos los ciudadanos, por cuanto son ciudadanos, gozasen de los mismos derechos, más no por sus inclinaciones sexuales ni cualquier otro asunto cuestionable. Los derechos se tienen por cuanto son ciudadanos, no por ser ‘minorías’, punto.

      Lucharía para que los huicholes y cualquier otro grupo de ciudadanos se integraran al resto de la sociedad, de lo contrario al rato los que tuvieran algo de sangre española, italiana, francesa, norteamericana, etcétera, pelearían por los ‘usos y costumbres’ de sus ancestros. La demagogia y el negocio de los apóstoles de los indígenas debe desaparecer para siempre ¿O sería justo y equitativo que nomas los grupos indígenas exigieran derechos?

      Propondría a mis compañeros que se pusiera un límite legal a los sueldos de todos los funcionarios públicos en Jalisco. Los sueldos de magistrados, jueces, secretarios del gabinete estatal y demás elite, además de estar tres o cuatro y hasta diez o veinte veces por encima de lo que gana la mayoría de los jaliscienses, es una expresión de corrupción, una ofensa continua contra los ciudadanos. Nadie, excepto el gobernador, debe de ganar al mes más de $50,000 pesos, por eso son servidores públicos, y no servirse del público, como lo han entendido

     Me queda claro que mi oficio es escribir, no la curul, sin embargo, el día 20 recordamos un aniversario más de la Revolución Mexicana, que con todo y sus detractores oficiosos (y tontos útiles), tuvo como resultado la mejor época y crecimiento del país (1930-1970). Una época que se extraña en verdad, pues los bucaneros y ambiciosos que han ocupado la mayoría de las curules y puestos públicos en las últimas décadas solo representan y han representado la incapacidad y la ambición desmedida ¿o usted qué considera, estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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La semana anterior hablábamos de la terrible y prolongada ola de asesinatos cometidos en Jalisco, prácticamente todos con impunidad. De ahí que el abocamiento e intervención de la Fiscalía en tan grave problema se considere una buena noticia, una señal de que todavía se escucha la voz social a través de la prensa, sin importar el tamaño del medio.

     La semana que concluye la sociedad en el Estado se enteró de la detención de una banda de asesinos (no sicarios, ASESINOS), individuos crueles y malvados para los que la vida humana no vale nada y el dinero se ha convertido en un dios que les domina hasta lo irracional, en un ‘becerro de oro’ que se les escapa como el agua de entre las manos. Su brillo les pierde.

      De acuerdo a las notas publicadas, el grupo integrado por cinco sujetos detenidos en esta ciudad de Guadalajara, además de decomisárseles diversas armas, municiones, droga y vehículos, tenían en su poder tres cadáveres y están acusados cuando menos de treinta y tres asesinatos, lo cual nos concede una idea de la peligrosidad de semejantes monstruos sociales. En buena la hora que la Fiscalía Estatal hizo su trabajo con esta banda de asesinos, se les reconoce y aplaude. El problema es que andan libres muchos otros que hay que detener cuanto antes.

OTRA MALA (ENTRE MUCHAS)

     Enterarnos a través de un diario local que un buen grupo de actuarios de Juzgados Federales (diez para ser exactos) en Toluca y Tepic servían de contacto y empleados de los narcos en prisión (Mural 10/Nov/2017), nos permite corroborar el grado de putrefacción social al que hemos llegado en México.

      No se puede decir que lo hacían por ‘necesidad’ puesto que todos los empleados y funcionarios en el poder judicial federal ganan y muy bien. De hecho y haciendo un paréntesis, los ministros de la Suprema Corte son una verdadera aberración en ese sentido pues cada uno gana mensualmente ya con las prestaciones, más de medio millón de pesos, lo cual es una afrenta contra la inmensa mayoría de los mexicanos. Lo totalmente opuesto a la justicia que dicen representar.

     Así que volviendo a los actuarios, lo hacían por ambiciosos, traicionando su deber de impartir justicia para convertirse en simples delincuentes (aprovechando su condición de funcionarios menores de juzgado federal) ¿O cómo se le puede nombrar a lo que hacían? Sus entradas continuas para ver a los narcos detenidos sin tener razón y aprovechando que a ellos nos los revisan, les permitía servir de recaderos, y de paso llevarles golosinas y otras cosas.

     Esta situación debe poner en alerta al gobierno federal, pues lo sucedido no es otra cosa que una especie de sarampión llamado CORRUPCIÓN que tiene años ya atacando el poder judicial federal. El simple hecho de que el juicio de amparo, tan benéfico y necesario, pero que debiera utilizarse solo para determinadas situaciones de abuso imposibles de corregir por las vías normales, se haya convertido en vía rápida para todos los supuestos males y agravios, exhibe sin maquillaje el abuso y perversión de este valioso juicio.

     De hecho el juicio de amparo se ha convertido en impunidad para toda clase de delincuentes, con o sin cuello, para construir edificios más altos de lo permitido, para someter a cuanta autoridad existe, para extorsionar al gobierno federal con pago de tierras ejidales ya pagadas (como es el caso del aeropuerto de Guadalajara), para hacer válidos laudos laborales emitidos en juicios totalmente delictivos (basados en hechos falsos, con salarios y prestaciones inflados, etcétera), para saquear incluso arcas de Congresos, Ayuntamientos, Delegaciones y demás dependencias públicas con laudos a modo, inflados y con diversas complicidades, sin embargo hasta ahora nadie ha dicho nada.

     De ahí que la suspensión de estos actuarios de sus deberes (lo cierto es que deben ser cesados) sea una buena señal. Sin embargo se tiene que subir la mira y poner orden en los juzgados federales, no se diga en el tema de los amparos. Ganan demasiado bien todos como para dejarse perder por la ambición ¿O usted qué opina estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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El deterioro del estado de derecho en Jalisco ha llegado a tal punto que la vida de los ciudadanos tal parece que no vale nada. Apenas para alguna breve nota roja (aunque el asesinado sea una persona honorable) y que los de Ciencias Forenses hagan el levantamiento y expediente para el archivo, sí, para el archivo, sobre todo si se toma en cuenta que la inmensa mayoría de los crímenes en Jalisco (y buena parte del país) quedan impunes.

De hecho la impunidad es la causa principal de que la vida humana en el Estado de Jalisco no valga nada, al menos para sus gobernantes y para los criminales. Tan interesados los primeros ―al igual que toda la clase política― en mantenerse en la nómina y pelear por las siguientes elecciones. Pero tan apáticos y desinteresados en lo que sucede al pueblo para el que protestaron servir (el problema es que “La Patria” no se los puede demandar y los ciudadanos se topan con un muro burocrático infranqueable que les impide acceder a la justicia).

A políticos y gobernantes no les importa en absoluto que la mayor parte de la sociedad viva en angustia permanente y a merced de todo tipo de fauna delincuencial, expuesta a todo tipo de saqueos, vejaciones y violencias. Cierto, en las elites sociales hay cotos y un poco de mejor protección, sin embargo tampoco se escapan de la violencia y los crímenes se suceden a diario en Jalisco, sobre todo en la zona metropolitana de Guadalajara.

Podrán declarar el gobernador (Aristóteles Sandoval) y el presidente municipal (Enrique Alfaro) muchas cosas, pero lo cierto es que la violencia continúa imparable, basta con decir que el número de asesinatos en Jalisco en lo que va del año 2017 suman ya 1240 (hasta octubre; Mural 3/Nov/2017) y el derramamiento de sangre no para.

Fiscalía, Policías y Jueces se han convertido en costoso adorno de un estado que carece de eficacia, que se limita a recaudar y atender los reclamos de las elites así como dar atención a minucias que le reditúan presencia mediática a su favor.

A excepción de gobernantes y empresarios acaudalados, el resto de los jaliscienses está expuesto a que cualquiera le prive de la vida por cualquier minucia, pues los asesinos (nada de sicarios, asesinos) sabe bien que nadie le va a detener y nadie va a investigar. La cantidad y crueldad de los asesinatos sube al mismo tiempo que el temor y la indignación de los aterrorizados ciudadanos.

CARTELES DE ABOGADOS

 

Por si faltara algo a semejante clima de horror, al no cumplir la Fiscalía, las Policías y los Jueces con su deber, han surgido desde hace algunos años no pocos despachos de ‘abogados’ (abogansters sería más propio) que aprovechando la inexistencia de un estado de derecho, en lugar de tomar la ruta de la ley, han tomado la de los cárteles, utilizando sin recato y con cinismo el uso de la violencia para intimidar o eliminar a quienes les estorban en sus ilícitas pretensiones (casi siempre de carácter económico).

El martes de la semana anterior y ante mi sorpresa, fui testigo de las amenazas poco veladas de un ‘levantón’ (que no es otra cosa que amenaza de muerte) durante una pretendida negociación para concluir litigios. Ante la falta de argumentos e incapacidad para negociar de manera ecuánime, pacífica y equitativa para las partes, los ‘abogados’ cayeron en la ruindad y bajeza de las amenazas. No lo podía creer, sobre todo porque el amenazado era un familiar muy cercano. Son las bandas del ‘todo o nada’, ajenas absolutamente a las negociaciones respetuosas y apegadas a derecho. Situación que debe atenderse y cuando haya de nuevo gobiernos en Jalisco (estatal y municipal), habrá también que avocarse de inmediato contra estos perniciosos carteles ―e incluso legislar y quitar la cédula profesional―, que faltos de conocimientos del derecho, pretenden suplantarlos con intimidaciones y violencias, ensuciando la profesión y violando el derecho (que paradójicamente estudiaran sin hacerles provecho).

VALE MÁS UN CHANGO QUE UNA PERSONA

 

Andamos tan mal en Jalisco, que es más importante la vida de un chango que la de una persona, así como lo lee. El pasado 1 de noviembre un simio se escapó de su jaula en la colonia Residencial Victoria y diversas autoridades, incluso de otros municipios se sumaron y anduvieron vueltas locas por el mono, mostrando un celo digno de mejor causa, dedicándole casi 4 horas hasta atraparlo. Celo que por ningún lado aparece cuando se trata de vidas humanas que delincuentes organizados y sin organizar segan con total impunidad.

Los jaliscienses tenemos algo a nuestro alcance que sin él no se pueden mantener en el poder los gobernantes. Bueno será que para las próximas elecciones los partidos políticos nos hagan propuestas de hombres maduros, serios, capaces e inteligentes que nos puedan gobernar (y dejar de ofrecernos a tanto incapaz y bribón que ha llegado solo porque la mercadotecnia lo avala), de lo contrario, es tiempo para que todos los jaliscienses anulemos el voto y pidamos nuevas elecciones hasta que nos ofrezcan hombres probos y capaces de cumplir y hacer cumplir la ley. No podemos continuar viviendo así en un estado donde la vida de los ciudadanos no vale nada para nuestros gobernantes.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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El 31 de octubre de 1517, el sacerdote agustino y doctor en teología, Martin Lutero, clava en la puerta de la capilla de Wittenberg sus famosas 95 tesis, iniciando con su valiente propuesta la llamada REFORMA PROTESTANTE que sacudiera a un clero romano desviado y corrompido hasta la médula. Cinco siglos han pasado de este evento histórico que merece ser recordado y analizado, pues sus efectos no han sido pocos y muchos de carácter positivo se mantienen vigentes.

      Poco tiempo antes de que esto sucediera, el sacerdote alemán visita Roma. Esperando encontrar en la sede de la fe cristiana el ejemplo más puro de santidad, se topa con una corte clerical corrompida en su mayoría que nada tenía que ver con las enseñanzas de Jesús de Nazareth a quien decían “servir”.

     Lutero retorna a su país escandalizado por las cosas vistas, por si faltara algo, el Papa inicia una campaña para recabar dinero por toda Europa con la intención de construir lo que ahora se conoce como “El Vaticano”. El problema no era la construcción en sí, el problema es que semejante proyecto requería muchísimo dinero para lo cual salen legiones de sacerdotes a recaudar ese dinero, utilizando ―y aquí radica el problema― la venta de “indulgencias” (vil simonía, pues).

     Muchos sacerdotes y teólogos como Lutero, se escandalizan ante la venta de las cosas santas, de hecho muchos creyentes con recursos que habían ‘comprado’ indulgencias, rechazan las amonestaciones de los curas que al ver sus vidas licenciosas y apartadas de la voluntad divina les confrontaban con las Sagradas Escrituras. Sin embargo, la mayoría de los sacerdotes guardó silencio ante sus superiores, así estaban educados.

     Venturosamente Martín Lutero quizá tomando el ejemplo del apóstol Pedro  que dijo “es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”(Hechos 5:29), el agustino decide obedecer al Creador y reta en Wittenberg a debatir sobre lo que establecía la voluntad divina en las Escrituras, y lo que estaba haciendo el Papa y la corte de Roma (con la venta de las cosas santas).

     El debate no ocurrió sino una especie de Concilio para acabar con Lutero que tiene que ser escondido por Federico, elector de Sajonia, iniciando así una era de persecuciones en su contra, en las que un encierro sirve para que Lutero traduzca la Biblia al alemán. En otras palabras: la valiente acción de Lutero sirvió para la oxigenación de la fe cristiana siendo el inicio de un movimiento renovador que buscaba retornar a la pureza de la fe. Lo ideal y deseable era que el clero romano hubiera recapacitado sobre sus desviaciones y retomar el camino marcado por Dios en las Escrituras.

     Desgraciadamente no lo hizo, les ganó la soberbia y la desobediencia, expulsando al poco tiempo a Lutero y a buena parte de los mejores teólogos de la Iglesia, que si otros muchos no se sumaron a la causa, téngalo por seguro que fue más por temor que por falta de convicción, pues el lamentable estado de cosas y el negocio de las cosas santas (como la venta de obispados y cardenalatos) era a todas luces repugnante para los que realmente creían y amaban a Dios.

     Calvino, Swinglio, Farel y tantos otros teólogos católicos deciden mantener la pureza de la fe y son expulsados (manejándolo Roma como ‘cisma’ cuando en realidad no lo fue), perdiendo quizá a los mejores, o cuando menos con mayor celo por las cosas santas y la pureza de la fe.

   Las filas cristianas herederas de la Reforma (protestantismo) que esta semana cumple 500 años, han prosperado en muchos sentidos, en mayor medida que la cristiandad que permaneció fiel Roma. Muchos lo atribuirán a cuestiones políticas, pero desde el campo bíblico la obediencia al Creador (y el deseo de responder y vivir su Palabra) trae siempre aparejadas bendiciones de diverso orden, en primerísimo el espiritual.

     Grandes escritores como Max Weber y otros más, han opinado al respecto ofreciendo conocidos ensayos que sin hablar de ellos a favor o en contra, son expresiones a final de cuentas de los grandes cambios que produjo la Reforma de 1517.

     Cierto, en nombre de la Reforma, como el clero de Roma también lo hiciera en incontables ocasiones, se desataron cruentas guerras como si Dios requiriera de la ‘ayuda’ humana para defenderse. El protestantismo, mejor dicho, creyentes y líderes protestantes también han derramado sangre y cometido barbaridades, sobre todo cuando algunos de sus filas han llegado al trono, a la presidencia o al cargo de primer ministro. Sin olvidar que Lutero escribió años después dos libros antisemitas que serían lamentablemente utilizados por los nazis. Pero no ha sido la fe la que ha fallado, sino aquellos que en su nombre o con el uniforme de la fe le han utilizado para justificar sus acciones.

     De hecho en nuestro país la Reforma tuvo su efecto positivo. En uno de los exilios del Presidente Benito Juárez, en Nueva Orleans tiene contacto con el cristianismo protestante y siendo él un cristiano profundo (nunca fue descreído como lo han afirmado sus enemigos políticos) a su retorno a México implementa la llamada Reforma, que aunque entendida históricamente en el sentido político, Juárez lo veía desde la óptica de la que cumple hoy 500 años. De hecho el consideraba que a través de la lectura de la Biblia acabaría con el analfabetismo.

    Antes de concluir nuestro comentario semanal, se ha de señalar que Dios no es ni católico ni protestante, Él es el autor de la vida y creador de todas las cosas, en todo caso habrá que entender que el cristianismo no es otra cosa que la fe judía entendida y vivida desde diversas expresiones culturales (católicos, protestantes, ortodoxos, armenios, etc) y la Reforma puso frente al espejo a una cristiandad desviada del camino correcto (como sucedió varias veces con Israel en el pasado).

     Enhorabuena que sucedió hace 500 años la Reforma, pero mejor todavía si en el siglo posmoderno la aldea global se sienta a reflexionar sobre su origen y destino, pues tengamos por seguro que muchas almas que no encuentran reposo interior alguno encontrarían además de esa paz que el mundo no concede, la respuesta a las grandes interrogantes de la vida, entendidos que Jesús lo dijo con toda claridad y certeza eterna: “¡Yo soy el camino, la verdad y la vida!” ¿o usted que considera de todo esto estimado lector?

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

Email: mahergo50@hotmail.com

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