UNIDAD EN TORNO AL PRESIDENTE
Hay quienes en su egoísmo o en su postura radical son capaces de quemar su casa por tal de ver arder la ajena. Esta en buena medida en la situación del país a causa de los enconos, viejos y recientes, con o sin razón. Los odios heredados por la costumbre, las posturas partidistas radicales e intolerantes, incluso porque los demás lo hacen (ni qué decir de aquellos hartos de tanta corrupción e impunidad) tienen al país en gran desunión; situación que nos hace vulnerables en muchos sentidos.
El avance desmedido de la delincuencia tiene en buena medida origen en la desunión. La crítica inmediata contra la fuerza del estado cuando trata de hacer valer la ley y poner orden y hacerla pasar como “represión” es causa inmediata, grave además. El pretexto absurdo de que porque la autoridad es de origen priísta, además de maniqueo, ha logrado en pocos años hacer que los gobiernos en los tres niveles se conviertan de utilería (con la complacencia a rabiar de toda la clase delincuencial, con o sin organizar).
Peor todavía, con el aval de algunos de los llamados medios “grandes”, los que con frecuencia linchan al Ejército o las policías (que intentan proteger al pueblo y hacer valer el estado de derecho) y defienden a las bandas delincuenciales ¿Así, o más torpes? Pensar que en medio de las balas se tiene la mente como la tienen otros desde la comodidad de su escritorio, además de absurdo es realmente tonto. Cuando la vida se está arriesgando las decisiones carecen de la lógica del escritorio.
Nadie más feliz que los violadores de la ley cuando se califica al gobierno de “represor”, cuando a través de la prensa o de manifestaciones se le inhibe para que no cumpla con su deber de imponer el estado de derecho, pues es obvio que sin la aplicación de la ley la democracia se convierte en una entelequia, en una palabra sin sentido ni contenido.
Desde 1968 un maniqueísmo originado por los viudos y usufructuarios del llamado movimiento estudiantil (alentado por el PRD, Morena y demás) ha infectado al centro y sur del país con una visión torcida de las cosas, en la que todo lo que hace el Estado es malo, y todo lo que hacen ellos es “justificable” (aunque violen cuanta ley existe y delincan a los ojos de todo el país) ¿Acaso los ayotzinapos asesinados en Iguala no andaban de delincuentes? ¿De qué viven sus padres desde entonces? (cuando cualquier padre de familia de las decenas de miles que han sufrido muertes de sus seres queridos en este país, pasado el funeral, se ven obligados a retomar su modo de vida para poder subsistir) ¿Cómo se atreven a pedir justicia los familiares y amigos de los asesinos y roba combustibles, cuando ellos asesinaron primero a policías y soldados?
En el Contrato Social, Jean Jacques Rousseau advierte acerca de la condición de todos aquellos que rompen con el estado de derecho:
―”Todo malhechor, al atacar el derecho social, se vuelve por sus delitos, rebelde y traidor a la patria; deja de ser miembro de ella al violar sus leyes; e incluso le hace la guerra. Entonces, la conservación del Estado es incompatible con la suya; es necesario que uno de los dos perezca; y cuando se hace morir al culpable, es más como enemigo que como ciudadano” (Editorial Lozada, Argentina, pág. 67).
Ver en la televisión a las familias de los delincuentes bloqueando autopistas, impidiendo que el ejército les destruya los plantíos de ese veneno llamado amapola, de impedir en el Estado de Puebla que las autoridades pretendan frenar su multimillonario negocio de gasolinas robadas, o en estos día exigir justicia por sus parientes y amigos que asesinaron previamente a los militares, no solo indigna por su descaro: es muestra inequívoca de un mundo al revés, de un pueblo que comienza a tener daltonismo de valores. Habrá que recordar lo que establece la Constitución: “Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho” (art. 17).
Aun el Creador ha dejado su voluntad expresa a todos los pueblos para que la convivencia social pacífica sea posible. La Biblia nos exhorta: “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad; a lo establecido por Dios resiste” (Rom 13:1-2). Obsérvese que no dice que siempre obran bien, dice que Dios ha permitido que lleguen a ese sitio de responsabilidad para que hagan lo justo, pues quieran o no, un día llegarán ante Su presencia a rendir cuentas (y ahí no valdrán las amistades y no habrá impunidad).
Así que basta ya de tanta farsa y tanto farsante. La ley se hizo para cumplirse y el contrato social que mantiene (aunque muy debilitada) unida la República, requiere de ya unidad en torno al Presidente Enrique Peña Nieto y las Instituciones públicas. Pretender cuidar los “derechos” de los criminales sin antes proteger los de todo el pueblo y los intereses de la República, es una forma pragmática de suicidio social.
GRIPE AVIAR ¿O TERRORISMO COMERCIAL?
El gobierno de Trump no para en sus escándalos y torpezas. Envalentonado con algunos grupos de incondicionales decidió en días pasados dar por terminado el TLC. ¡Oh sorpresa! Sus cercanos colaboradores, tan ignorantes y habladores como él, no estaban informados de los alcances de este tratado, pues en el desatino político de su jefe estuvieron a punto de mandar a la ruina a sus principales apoyos que les llevaron a la Casa Blanca, es decir, ¡los campesinos!
Sabemos que Donald tiene su mundo reducido a la farándula, los casinos y el campo de golf ¿Qué caso tiene enterarse de todo lo que sucede y afecta a su país?, es obvio que le entorpecería su vida hedonista y frívola. En su limitada visión de las cosas este embustero profesional (tan parecido a Vicente Fox) desconocía que varios Estados viven casi totalmente de los granos y carne que venden a México, los que horrorizados con la noticia de Trump de desaparecer el TLC, le hicieron de inmediato dar marcha atrás (con el consabido ridículo y calificativo de “chimontrufio”).
La cuestión es que en la producción de pollo y huevo nuestros paisanos de Los Altos de Jalisco son toda una potencia a nivel mundial. Hace 5 años les hicieron un teatrito de tal magnitud nuestros vecinos del norte –con el pretexto de la “gripe aviar”-, obligándoles a matar millones de aves con pérdidas por $8,617 millones de pesos (El Economista 11/May/2017). Claro, de paso eliminaban a un competidor que en lo comercial les da a varios países hasta por debajo de la lengua. Por eso es que el anuncio en algunos medios extranjeros de la existencia de gripe aviar en Tepa, cuando nadie sabía en Tepa de tal situación (y de hecho no existe) nos hacen pensar con lógica y suspicacia que se trata de mero terrorismo comercial para abrir camino a la importación de huevo yanqui, chino y de otros países. Ver para creer, así que ¡ánimo paisanos!, no se dejen. Así como los agricultores y ganaderos yanquis hicieron a Trump que los defendiera, igual hagan con las autoridades mexicanas, es lo justo.
¡Hasta el próximo sábado, si Dios nos permite!
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