Opinión

Honor a quien honor merece, escatimar logros de otros o concedérselos a quien no les corresponden, ya sea por ignorancia o amistad, además de afectar a terceros, descredita a quien los concede. Ni qué decir de la pérdida de credibilidad social y deméritos futuros.

Entre las muchas máximas, tan propias y utilizadas en el campo de la abogacía, hay una especial que se ajusta a nuestro tema de hoy «El que es primero en tiempo, es primero en derecho». El asunto viene al caso porque en días recientes falleció una persona (La Lic. Silvia Blanca Silva Barragán) a la que el gobierno actual del Estado le concedió ante medios y sociedad, el carácter de la primer mujer en Jalisco en ejercer el cargo de Notario Público.

La cuestión es que esto no es exacto y la afirmación del gobierno estatal pudo lastimar a terceros, no se diga entre mujeres, pues se tendrá qué decir que antes que esta persona fallecida, hay otra que recibió el FIAT de Notario Público antes que ella, por tanto un derecho.

Se trata de la Lic. SARA ELISA ORTEGA GARNICA, quien después de ser interrogada y protestada debidamente por el entonces Gobernador, Lic. Guillermo Cosío Vidaurri, el día 19 de Noviembre del año 1990, le fue concedida la llamada Fe Pública, como suplente en la Notaría Pública No. 3 de Zapotlanejo Jalisco.

En el caso de la Notaria fallecida, la Lic. SILVIA BLANCA SILVA BARRAGÁN recibió el Fiat cuatro días después, es decir, el 23 de noviembre de ese mismo año de 1990, como suplente de la Notaria Pública No. 7 de Tlaquepaque (San Pedro), lo que la convierte en la segunda.

No se trata de restar méritos personales, de ninguna manera. Se trata de que el orden social mantenga las cosas en su tiempo y lugar pues la historia debe cuidarse con el esmero y pulcritud que se requiere. ¿Podríamos poner a Morelos antes que a Hidalgo? Y no nos referimos a méritos personales, no es la intención en absoluto. Simplemente y ante la posible ofensa a quien llegó primero a una Notaría desde el mundo femenino, se aclara y reconoce desde este espacio periodístico a la Lic. SARA ELISA ORTEGA GARNICA como la primera mujer en Jalisco a la que se le confirió la Fe Pública, es decir, una Notaría.Aclarado el error que quizá haya sido involuntario por quienes lo hicieron desde el gobierno del Estado, pasamos a otro tema.

 

¿Y LOS OTROS HUACHICOLEROS QUÉ?

 

     Tal parece que en el México posmodernista todo se mira bajo una extraña cosmovisión de las cosas. No deseando hacer una lista de lo que todos sabemos y muchos no quieren que se diga, de hecho les molesta, nos limitaremos a un asunto que nos atañe a todos los mexicanos: ¡El robo de gasolinas!

Todo mundo habla de los ladrones de combustibles, de su cinismo, violencia, fortunas mal habidas, de la bajeza y ruindad a la que han caído pueblos y comunidades enteras, pero nadie habla de sus socios. Sí, sus socios, me refiero a los compradores.

      Y es que sin los compradores téngalo por seguro que dicho delito o no existiría o sería casi imperceptible. Pero no, el monto de lo robado es de miles de millones de dólares anuales, dinero que pagamos entre todos los ciudadanos (y turistas que nos visitan y consumen gasolinas) pues a final de cuentas alguien tiene que pagar ¿O cree algún ingenuo que subió la gasolina solo por los vaivenes del dólar? De ser así ya hubiera bajado, y además, no hubiera subido tanto en su momento.

A propósito ¿nadie podrá obligar a tanto empresario y comerciante ladrón ―a propósito de ladrones― a que bajen los precios de lo que subieron a principios de año con el pretexto del dólar alto? Sí, porque ya bajó y en promedio en las casas de cambio el dólar se vende a $18.00 pesos, y los bribones lo cargan al consumidor hasta en 22 y 23 pesos.

Retornando a los otros ladrones, quienes compran las gasolinas y diésel robado son tan delincuentes como los que lo extraen de los ductosocasionando entre unos y otros además del descalabro a las finanzas del pueblo (manejadas por los gobiernos), el debilitamiento del estado con todo lo que esto significa. Hablar de sus consecuencias, baste decir que es jugar con lumbre tan peligrosa para el país como los incendios que ocasionan a diario los ladrones de gasolinas.

¿Y los congresos? Tal parecen que para nuestros legisladores solo les interesan dos cosas: el presupuesto y las elecciones (en ese orden). Téngalo por seguro que si se detuviera al que vende y se multara al que compra casi de inmediato se frenaría esta plaga que está royendo los bolsillos de todos los que compramos gasolinas y minando la estabilidad nacional.

    Sería bueno que al que pescaran comprando gasolinas por primera vez lo multaran con $ 1,000 pesos. En caso de reincidir con $ 3,000 mil y si hubiera una tercera vez con $20,000 mil, y de no escarmentar, pues a compartir celda con sus compinches.

¿O no saben que al comprar gasolinas robadas son también parte del crimen organizado? Que buscando el “ahorro” además de alentar este delito, perjudican a muchos sectores de la economía nacional que compran los combustibles al precio real y por las vías legales, provocando quiebras y pobreza a causa de las condiciones de desventaja.

Falta pues que los medios hagan su trabajo completo y en un abandono de marchar solo por lo “políticamente correcto” y esa terrible interpretación de los “derechos humanos” a las que son tan afectos,denuncien a los otros huachicoleros, a los que compran lo robado, pues a final de cuentas son tan ladrones como los que se los venden.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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Hay quienes en su egoísmo o en su postura radical son capaces de quemar su casa por tal de ver arder la ajena. Esta en buena medida en la situación del país a causa de los enconos, viejos y recientes, con o sin razón. Los odios heredados por la costumbre, las posturas partidistas radicales e intolerantes, incluso porque los demás lo hacen (ni qué decir de aquellos hartos de tanta corrupción e impunidad) tienen al país en gran desunión; situación que nos hace vulnerables en muchos sentidos.

El avance desmedido de la delincuencia tiene en buena medida origen en la desunión. La crítica inmediata contra la fuerza del estado cuando trata de hacer valer la ley y poner orden y hacerla pasar como “represión” es causa inmediata, grave además. El pretexto absurdo de que porque la autoridad es de origen priísta, además de maniqueo, ha logrado en pocos años hacer que los gobiernos en los tres niveles se conviertan de utilería (con la complacencia a rabiar de toda la clase delincuencial, con o sin organizar).

Peor todavía, con el aval de algunos de los llamados medios “grandes”, los que con frecuencia linchan al Ejército o las policías (que intentan proteger al pueblo y hacer valer el estado de derecho) y defienden a las bandas delincuenciales ¿Así, o más torpes? Pensar que en medio de las balas se tiene la mente como la tienen otros desde la comodidad de su escritorio, además de absurdo es realmente tonto. Cuando la vida se está arriesgando las decisiones carecen de la lógica del escritorio.

     Nadie más feliz que los violadores de la ley cuando se califica al gobierno de “represor”, cuando a través de la prensa o de manifestaciones se le inhibe para que no cumpla con su deber de imponer el estado de derecho, pues es obvio que sin la aplicación de la ley la democracia se convierte en una entelequia, en una palabra sin sentido ni contenido.

Desde 1968 un maniqueísmo originado por los viudos y usufructuarios del llamado movimiento estudiantil (alentado por el PRD, Morena y demás) ha infectado al centro y sur del país con una visión torcida de las cosas, en la que todo lo que hace el Estado es malo, y todo lo que hacen ellos es “justificable” (aunque violen cuanta ley existe y delincan a los ojos de todo el país) ¿Acaso los ayotzinapos asesinados en Iguala no andaban de delincuentes? ¿De qué viven sus padres desde entonces? (cuando cualquier padre de familia de las decenas de miles que han sufrido muertes de sus seres queridos en este país, pasado el funeral, se ven obligados a retomar su modo de vida para poder subsistir) ¿Cómo se atreven a pedir justicia los familiares y amigos de los asesinos y roba combustibles, cuando ellos asesinaron primero a policías y soldados?

En el Contrato Social, Jean Jacques Rousseau advierte acerca de la condición de todos aquellos que rompen con el estado de derecho:

 

―”Todo malhechor, al atacar el derecho social, se vuelve por sus delitos, rebelde y traidor a la patria; deja de ser miembro de ella al violar sus leyes; e incluso le hace la guerra. Entonces, la conservación del Estado es incompatible con la suya; es necesario que uno de los dos perezca; y cuando se hace morir al culpable, es más como enemigo que como ciudadano” (Editorial Lozada, Argentina, pág. 67).

 

Ver en la televisión a las familias de los delincuentes bloqueando autopistas, impidiendo que el ejército les destruya los plantíos de ese veneno llamado amapola, de impedir en el Estado de Puebla que las autoridades pretendan frenar su multimillonario negocio de gasolinas robadas, o en estos día exigir justicia por sus parientes y amigos que asesinaron previamente a los militares, no solo indigna por su descaro: es muestra inequívoca de un mundo al revés, de un pueblo que comienza a tener daltonismo de valores. Habrá que recordar lo que establece la Constitución: “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho” (art. 17).

Aun el Creador ha dejado su voluntad expresa a todos los pueblos para que la convivencia social pacífica sea posible. La Biblia nos exhorta: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad; a lo establecido por Dios resiste” (Rom 13:1-2). Obsérvese que no dice que siempre obran bien, dice que Dios ha permitido que lleguen a ese sitio de responsabilidad para que hagan lo justo, pues quieran o no, un día llegarán ante Su presencia a rendir cuentas (y ahí no valdrán las amistades y no habrá impunidad).

     Así que basta ya de tanta farsa y tanto farsante. La ley se hizo para cumplirse y el contrato social que mantiene (aunque muy debilitada) unida la República, requiere de ya unidad en torno al Presidente Enrique Peña Nieto y las Instituciones públicas. Pretender cuidar los “derechos” de los criminales sin antes proteger los de todo el pueblo y los intereses de la República, es una forma pragmática de suicidio social.

 

GRIPE AVIAR ¿O TERRORISMO COMERCIAL?

 

El gobierno de Trump no para en sus escándalos y torpezas. Envalentonado con algunos grupos de incondicionales decidió en días pasados dar por terminado el TLC. ¡Oh sorpresa! Sus cercanos colaboradores, tan ignorantes y habladores como él, no estaban informados de los alcances de este tratado, pues en el desatino político de su jefe estuvieron a punto de mandar a la ruina a sus principales apoyos que les llevaron a la Casa Blanca, es decir, ¡los campesinos!

Sabemos que Donald tiene su mundo reducido a la farándula, los casinos y el campo de golf ¿Qué caso tiene enterarse de todo lo que sucede y afecta a su país?, es obvio que le entorpecería su vida hedonista y frívola. En su limitada visión de las cosas este embustero profesional (tan parecido a Vicente Fox) desconocía que varios Estados viven casi totalmente de los granos y carne que venden a México, los que horrorizados con la noticia de Trump de desaparecer el TLC, le hicieron de inmediato dar marcha atrás (con el consabido ridículo y calificativo de “chimontrufio”).

La cuestión es que en la producción de pollo y huevo nuestros paisanos de Los Altos de Jalisco son toda una potencia a nivel mundial. Hace 5 años les hicieron un teatrito de tal magnitud nuestros vecinos del norte –con el pretexto de la “gripe aviar”-, obligándoles a matar millones de aves con pérdidas por $8,617 millones de pesos (El Economista 11/May/2017). Claro, de paso eliminaban a un competidor que en lo comercial les da a varios países hasta por debajo de la lengua. Por eso es que el anuncio en algunos medios extranjeros de la existencia de gripe aviar en Tepa, cuando nadie sabía en Tepa de tal situación (y de hecho no existe) nos hacen pensar con lógica y suspicacia que se trata de mero terrorismo comercial para abrir camino a la importación de huevo yanqui, chino y de otros países. Ver para creer, así que ¡ánimo paisanos!, no se dejen. Así como los agricultores y ganaderos yanquis hicieron a Trump que los defendiera, igual hagan con las autoridades mexicanas, es lo justo.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

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Cuando el ciudadano se entera (casi siempre a través de los medios) que el gobierno no aplica la ley bajo el pretexto de que no está “tipificado” el delito, le queda claro que es un simple pretexto para no hacer cumplir la ley. Es obvio que la ley no va a clasificar todas las conductas delictivas de manera específica y detallada, sería imposible pues las inclinaciones a la maldad del ser humano no tiene fin y se nutren conforme a condiciones, tiempos y circunstancias imperantes (en las actuales impera la impunidad; el desinterés casi absoluto por hacer cumplir la ley).

Por siempre, cuando había gobierno en México, si el delito cometido no estaba delineado de manera precisa en el Código, el ministerio público y el Juez de la causa buscaban los delitos más parecidos al cometido por el procesado para enjuiciarle, cuidando desde la averiguación que quedara muy precisa y bien narrada la conducta delictiva del detenido-procesado, resultándole imposible a la defensa sacar a su cliente por un simple resquicio huizachero y legaloide (como lo hacen hoy en día con la evidente complicidad de los jueces). Los abogados buscaban entonces la manera de disminuir las penas, de eliminar o diluir conductas agravantes, de restituir los daños causados, etcétera.

     En el siglo XXI la mayoría de jueces y procuradores parece que están para defender a los delincuentes. Y si no es su posición, ante el pueblo se han ganado esa imagen. Existe más de un 98 por ciento de impunidad en México y en buena medida es causa de policías corruptos o incapaces (al efectuar la detención y consignación), de agentes del ministerio público en idéntica posición, y jueces, que aunque no se quiera pensar mal, sus resoluciones les colocan a nivel nacional de indolentes, incapaces de hacer justicia a una sociedad multi agraviada y dolida en gran manera. Lo que es peor: acusados por no pocos abogados penalistas por corruptos, por poner elevadísimas tarifas para hacer de la justicia una simple mercancía solo al alcance de los ricos y los poderosos.

Los Congresos tanto en lo federal como en lo local se han convertido en la casa del absurdo. Nunca en nuestra historia se han elaborado tantas leyes, sin embargo quizá también nunca de hayan incumplido como en el presente siglo XXI. Le cuestan al pueblo verdaderas fortunas y no son sino meros palenques de grillos desligados absolutamente del pueblo que dicen representar.

El pueblo mexicano en todos sus niveles está cansado de tanta delincuencia, de tanta corrupción, de tanta impunidad. Gobernadores mega ladrones, diputados y senadores frívolos y dedicados a la grilla y a como aumentarse y llevarse el presupuesto, son apenas la punta de un iceberg de podredumbre. Se regodean con la palabra «democracia» y ni siquiera comprenden su significado, razón más que suficiente para llegar al punto que nos encontramos. Octavio Paz decía: “En la vida de las sociedades hay momentos que la diversidad de las opiniones se transforma en gritería e incoherencia; otros en los que las divergencias se convierten en desunión general. Todos sabemos que la desunión es el comienzo del desorden y que, a su vez, el desorden engendra violencia” (Sueño en libertad, pág. 306)

La ley como reza la máxima jurídica, es “dura, pero es la ley” y tiene que cumplirse. Tal parece que a perredistas, morenos y demás del altiplano les ha picado algún bicho que les hace defender con absoluta irracionalidad los derechos humanos, importándoles un bledo el daño a los demás y el estado de derecho, causando de paso desunión entre el pueblo. A eso se refería el poeta ganador del Nobel de literatura.

¿Cómo es posible que el gobierno permita que los narcotraficantes de Guerrero y Oaxaca o los roba combustibles de Puebla les envíen a sus mujeres y niños para que no apliquen la ley? Ver a la autoridad suplicándole a las mujeres de los delincuentes que se quiten de una autopista o que permitan destruir los plantíos de amapola, resulta verdaderamente repugnante. Una autoridad así además de costosísima resulta de utilería, de burla, de indignación nacional.

Urge pues que se aplique la ley pues mientras sigan “jugando a gobernar” y no hagan nada, lo único que promueven es mayor impunidad y que las bandas delincuenciales se crezcan y multipliquen. Los hechos así lo han demostrado con mayor sangre y crueldad cada vez.

Se requiere y con urgencia de mano férrea a la hora de aplicar la ley a los delincuentes (no al ciudadano pacífico que se ve inmiscuido en algún delito de manera inintencionada o circunstancial), sino a las legiones de violentos que azotan ya grandes regiones del país.

Poco antes de morir la escritora Ikram Antaki analizó (a manera de testamento) nuestras raíces paganas y manera de ser. Con su manera franca y directa consideró que la mezcla española con los distintos pueblos indígenas no funcionó, al contrario:

 

―“Este pueblo jamás ha sido monoteísta. El cristianismo ha sido sumado a la cosecha pagana, y la aventura homérica tampoco ha alcanzado estas tierras. La crueldad con la cual se tratan los unos a los otros recuerda una de las razones esenciales de su derrota ante los españoles: aquellos que alimentaban a sus hermanos de raza para luego sacrificarlos como animales, no podían esperar de esos mismos hermanos ni lealtad ni solidaridad. El griterío frente a la crueldad extranjera no logra enmascarar la propia, superior en grados y en intensidad: difícilmente puede alguien, desde fuera, ser más injusto con ellos que ellos mismos” (El pueblo que no quería crecer, pág. 113).

 

¿Se equivocó Ikram? En lo personal no lo creo, lo que sí creo es que este pueblo requiere de ya de que se aplique la ley con mano firme, pues es lo único que lo detiene para delinquir y dar rienda suelta a su violencia. La historia así lo corrobora.

Lo que sucede en Reynosa, en el Estado de Guerrero, con los roba combustibles de Puebla, Hidalgo, Guanajuato, Jalisco, etcétera, con Sinaloa, Nayarit, Baja California Sur, Chihuahua y demás Estados dominados por los narcotraficantes, así como con los pseudo maestros de la CNTE de Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán, pide a gritos que la ley se cumpla, y esta se creó para eso, para cumplirse y aplicarse.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

 

Email: mahergo50@hotmail.com

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Esta semana esta columna cumple cuatro años en la red (en el periódico El Informador se inició desde 1987) y 200,734 personas la han visitado en este nuevo formato. Del 29 de abril de 2016 al 28 de abril del presente año 77,173 personas han leído mis artículos (en promedio 6,431 por mes, 1,500 por semana). A todos en verdad agradezco su distinción, por tomarse el tiempo y concederse ese espacio para leer y reflexionar juntos. Es seguro que no se estará de acuerdo siempre, pero será siempre, en conjunto y buscando soluciones, como tendremos una sociedad mejor y un mejor país. Es trabajo sin descanso.

Los grandes problemas que nos aquejan nos obligan a gobierno y sociedad, a tomar cada quien su parte y responsabilidad en el contrato social y este modesto trabajo periodístico intenta hacer la suya. En cuanto a este 4º Aniversario de Análisis y Propuesta en la red,  digo a todos de nuevo ¡Muchas gracias!

 

DIA MUNDIAL DEL LIBRO (Y DEL DERECHO DE AUTOR)

 

El domingo pasado (23 de abril) se conmemoró el «Día Mundial del Libro». En México y para variar, gobierno e instituciones educativas hicieron lo mismo que en los anteriores. Su pobre visión cultural y su gran ambición política les pierden. Ensimismados y regodeándose en sus políticas erráticas, miopes e intereses de grupo, de querer quedar bien con los de siempre, con los que controlan el mundo del libro y se expresan a nombre de los escritores (sin derecho alguno a hacerlo), el festejo no cumplió en absoluto su cometido.

Para colmo de males el festejo cayó en días feriados (Pascua) y en México la burocracia ―del tipo que sea― no se caracteriza precisamente por trabajadora, mucho menos por culta (salvo honrosas excepciones, como siempre) ¿dejarían sus vacaciones por una fiesta de libros cuando a la mayoría no le gusta leer? ¡Imposible!

El campo de las letras para la mayoría de la clase política (y burócratas de oficinas “culturales”) es terreno desconocido. Creen que con haber leído o conocer a la Poniatowska y demás integrantes de la cofradía defeña de viudos y usufructuarios del ’68, conocen a los escritores mexicanos (digo defeña porque ciudad de México siempre ha sido, no es novedad).

El escritor, que será bueno recordarlo, es el campesino del huerto de las letras; un huerto que produce y ofrece sus frutos a lo largo y ancho del país (y no solo en la capital). El escritor como decía Octavio Paz, debe mantener su distancia del gobierno para poder ser en realidad independiente y cumplir su función social:

 

―“Naturalmente, es bueno que el escritor, en algún momento de su vida, haya conocido la acción y los variados oficios de los hombres… Pero después, en el momento de su verdad, el escritor no puede ser sino escritor. Aunque no es obligatorio que las tenga, el escritor sí puede tener opiniones morales y políticas: lo que no puede es cambiar la literatura por la acción o la propaganda sin dejar de ser escritor… En suma, lo que puede hacer el escritor frente al Estado es, sobre todo y ante todo, escribir. Subrayo: escribir lo mejor que pueda (Sueño en libertad, pág. 330).

 

Así que en México resulta verdaderamente extraño (y nocivo para las letras) que los que controlan el mundo del libro hablen siempre mal del gobierno (excepto de López Obrador y su mafia de falsa izquierda) y hablen con tal dogmatismo que aun el clero debe envidiarles. Toda su vida han estado pegados a la ubre presupuestal, ya sea desde las universidades públicas o a través de jugosas becas provenientes de instituciones gubernamentales, y se desgarran las vestiduras con la corrupción ajena ¿Soltarán algún día el jugoso hueso que tanto critican en los políticos?

Nuestro Premio Nobel de Literatura decía de sí mismo y advertía al gremio: “Como escritor mi deber es preservar mi marginalidad frente al Estado, los partidos, las ideologías y la sociedad misma. Contra el poder y sus abusos, contra la seducción de la autoridad, contra la fascinación de la ortodoxia. Ni el sillón del consejero del Príncipe ni el asiento en el capítulo de los doctores  de las Santas Escrituras Revolucionarias” (Ibid,  pág. 321).

El día de la fiesta se mencionó al libro, pero nadie mencionó que también se celebró EL DERECHO DE AUTOR. Sin mencionar otras áreas, el derecho de autor en el libro no es respetado como se debiera. En el internet a lo largo de los años he visto artículos, textos, e incluso capítulos enteros de mi autoría que otras personas los presentan como suyos. Y aunque los tengo registrados debidamente, es obvio que el fondo de problema es una sociedad que no sabe respetar lo ajeno. Les gusta un día para todo (incluido el Libro), les hace sentir bien, pero hasta allí llega su compromiso y respeto por el otro, por lo ajeno.

Tal pareciera que la ética es poco gustada en el mundo del libro (y de los derechos de autor). ¿Es ético invitar a las fiestas literarias solo a los favoritos de los distintos gobiernos y mantener alejados a los que tienen un pensamiento  libre porque no los pueden controlar?

Urgen cambios en la política oficial respecto a la lectura, pues no se puede soslayar que las herramientas tecnológicas ya son adictivas entre la juventud, y cada vez resultará más difícil introducirles en el mundo del libro y del desarrollo intelectual, que aunque ellos no lo vean así por ahora, lo requieren.

Cerramos este comentario con cuatro libros a recomendar. El primero, ya mencionado salió de la pluma de ese mexicano excepcional, Octavio Paz, y se titula «Sueño en libertad», El segundo es de otro mexicano brillante, Gabriel Zaid «De los libros al poder», y el tercero fue escrito por una mujer a la que no se le ha reconocido jamás como se debiera, pero cuya inteligencia y calidad literaria no se discuten, me refiero a Elena Garro «Los recuerdos del porvenir» (ella estuvo casada muchos años con Octavio Paz, pero su inteligencia es propia, no reflejo o brillo de su exmarido).  El cuarto y con eso nos despedimos, es «La Biblia», libro que el Autor de la vida nos dejó a sus criaturas en espera de que entendamos su mensaje de amor y esperanza para convertirnos en sus hijos.

¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!

 

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